Súper Tevez

El Apache no perdió un segundo, ayer ya trabajó a la par y hasta podría jugar el 21/1 contra River. ¿Qué hizo Boca para que no lo afectara la inactividad en China?

Leandro Contento
lcontento@ole.com.ar
No es un pájaro. No es un avión. No es Photoshop. No es, tampoco, una foto del 2015. Ni del 2016. La imagen que da la vuelta al Mundo Boca muestra a Carlos Tevez en el aire, atlético, elástico, fino, con la lengua afuera, los tapones afilados y la vista fija en la pelota. Así, como en los viejos buenos tiempos. Como lo quería Guillermo. Como lo soñaba Carlitos. Como lo esperan los hinchas con vistas a la Copa. Aunque ojo: tal vez no haya que esperarlo tanto. Si todo va bien, el Apache podría hacer su estreno el 21/1... ¡contra River!


Es que el 10 volvió bastante mejor de lo que todos imaginaban. El preparador físico particular que Boca puso a su disposición, y con el que trabajó durante los últimos tres meses, realizó un trabajo fuerte y progresivo y logró que Tevez llegara a los primeros días del 2017 en un peso cercano a los 72 kilos y con una rapidez y resistencia física superior, incluso, a la de varios de sus compañeros de Boca. El punta comenzó con la puesta a punto cuando todavía jugaba en China, continuó con las tareas específicas en Buenos Aires y desde el viernes, horas después de rescindir su vínculo con el Shanghai Shenhua, labura con el Profe Valdecantos.

Carlitos ya es uno más del grupo. Salvo el segundo turno de entrenamiento del viernes, en el que el plantel completo hizo trabajos con pelota y él se movió en el gimnasio, desde ayer y hasta el final de la pretemporada hará todos las ejercicios a la par del resto. Se lo vio muy activo en los trabajos con pelota que diagramó el Mellizo y su rostro no dejó escapar una sola señal de cansancio o fastidio.

Tan es así que su regreso oficial ya tiene fecha estipulada por el cuerpo técnico: si sigue como hasta ahora, Carlos iniciará su tercer ciclo en el club nada menos que ante River en Mar del Plata.

De hecho, el Melli ya empezó a planificar un nuevo esquema con Tevez desde el arranque. Un 4-2-3-1 con Pavón y Cardona por los costados y su amigo Wanchope de 9. Ese sistema comenzará a ensayarse la semana próxima en Cardales (el grupo tendrá libre hoy y retornará mañana) y posiblemente vea la luz contra el Millo. Se estima que el 14/1 jugará suplentes ante Godoy Cruz y habrá un mix el 17/1 vs. Aldosivi.

Esta vez el estado físico no será un problema para él. El jueves se cumplieron dos meses de su último partido como titular en China, aunque nunca dejó de entrenarse esperando esta posibilidad. Y desde el club lo siguieron de cerca. El CT tuvo control permanente sobre cuándo, cómo y dónde se entrenaba Carlitos. De su peso, sus ejercicios con y sin pelota y su alimentación. Ahora el desafío principal será recuperarlo dentro de la cancha. Y no habrá mejor manera de testearlo que cara a cara con el rival con el que siempre da un plus y hace rato tiene alquilado.

Tevez, decíamos, ya es uno más del plantel por más que aún no haya firmado el contrato que lo unirá a Boca hasta diciembre del 2019, cuando culmine el segundo y último mandato de Daniel Angelici. Con otro perfil (no pidió la 10 ni la cinta de capitán), aunque con el liderazgo deportivo de siempre y una sed de revancha que sorprendió a todos, no quiso perderse un solo segundo al lado de sus compañeros. El viernes pasó la noche con el grupo en la habitación 622 (Ábila finalmente está con Mas, el último refuerzo en llegar antes que el 10), la única single que ocupan los jugadores.

Allí Carlitos relaja los músculos y sueña con levantar la séptima. Su cuerpo y su mente no paran. Vuelan.

YO DIGO

POR RAMIRO SCANDOLO​

TEVEZ NO QUIERE SER TEVEZ

Dos veces lo superó el Mundo Boca. A fines del 2004, tuvo que irse a San Pablo porque no podía soportarlo más, era demasiado para su juventud inquieta. En su anterior regreso, después de esa bienvenida a cancha llena y de decir que tenía la experiencia para que eso mismo no lo afectara, terminó partiendo a China. Por la plata y también, según dicen en su entorno, porque otra vez se quemó.

Ahora, para que la tercera no lo derrote definitivamente, no quiere el 10, no piensa pedir la capitanía, tampoco tiene ganas de preocuparse por el estado de las canchas, si en el gimnasio hay pocos aparatos o un compañero no consigue entradas para su familia. Este Apache 2018 no quiere sufrir como los anteriores y dicen que sólo quiere jugar y disfrutar. Ser feliz.

Lo raro es que volvió Tevez, pero se propuso no ser Tevez.

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