A Cillessen le esperan 73 días sin jugar hasta la final
El holandés sólo ha encajado dos goles en ocho partidos de Copa (0,25 de coeficiente) y lleva un gran torneo, pero no jugará más hasta la final del 21 de abril…, si es ese día.
Juan Jiménez
As
La imagen de Jasper Cillessen abrazado por Jordi Alba y con un toque cómplice de Piqué después de la increíble parada que le hizo a José Luis Gayá en la seguna parte de Mestalla es la de un portero que pese a tener un protagonismo mínimo en el Barça (sólo juega la Copa), está dejando un rendimiento óptimo para el club que prestigia su trabajo diario. Cillessen ha encajado sólo dos goles en toda esta Copa. Pione Sisto y Gerard Moreno son los únicos futbolistas que le han batido en el torneo y eso que el Barça no ha tenido un camino fácil si se resta la eliminatoria asequible en teoría ante el Murcia: Celta, Espanyol y Valencia se han cruzado en el camino del Barcelona y Cillessen ha estado notable. De hecho, ha mejorado sus números respecto al año pasado, cuando encajó siete goles en ocho partidos en la Copa (0,875). Este año lo ha mejorado 0,625. Dos goles en ocho partidos equivalen a un coeficiente de sólo 0,25 goles por partido.
Firmado por 13 millones de euros después de la salida de Bravo, Cillessen tuvo que aceptar la titularidad de Ter Stegen en las dos grandes competiciones casi por decreto. Sin embargo, el holandés no se ha tirado en la hamaca a ver el sol de Barcelona. Ha trabajado y, en lo que le dejan jugar, cumple. El año pasado ya había dejado paradas de mérito en las eliminatorias contra Athletic y la Real. Este curso, en el único partido de Champions que jugó, dejó otra parada increíble con la pierna ante su compatriota Bas Dost.
Cillessen sólo tiene un problema y no tiene que ver con él. La falta de continuidad. Si no hay cambio de fecha o accidente de Ter Stegen en forma de lesión o expulsión, el holandés estará 73 días sin jugar hasta el día de la final de Copa del Rey contra el Sevilla. El año pasado sí notó esa inactividad. De hecho, no tuvo un partido brillante. Falló en el gol de falta directa de Theo por más que el hoy madridista le pegase bien. Además, casi se traga un remate de Ibai que acabó también en el palo. Pérdida de distancias, de confianza… El caso es que le costó. Lo que desde luego no le puede reprochar el Barça es actitud y rendimiento. Un digno portero de Copa.
Juan Jiménez
As
La imagen de Jasper Cillessen abrazado por Jordi Alba y con un toque cómplice de Piqué después de la increíble parada que le hizo a José Luis Gayá en la seguna parte de Mestalla es la de un portero que pese a tener un protagonismo mínimo en el Barça (sólo juega la Copa), está dejando un rendimiento óptimo para el club que prestigia su trabajo diario. Cillessen ha encajado sólo dos goles en toda esta Copa. Pione Sisto y Gerard Moreno son los únicos futbolistas que le han batido en el torneo y eso que el Barça no ha tenido un camino fácil si se resta la eliminatoria asequible en teoría ante el Murcia: Celta, Espanyol y Valencia se han cruzado en el camino del Barcelona y Cillessen ha estado notable. De hecho, ha mejorado sus números respecto al año pasado, cuando encajó siete goles en ocho partidos en la Copa (0,875). Este año lo ha mejorado 0,625. Dos goles en ocho partidos equivalen a un coeficiente de sólo 0,25 goles por partido.
Firmado por 13 millones de euros después de la salida de Bravo, Cillessen tuvo que aceptar la titularidad de Ter Stegen en las dos grandes competiciones casi por decreto. Sin embargo, el holandés no se ha tirado en la hamaca a ver el sol de Barcelona. Ha trabajado y, en lo que le dejan jugar, cumple. El año pasado ya había dejado paradas de mérito en las eliminatorias contra Athletic y la Real. Este curso, en el único partido de Champions que jugó, dejó otra parada increíble con la pierna ante su compatriota Bas Dost.
Cillessen sólo tiene un problema y no tiene que ver con él. La falta de continuidad. Si no hay cambio de fecha o accidente de Ter Stegen en forma de lesión o expulsión, el holandés estará 73 días sin jugar hasta el día de la final de Copa del Rey contra el Sevilla. El año pasado sí notó esa inactividad. De hecho, no tuvo un partido brillante. Falló en el gol de falta directa de Theo por más que el hoy madridista le pegase bien. Además, casi se traga un remate de Ibai que acabó también en el palo. Pérdida de distancias, de confianza… El caso es que le costó. Lo que desde luego no le puede reprochar el Barça es actitud y rendimiento. Un digno portero de Copa.