“Salir en ‘El Gráfico’ era como si ganaras el Balón de Oro”
Argentina, AS
El Loco Gatti (Carlos Tejedor, Buenos Aires, 1944) fue figura de la portería en Argentina de 1962 a 1988. Como él dice, “uno de los mimados” de ‘El Gráfico’ que ahora cierra. El portero que, según él cuenta, más veces apareció en su portada..
El Loco Gatti (Carlos Tejedor, Buenos Aires, 1944) fue figura de la portería en Argentina de 1962 a 1988. Como él dice, “uno de los mimados” de ‘El Gráfico’ que ahora cierra. El portero que, según él cuenta, más veces apareció en su portada..
¿Qué sensación le deja el cierre de ‘El Gráfico’?
Un drama… Salir en El Gráfico, durante tantos años, era como si te tocase la lotería, como si ganaras el Balón de Oro. Era difícil que salieras si jugabas en un equipo chico, pero… Yo fui portada cuando estaba en el Atlanta. Fue algo especial.
¿Cuántas veces le sacaron a usted?
Tengo el récord de apariciones como portero en la historia de Argentina. Fui portada más de 20 veces. Y el que más tuvo fue Diego Maradona, claro.
¿Cómo recuerda su primera vez?
Tenía 18 años. Fui al campo a pasar las fiestas, volví en enero a hacer la pretemporada al Atlanta y era un perfecto desconocido. Llevaba siete meses jugando en Primera. Me llamaron y me dijeron que querían hacerme un reportaje para la tapa(portada)…
¿Cómo se lo tomó?
Yo vivía con Carlos Griguol y con Artime, dos ídolos de Atlanta, y les dije que me estaban tomando el pelo… Pero fui y era verdad. Un desconocido que vale millones, fue el título. Y allí estaba yo sentado, ante una lluvia de pesos.
¿Cómo reaccionó su familia cuando vio la portada?
En el campo tuvieron que pedir más revistas porque se agotaron (risas). Nadie se lo podía creer.
¿Y la portada a la que tiene más cariño?
Puede haber sido cuando fuimos con Argentina en el 76 a Rusia a hacer una especie de gira. ¡Estaba todo nevado! ¡Blanco! Y allí la mayoría no había visto nunca un copo de nieve, ¿sabe? Jugábamos con una pelota naranja… ¡Naranja!
¿Y la portada?
Los diarios rusos empezaron a decir que yo era superior en algunas cosas a Yashin. Y El Gráfico me hizo un artículo: El oso de Kiev. Y posé en la nieve…
¡Qué recuerdos!
Yo jugaba con un gorrito de lana para el frío, pantalón largo y una petaquita de whisky escondida para quitarme el frío.
¡Me toma el pelo!
Una petaca chiquitita… Se lo juro por mis hijos.
¿Y bebía durante los partidos?
¡Pero claro! ¡Jugábamos nevando! Si me la dio el doctor… Por eso la rompí, porque atajaba borracho (risas). Yo iba a ser el arquero titular de Argentina en el Mundial del 78 pero me rompí la rodilla y no pude acudir. Aquella gira la terminamos en España, jugamos en Sevilla y empatamos 0-0, y por allí andaba Mario Kempes.
Menuda memoria tiene…
Cuando volvimos a Argentina teníamos un Clásico, Boca-River, y allí la grada tira tantos papelitos que se queda el suelo blanco y es difícil ver la pelota. Yo tuve una idea. Le dije al Gordo Muñoz, un periodista mítico que era número uno con Víctor Hugo Morales, que buscara una pelota naranja para que jugáramos con ella, como en Rusia. Y lo hizo. Esa pelota está en el museo de River. Fue un 0-2 y Beto Alonso me metió los dos goles.
¿Qué otras portadas recuerda?
Pues en otro Boca-River, una final que jugábamos para ser campeón. Fue en la cancha de Racing y Boca ganó 1-0 con gol del Chapa Suñé. Yo tuve una gran actuación, me sacaron en la tapa de El Gráfico y fue memorable. Ese fue el último partido que se jugó en ese estadio antes de que lo repararan. La gente de Boca saltaba tanto que se movía la tribuna. Y se paró de jugar como dos años.
¿Cuando era pequeño leía ‘El Gráfico’?
El Gráfico estaba en cada rincón de Argentina, en cada vestuario de club grande o pequeño. Uno quería ser como aquellos que salían en las portadas. Como Amadeo Carrizo, de River… Yo en ese momento era un poquito más de River que de Boca (risas). ¡Como el Charro Moreno! ¡Pelé, que yo jugué contra él y cuando yo era pequeño era un jugador que prometía!
De mayor, ¿se llevaba bien con los periodistas de ‘El Gráfico’?
Juvenal era uno que estaba especializado en hacer las críticas a los porteros, y era muy fanático del puesto y hacía buenos análisis. Sus ídolos éramos Amadeo Carrizo y yo. Hacía buenos análisis, sí… Había otro, Dante Panzeri, que era un revolucionario del fútbol, alguien distinto, de esos que parece como Valdano hablando. La gente esperaba que terminaran los domingos los partidos para oírle hablar por televisión. Había un uruguayo, El Veco… Había muchos periodistas, y sabían, ¿eh?, sabían (risas).
¿A usted le trató ‘El Gráfico’ siempre bien?
Hombre, me dio mucho en mis inicios, y luego me mimó. Uno de los tantos mimados del fútbol argentino de El Gráfico.
¿A quién más mimó?
A Diego el que más. A Messi en su momento. En mis tiempos era una tapa de Boca y otra de River, una de Boca y otra de River. Porque era lo que vendía.
¿Cuál fue la portada más especial que le hicieron a Diego?
Para mí, la del gol con la mano del Mundial. Fue un gol de vivo. La mano de Dios. Y quedó para la historia. Después lo hizo Messi también, ¿no? Pero se ve que en el Barça sí valen los goles con la mano…
Su primera portada y...
Fue en la edición del 30 de enero de 1963. Un joven desconocido, nuestro protagonista, Hugo Gatti, saltó a la fama después de esta portada. Entonces jugaba en el Atlanta. De ahí pasó a River, donde las portadas suyas también eran habituales. Otra fue la célebre fotografía de El Gráfico con Gatti, Maradona y Brindisi embarrados, tras un partido de Boca Juniors en el Campeonato de 1981.