Merkel y Macron refuerzan en Davos la alianza multilateral frente a Trump
La canciller alemana y el presidente francés muestran su interés en reformar el proyecto europeo
ALICIA GONZÁLEZ (ENVIADA ESPECIAL)
Davos (Suiza), El País
Primero fueron los primeros ministros de India y de Canadá. Este miércoles ha sido el turno del presidente de Francia, el primer ministro italiano y la canciller alemana. El frente en favor del multilateralismo ha reforzado sus posiciones en Davos y parece decidido a plantar cara a la ola proteccionista que va impulsando Donald Trump, a escasas horas de su llegada al Foro Económico Mundial (WEF, en sus siglas en inglés). Emmanuel Macron y Angela Merkel han mostrado, además, su especial sintonía y el compromiso de ambos con una reforma del proyecto europeo que garantice su supervivencia.
La defensa del multilateralismo, de la globalización y el libre comercio no implica que los grandes líderes políticos que han pasado hasta el momento por el Foro de Davos no reconozcan la necesidad de abordar reformas, que la globalización pasa por un momento de crisis evidente, que no puede seguir adelante tal y como la hemos conocido, que son muchos los que han quedado atrás y que hay que aprender de los errores del pasado. O al menos esa es la teoría que han defendido en este Foro.
“Si no le puedes asegurar a la gente que la globalización es buena para ellos, habrá nacionalistas y extremistas que quieran deshacerse del sistema. Y ganarán. Y no pasará solo en Francia, pasará en todos los países”, ha asegurado Emmanuel Macron. “La desigualdad aún está aumentando, alcanzando niveles intolerables, incluso ahora que se ha vuelto al crecimiento. No podemos acabar en un mundo con una élite cosmopolita y un ejército de trabajadores insatisfechos”, alertó Paolo Gentiloni. “Nuestra historia y nuestras raíces no son sinónimo de proteccionismo”, ha señalado el mandatario italiano. “Me pregunto: ¿hemos aprendido realmente las lecciones de la historia, de las catástrofes provocadas por el hombre en el siglo XX? Realmente, creo que no. El proteccionismo no es la solución”, ha rematado Angela Merkel.
Hubiera sido difícil obtener mayor unanimidad en los mensajes si hubiera habido una coordinación estratégica entre los dirigentes europeos. También a la hora de establecer la solución a esas fuerzas disgregadoras de la globalización: más Europa y una Europa más fuerte. “Debemos responder positiva y decididamente a la llamada para una Europa más fuerte”, ha apuntado Gentiloni. “Si hay países que quieren ser más ambiciosos que otros con el proyecto europeo, avancemos en esa dirección. La puerta estará siempre abierta, pero esa mayor ambición no debe bloquearse”, ha defendido Macron. “Debemos enviar “una señal clara y unida a China, a India, a Estados Unidos y otras grandes economías. Y fracasaremos si lo hacemos por separado”, ha alertado la canciller Merkel.
A partir de ahí, cada uno ha puesto el acento en aquellos aspectos que consideran prioritarios para impulsar el proyecto europeo. Merkel se felicitó por la nueva alianza en materia de defensa. “Europa no ha sido hasta ahora lo suficientemente activa” en este ámbito, ha apuntado la canciller. “Tenemos que hacernos responsables de nuestro futuro, asumir el destino en nuestras manos”, ha reiterado en alusión a la dependencia de Estados Unidos en cuestiones militares. Gentiloni ha expresado su preocupación por la polarización y fragmentación política que sufre Europa, como consecuencia de la creciente desigualdad. Para Macron, —que ha lanzado un contundente; “Francia está de vuelta y lo está en el corazón de Europa”—, Europa debe enarbolar un nuevo “contrato global” que evite una carrera a la baja en materia de impuestos y de regulación y que defienda los valores europeos frente a los americanos y chinos. Poco antes, sin embargo, el presidente francés había vendido como uno de los grandes logros de su todavía corto mandato la rebaja de impuestos que aprobó su Gobierno el año pasado y en la que piensa profundizar.
Detalles como este al margen, no cabe duda de que tanto Macron como Merkel muestran una especial sintonía que este miércoles volvió a quedar patente. La canciller, en su intervención, ha asegurado que “lamentamos mucho el hecho de que los ciudadanos británicos hayan decidido abandonar la Unión Europea, pero lo cierto es que eso nos ha permitido concentrarnos en las cosas importantes, que con la llegada de Macron a la presidencia francesa han recibido un nuevo impulso”. “Hemos aprobado muchas reformas para alinearnos con Alemania y nuestros vecinos del norte”, ha admitido el líder galo.
Las grandes fuerzas europeas hacían así un frente común ante el mensaje que dominará el Foro en los próximos días, el América primero de Donald Trump, el que le llevó hace un año a la Casa Blanca y el que no ha dudado en impulsar una vez en el Gobierno. No es casualidad que Merkel coincidiera este miércoles con Macron y Gentiloni, en un maratoniano día de intervenciones relevantes en el centro de Congresos. La canciller, inmersa en las negociaciones para formar Gobierno, se incorporó a última hora al programa del Foro Económico y fuentes diplomáticas germanas aseguraron entonces que había pedido a los responsables del WEF intervenir “en el día de Europa”. El frente europeo quedaba, sin embargo, un poco cojo. Mariano Rajoy era el único de los jefes de Gobierno de las grandes economías europeas ausente este miércoles en Davos.
