Nuevo desliz. El largo vía crucis en el que
se está convirtiendo LaLiga para el Madrid vivió un nuevo episodio en
Balaídos. El conjunto de Zidane insistió en sus errores habituales y se
dejó dos puntos por concesiones defensivas constantes, silueteadas en
Marcelo.
Disposición errónea.
El 4-4-2 de Zidane, con laterales largos y tan abiertos en ataque,
necesita de un repliegue que ahora mismo el Madrid no tiene (ver
imágenes). A Kroos y Modric no les dio para cerrar los pasillos
interiores en la salida viguesa y Casemiro bastante soportó con Aspas.
Descontrol. Sorprendió la gestión
equivocada de un Madrid con ventaja durante el segundo tiempo, impreciso
con el balón (sólo tuvo el 42,7% de posesión) y a merced de las
transiciones ofensivas del Celta. Demasiadas pérdidas, como la de
Marcelo en el 2-2.
Bale. A Zidane le queda el consuelo de la
convincente actuación del galés como acompañante de Cristiano. Se vació
en la presión hasta que le duró el depósito y se movió con inteligencia
entre los centrales del Celta. El Madrid atacó mejor sin Benzema.
¿Y Marcelo?
Una pérdida de Cristiano en la otra banda derivó en la
contra del Celta. La apertura de Aspas a Wass desmontó a un Marcelo mal
posicionado.
Laterales altos
Achraf y Marcelo no sincronizaron sus incorporaciones en
ataque como en la jugada del penalti. El Celta disfrutaba de espacios a
su espalda para orquestar los contraataques.