Denuncian agresiones de ciudadanos chinos a obreros bolivianos en Beni
Se trata de operarios de la empresa China Railway, que construye el tramo Rurrenabaque-Riberalta.
Erbol
Obreros bolivianos denunciaron agresiones físicas, violencia psicológica y atropellos laborales de parte de ciudadanos chinos, operarios de la empresa China Railway, en la construcción del tramo Rurrenabaque-Riberalta en Beni.
El trabajador Hugo Vásquez informó que se registraron tres casos de agresiones de chinos a bolivianos. Indicó que él denunció su caso en octubre de 2017, pero hasta la fecha no encuentra justicia y las investigaciones no avanzan.
En la denuncia presentada por Vásquez se relata que el 23 de octubre los bolivianos estaban trabajando bajo los constantes insultos de un capataz chino. Después del almuerzo, vio que el extranjero dio una patada a su compañero.
Entonces, según el relato, el chino agarró un combo de construcción e intentó dar un golpe a Vásquez, quien logró esquivarlo. Otro extranjero tuvo que interceder para calmar a su connacional.
El boliviano presentó a la Policía una denuncia por intento de homicidio. Cuando regresó a su fuente laboral, después de hacer la denuncia, lo esperaron con un memorando de dos días de descuento por ausentarse.
Otro caso ocurrió el 24 de enero y la víctima fue el boliviano de iniciales D. G. M. Y., quien presentó la denuncia ante la Policía.
En este caso, el obrero relató que el extranjero lo insultó porque supuestamente no trabajaba. Indicó que el chino le dio un golpe de puñete, lo agarró del cuello y le dejó una herida cuanto intentaba soltarse.
El examen forense concluyó que el boliviano fue “víctima de agresión física con objeto contundente en la cabeza e intento de estrangulamiento, que produce dolor a la deglución”. Se le diagnosticó traumatismo cráneo encefálico leve, traumatismo en cuello y traumatismo psicológico.
En este caso, la víctima llegó a un acuerdo transaccional para levantar la denuncia. El ciudadano chino se disculpó, según el documento.
Vásquez explicó que no sabe con precisión la razón por la que los capataces chinos reaccionan de forma violenta. Indicó que tal vez sea por la falta de traductor y de entendimiento con los bolivianos.
El boliviano aseguró que además de las agresiones físicas, hay atropellos laborales.
Señaló que los bolivianos deben trabajar en la lluvia sin protección para el agua, sin botas y sin guantes. No tienen barbijo, y las volquetas no cuentan con medidas de seguridad, como extintores y botiquines.
Agregó que la empresa no brinda alimentación a los trabajadores, no tiene comedor, y no da habitaciones a los operarios que vienen de otras regiones, quienes deben buscarse su propio alojamiento.
Aseguró también que los contratos están mal elaborados, y que el Ministerio de Trabajo los avala.
En su caso, Vásquez dijo que está nueve meses trabajando sin seguro médico, y no sabe si sus aportes descontados para las pensiones llegan a la AFP, puesto que no llegan los extractos.
Agregó que tiene una hija menor de un año y que, por presentar la denuncia, no le dan hasta el momento su respectivo subsidio. La excusa que le dieron es que sus documentos se perdieron.
Erbol
Obreros bolivianos denunciaron agresiones físicas, violencia psicológica y atropellos laborales de parte de ciudadanos chinos, operarios de la empresa China Railway, en la construcción del tramo Rurrenabaque-Riberalta en Beni.
El trabajador Hugo Vásquez informó que se registraron tres casos de agresiones de chinos a bolivianos. Indicó que él denunció su caso en octubre de 2017, pero hasta la fecha no encuentra justicia y las investigaciones no avanzan.
En la denuncia presentada por Vásquez se relata que el 23 de octubre los bolivianos estaban trabajando bajo los constantes insultos de un capataz chino. Después del almuerzo, vio que el extranjero dio una patada a su compañero.
Entonces, según el relato, el chino agarró un combo de construcción e intentó dar un golpe a Vásquez, quien logró esquivarlo. Otro extranjero tuvo que interceder para calmar a su connacional.
El boliviano presentó a la Policía una denuncia por intento de homicidio. Cuando regresó a su fuente laboral, después de hacer la denuncia, lo esperaron con un memorando de dos días de descuento por ausentarse.
Otro caso ocurrió el 24 de enero y la víctima fue el boliviano de iniciales D. G. M. Y., quien presentó la denuncia ante la Policía.
En este caso, el obrero relató que el extranjero lo insultó porque supuestamente no trabajaba. Indicó que el chino le dio un golpe de puñete, lo agarró del cuello y le dejó una herida cuanto intentaba soltarse.
El examen forense concluyó que el boliviano fue “víctima de agresión física con objeto contundente en la cabeza e intento de estrangulamiento, que produce dolor a la deglución”. Se le diagnosticó traumatismo cráneo encefálico leve, traumatismo en cuello y traumatismo psicológico.
En este caso, la víctima llegó a un acuerdo transaccional para levantar la denuncia. El ciudadano chino se disculpó, según el documento.
Vásquez explicó que no sabe con precisión la razón por la que los capataces chinos reaccionan de forma violenta. Indicó que tal vez sea por la falta de traductor y de entendimiento con los bolivianos.
El boliviano aseguró que además de las agresiones físicas, hay atropellos laborales.
Señaló que los bolivianos deben trabajar en la lluvia sin protección para el agua, sin botas y sin guantes. No tienen barbijo, y las volquetas no cuentan con medidas de seguridad, como extintores y botiquines.
Agregó que la empresa no brinda alimentación a los trabajadores, no tiene comedor, y no da habitaciones a los operarios que vienen de otras regiones, quienes deben buscarse su propio alojamiento.
Aseguró también que los contratos están mal elaborados, y que el Ministerio de Trabajo los avala.
En su caso, Vásquez dijo que está nueve meses trabajando sin seguro médico, y no sabe si sus aportes descontados para las pensiones llegan a la AFP, puesto que no llegan los extractos.
Agregó que tiene una hija menor de un año y que, por presentar la denuncia, no le dan hasta el momento su respectivo subsidio. La excusa que le dieron es que sus documentos se perdieron.