ALICIA GONZÁLEZ (ENVIADA ESPECIAL)
Davos (Suiza), El País
Primero fueron los primeros ministros de India y de Canadá. Este miércoles ha sido el turno del presidente de Francia, el primer ministro italiano y la canciller alemana. El frente en favor del multilateralismo ha reforzado sus posiciones en Davos y parece decidido a plantar cara a la ola proteccionista que va impulsando Donald Trump, a escasas horas de su llegada al Foro Económico Mundial (WEF, en sus siglas en inglés). Emmanuel Macron y Angela Merkel han mostrado, además, su especial sintonía y el compromiso de ambos con una reforma del proyecto europeo que garantice su supervivencia.
La defensa del multilateralismo, de la globalización y el libre comercio no implica que los grandes líderes políticos que han pasado hasta el momento por el Foro de Davos no reconozcan la necesidad de abordar reformas, que la globalización pasa por un momento de crisis evidente, que no puede seguir adelante tal y como la hemos conocido, que son muchos los que han quedado atrás y que hay que aprender de los errores del pasado. O al menos esa es la teoría que han defendido en este Foro.
“Si no le puedes asegurar a la gente que la globalización es buena para ellos, habrá nacionalistas y extremistas que quieran deshacerse del sistema. Y ganarán. Y no pasará solo en Francia, pasará en todos los países”, ha asegurado Emmanuel Macron. “La desigualdad aún está aumentando, alcanzando niveles intolerables, incluso ahora que se ha vuelto al crecimiento. No podemos acabar en un mundo con una élite cosmopolita y un ejército de trabajadores insatisfechos”, alertó Paolo Gentiloni. “Nuestra historia y nuestras raíces no son sinónimo de proteccionismo”, ha señalado el mandatario italiano. “Me pregunto: ¿hemos aprendido realmente las lecciones de la historia, de las catástrofes provocadas por el hombre en el siglo XX? Realmente, creo que no. El proteccionismo no es la solución”, ha rematado Angela Merkel.
Hubiera sido difícil obtener mayor unanimidad en los mensajes si hubiera habido una coordinación estratégica entre los dirigentes europeos. También a la hora de establecer la solución a esas fuerzas disgregadoras de la globalización: más Europa y una Europa más fuerte. “Debemos responder positiva y decididamente a la llamada para una Europa más fuerte”, ha apuntado Gentiloni. “Si hay países que quieren ser más ambiciosos que otros con el proyecto europeo, avancemos en esa dirección. La puerta estará siempre abierta, pero esa mayor ambición no debe bloquearse”, ha defendido Macron. “Debemos enviar “una señal clara y unida a China, a India, a Estados Unidos y otras grandes economías. Y fracasaremos si lo hacemos por separado”, ha alertado la canciller Merkel.
A partir de ahí, cada uno ha puesto el acento en aquellos aspectos que consideran prioritarios para impulsar el proyecto europeo. Merkel se felicitó por la nueva alianza en materia de defensa. “Europa no ha sido hasta ahora lo suficientemente activa” en este ámbito, ha apuntado la canciller. “Tenemos que hacernos responsables de nuestro futuro, asumir el destino en nuestras manos”, ha reiterado en alusión a la dependencia de Estados Unidos en cuestiones militares. Gentiloni ha expresado su preocupación por la polarización y fragmentación política que sufre Europa, como consecuencia de la creciente desigualdad. Para Macron, —que ha lanzado un contundente; “Francia está de vuelta y lo está en el corazón de Europa”—, Europa debe enarbolar un nuevo “contrato global” que evite una carrera a la baja en materia de impuestos y de regulación y que defienda los valores europeos frente a los americanos y chinos. Poco antes, sin embargo, el presidente francés había vendido como uno de los grandes logros de su todavía corto mandato la rebaja de impuestos que aprobó su Gobierno el año pasado y en la que piensa profundizar.
Detalles como este al margen, no cabe duda de que tanto Macron como Merkel muestran una especial sintonía que este miércoles volvió a quedar patente. La canciller, en su intervención, ha asegurado que “lamentamos mucho el hecho de que los ciudadanos británicos hayan decidido abandonar la Unión Europea, pero lo cierto es que eso nos ha permitido concentrarnos en las cosas importantes, que con la llegada de Macron a la presidencia francesa han recibido un nuevo impulso”. “Hemos aprobado muchas reformas para alinearnos con Alemania y nuestros vecinos del norte”, ha admitido el líder galo.
Las grandes fuerzas europeas hacían así un frente común ante el mensaje que dominará el Foro en los próximos días, el América primero de Donald Trump, el que le llevó hace un año a la Casa Blanca y el que no ha dudado en impulsar una vez en el Gobierno. No es casualidad que Merkel coincidiera este miércoles con Macron y Gentiloni, en un maratoniano día de intervenciones relevantes en el centro de Congresos. La canciller, inmersa en las negociaciones para formar Gobierno, se incorporó a última hora al programa del Foro Económico y fuentes diplomáticas germanas aseguraron entonces que había pedido a los responsables del WEF intervenir “en el día de Europa”. El frente europeo quedaba, sin embargo, un poco cojo. Mariano Rajoy era el único de los jefes de Gobierno de las grandes economías europeas ausente este miércoles en Davos.