Robinho vuelve a Europa: ¿qué pasará con su condena?
El futbolista brasileño será presentado mañana como nuevo jugador del Sivasspor. Tiene una condena a nueve años de prisión por su presunta participación en la violación grupal.
Mirko Calemme
As
El exmadridista Robinho está a punto de vivir una nueva aventura, quizás la última de su carrera. El brasileño se convertirá en las próximas horas en un nuevo futbolista del Sivasspor, tras varios días en los que circularon rumores sobre el supuesto interés del jugador en la compra de la entidad que milita en la Süper Lig. El mismo club turco ha comunicado a través de sus redes oficiales la noticia: “Alcanzamos un acuerdo con el futbolista profesional Robinho, que llegará a Sivas mañana. Después de las últimas negociaciones, firmará un contrato formal con nosotros y lo anunciaremos públicamente”. Su presentación tendrá lugar este martes, a las 16:30, en el Estadio Sivas 4 Eylül.
Un nuevo reto para el punta, después de sus experiencias en el Atletico Mineiro, Guangzhou, Santos y Milán. Robinho militó durante cuatro temporadas en el club italiano, aunque su periplo en el Bel Paese acabó siendo manchado por la condena a nueve años de prisión por su presunta participación en la violación grupal de una chica, que cuando ocurrieron los hechos (el 22 de enero de 2013) tenía 22 años.
Muchos se preguntan qué pasará con su condena una vez que el futbolista deje Brasil y vuelva a Europa. En teoría, Italia podría pedir la extradición a Turquía, ya que ambos los países están entre los firmantes del Convenio Europeo de Extradición, hecho en París el 13 de diciembre de 1957. Sin embargo, el brasileño no corre este peligro, como confirmaron a AS fuentes cercanas al jugador: la condena del tribunal de Milán llegada a finales de noviembre es de primer grado, y hasta la sentencia de apelación (que podría tardar años en llegar) no puede ser aplicada. Si sus legales le han dado el visto bueno para salir de Brasil es porque, en este momento, no existe el riesgo de una petición de extradición. Así que, con 34 años, Robinho podrá escribir en Turquía el último capítulo de su historia como futbolista... Sin miedo a acabar en la cárcel.
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El exmadridista Robinho está a punto de vivir una nueva aventura, quizás la última de su carrera. El brasileño se convertirá en las próximas horas en un nuevo futbolista del Sivasspor, tras varios días en los que circularon rumores sobre el supuesto interés del jugador en la compra de la entidad que milita en la Süper Lig. El mismo club turco ha comunicado a través de sus redes oficiales la noticia: “Alcanzamos un acuerdo con el futbolista profesional Robinho, que llegará a Sivas mañana. Después de las últimas negociaciones, firmará un contrato formal con nosotros y lo anunciaremos públicamente”. Su presentación tendrá lugar este martes, a las 16:30, en el Estadio Sivas 4 Eylül.
Un nuevo reto para el punta, después de sus experiencias en el Atletico Mineiro, Guangzhou, Santos y Milán. Robinho militó durante cuatro temporadas en el club italiano, aunque su periplo en el Bel Paese acabó siendo manchado por la condena a nueve años de prisión por su presunta participación en la violación grupal de una chica, que cuando ocurrieron los hechos (el 22 de enero de 2013) tenía 22 años.
Muchos se preguntan qué pasará con su condena una vez que el futbolista deje Brasil y vuelva a Europa. En teoría, Italia podría pedir la extradición a Turquía, ya que ambos los países están entre los firmantes del Convenio Europeo de Extradición, hecho en París el 13 de diciembre de 1957. Sin embargo, el brasileño no corre este peligro, como confirmaron a AS fuentes cercanas al jugador: la condena del tribunal de Milán llegada a finales de noviembre es de primer grado, y hasta la sentencia de apelación (que podría tardar años en llegar) no puede ser aplicada. Si sus legales le han dado el visto bueno para salir de Brasil es porque, en este momento, no existe el riesgo de una petición de extradición. Así que, con 34 años, Robinho podrá escribir en Turquía el último capítulo de su historia como futbolista... Sin miedo a acabar en la cárcel.
