Cinco muertos dejó motín e incendio en una cárcel juvenil de Perú
Perú, AFP
Cinco menores murieron ayer miércoles en un motín e incendio en una cárcel juvenil en la ciudad de Trujillo, en el norte de Perú, provocados por una riña entre miembros de dos bandas rivales.
“Hasta ahora tenemos conocimiento que tenemos cinco personas fallecidas, cinco menores de edad fallecidos”, dijo a la AFP el suboficial Helber Ordóñez de la Policía de Trujillo, 500 kilómetros al norte de Lima.
“Ha habido un amotinamiento. Los internos han prendido en parte del establecimiento colchones y a raíz de esto se produjo el incendio”, añadió Ordóñez sobre los hechos ocurridos hacia las 13H00 locales (18H00 GMT) en el Centro de Diagnóstico y Rehabilitación Juvenil de Trujillo.
“Los menores de edad fallecieron al parecer asfixiados”, explicó el policía.
Cuatro murieron dentro del penal y otro en un hospital local, dijo un directivo del Poder Judicial, del que dependen las prisiones.
Otros 30 menores resultaron heridos y fueron trasladados a hospitales, según la Defensa Civil y medios locales.
Algunos heridos fueron cargados en brazos hasta ambulancias y camionetas municipales de seguridad ciudadana para ser llevados al hospital.
En el primer momento del incendio, la policía no pudo abrir las puertas del penal para rescatar a los internos porque se recalentaron por el fuerte calor, de acuerdo con informes de medios locales.
Las cadenas de televisión mostraron imágenes de padres de internos desesperados que trataban de conseguir información sobre sus hijos afuera del penal, desde el cual salían columnas de humo.
“Por favor, queremos saber la verdad, hay muertos, no están en el hospital. Está adentro mi hijo”, dijo llorando la madre de un interno, según imágenes del sitio web del diario Correo.
La fiscalía peruana inició una investigación sobre los hechos, pero un responsable del Poder Judicial dijo que comenzaron por una disputa entre miembros de dos pandillas rivales de Trujillo: “La Jauría”, del barrio El Porvenir, y “La Gran Familia”, del barrio Del Valle.
“A la hora del almuerzo se han enfrentado estos grupos y uno de ellos ha puesto colchones para poder quemar a los otros”, dijo el gerente de centros juveniles del Poder Judicial, Julio Magán.
Unas tres horas después, los bomberos controlaron las llamas en el penal juvenil, que había sido acordonado por la policía.
“El fuego se inició en la parte interna del establecimiento. Las puertas (estaban) cerradas, no han podido salir los jóvenes y ha sucedido lo que ha tenido que suceder”, dijo Enrique Mendoza, jefe local de la Defensa Civil.
Hacinamiento
Las cárceles peruanas, tanto las de adultos como las de jóvenes, suelen tener problemas de hacinamiento.
Las autoridades informaron que el penal juvenil de Trujillo tenía a 185 reclusos, aunque su capacidad es para 90.
El 9 de junio de 2017, un recluso murió y otros 57 resultaron heridos en una revuelta de presos que se oponían a una operación de seguridad en el hacinado Penal Sarita Colonia de la provincia costera del Callao, vecina a Lima.
El 28 de octubre de 2017, unos 70 internos del penal juvenil de Lima se amotinaron y tomaron como rehenes a dos educadores, quemando colchones y muebles, en un motín que culminó sin víctimas.
Trujillo, la principal ciudad del norte de Perú y visitada el 20 de enero por el papa Francisco, registra altos índices de delincuencia, debido a la acción de bandas criminales y de narcotraficantes.
Cinco menores murieron ayer miércoles en un motín e incendio en una cárcel juvenil en la ciudad de Trujillo, en el norte de Perú, provocados por una riña entre miembros de dos bandas rivales.
“Hasta ahora tenemos conocimiento que tenemos cinco personas fallecidas, cinco menores de edad fallecidos”, dijo a la AFP el suboficial Helber Ordóñez de la Policía de Trujillo, 500 kilómetros al norte de Lima.
“Ha habido un amotinamiento. Los internos han prendido en parte del establecimiento colchones y a raíz de esto se produjo el incendio”, añadió Ordóñez sobre los hechos ocurridos hacia las 13H00 locales (18H00 GMT) en el Centro de Diagnóstico y Rehabilitación Juvenil de Trujillo.
“Los menores de edad fallecieron al parecer asfixiados”, explicó el policía.
Cuatro murieron dentro del penal y otro en un hospital local, dijo un directivo del Poder Judicial, del que dependen las prisiones.
Otros 30 menores resultaron heridos y fueron trasladados a hospitales, según la Defensa Civil y medios locales.
Algunos heridos fueron cargados en brazos hasta ambulancias y camionetas municipales de seguridad ciudadana para ser llevados al hospital.
En el primer momento del incendio, la policía no pudo abrir las puertas del penal para rescatar a los internos porque se recalentaron por el fuerte calor, de acuerdo con informes de medios locales.
Las cadenas de televisión mostraron imágenes de padres de internos desesperados que trataban de conseguir información sobre sus hijos afuera del penal, desde el cual salían columnas de humo.
“Por favor, queremos saber la verdad, hay muertos, no están en el hospital. Está adentro mi hijo”, dijo llorando la madre de un interno, según imágenes del sitio web del diario Correo.
La fiscalía peruana inició una investigación sobre los hechos, pero un responsable del Poder Judicial dijo que comenzaron por una disputa entre miembros de dos pandillas rivales de Trujillo: “La Jauría”, del barrio El Porvenir, y “La Gran Familia”, del barrio Del Valle.
“A la hora del almuerzo se han enfrentado estos grupos y uno de ellos ha puesto colchones para poder quemar a los otros”, dijo el gerente de centros juveniles del Poder Judicial, Julio Magán.
Unas tres horas después, los bomberos controlaron las llamas en el penal juvenil, que había sido acordonado por la policía.
“El fuego se inició en la parte interna del establecimiento. Las puertas (estaban) cerradas, no han podido salir los jóvenes y ha sucedido lo que ha tenido que suceder”, dijo Enrique Mendoza, jefe local de la Defensa Civil.
Hacinamiento
Las cárceles peruanas, tanto las de adultos como las de jóvenes, suelen tener problemas de hacinamiento.
Las autoridades informaron que el penal juvenil de Trujillo tenía a 185 reclusos, aunque su capacidad es para 90.
El 9 de junio de 2017, un recluso murió y otros 57 resultaron heridos en una revuelta de presos que se oponían a una operación de seguridad en el hacinado Penal Sarita Colonia de la provincia costera del Callao, vecina a Lima.
El 28 de octubre de 2017, unos 70 internos del penal juvenil de Lima se amotinaron y tomaron como rehenes a dos educadores, quemando colchones y muebles, en un motín que culminó sin víctimas.
Trujillo, la principal ciudad del norte de Perú y visitada el 20 de enero por el papa Francisco, registra altos índices de delincuencia, debido a la acción de bandas criminales y de narcotraficantes.