Los niños Jesús festejan Reyes con regalos o nuevas familias
Para la ocasión, los creyentes visitan las iglesias y dan obsequios a “los pequeños manuelitos”. Muchas personas adoptan a niños Jesús para llevarlos a misa.
Wara Arteaga / La Paz
Cada año y con atuendos blancos de cinco diferentes tamaños, Frida Gutiérrez lleva a siete niños Jesús a la iglesia para que reciban la bendición en la misa de Reyes. La mujer cuenta que “los pequeños Manuelitos” no son de ellas y son más bien como sus “hijos adoptivos”.
Uno de los niños Jesús pertenece a su esposo, otros son de propiedad de sus hijas y también cuida las imágenes del Niño Dios de sus hermanas, quienes por un viaje no pueden llevarlos a misa hoy, como manda la tradición de la fiesta de los Reyes Magos.
“Las tradiciones dicen que cada 6 de enero los tres Reyes Magos entregan los regalos al Niño Jesús”, explica Gutiérrez, cuya familia celebra este día desde varias generaciones.
Un día antes de la celebración, muchos creyentes compran ropa a sus niños y reponen las piezas faltantes del pesebre. Ayer, en la iglesia San Francisco, centenares de feligreses se reunieron desde muy temprano para adquirir nuevos atuendos para las imágenes. Cerca del lugar, las vendedoras ofertan trajes hechos de sedas y colchones de una variedad de colores.
Un Niño Jesús elaborado en yeso se expone en el museo.
Otras personas deciden llevar a misa un día antes del 6 de enero a sus niños Jesús. “También le daré un regalo a mi nieta”, comentó Gutiérrez, mientras se alista para salir de la iglesia con dos canastas con sus siete niños.
Pero no todos los feligreses salen de la iglesia con los pequeños santos, otros abandonan a los pequeños porque sufrieron un accidente o simplemente ya no pueden encargarse de éstos.
En la feria navideña del Parque Urbano Central, Gladys Silva espera vender más artesanías. Primero porque es la fiesta de Reyes y representa además el último día de venta.
“Llevan ropita para regalarles a sus niños. A otras personas les regalan niños y vienen a completar el pesebre. Otros llevan niños para regalar, llevan de todo”, recuerda Silva.
Variedad de artículos para pesebres se exponen en la feria.
Fotos: Alexis Demarco /Página Siete
En su puesto de venta se puede observar una variedad de ropas en miniatura en diferentes tonos pasteles, reyes magos o animales que acompañan el pesebre y varios tamaños de niños Jesús.
Silva también tiene niños a su cuidado y cada fin de año está alerta para cumplir cuidadosamente la tradición.
“Tengo dos niños que son muy parecidos. Mi mamá me dio uno de ellos, me los regalaron casi al mismo tiempo. No sé si fue casualidad, pero al siguiente año me embaracé y tuve gemelos”, recuerda Silva.
Un nacimiento construido de forma artesanal.
Foto:Alexis Demarco /Página Siete
Ella se muestra reacia a dar crédito a las creencias, pero fue testigo de cosas que la obligaron a cuidar mucho de sus niños Jesús y protegerlos con mucha fe.
“Una vez se desgastó un dedo de la manito del niño. Ese año mi hijo se quejó de dolor en la mano, era el mismo dedo”, recuerda todavía sorprendida. Agrega que cada vez que su pequeño Jesús se lastima o desgasta, se queja a uno de sus hijos a través de sueños.
Wara Arteaga / La Paz
Cada año y con atuendos blancos de cinco diferentes tamaños, Frida Gutiérrez lleva a siete niños Jesús a la iglesia para que reciban la bendición en la misa de Reyes. La mujer cuenta que “los pequeños Manuelitos” no son de ellas y son más bien como sus “hijos adoptivos”.
Uno de los niños Jesús pertenece a su esposo, otros son de propiedad de sus hijas y también cuida las imágenes del Niño Dios de sus hermanas, quienes por un viaje no pueden llevarlos a misa hoy, como manda la tradición de la fiesta de los Reyes Magos.
“Las tradiciones dicen que cada 6 de enero los tres Reyes Magos entregan los regalos al Niño Jesús”, explica Gutiérrez, cuya familia celebra este día desde varias generaciones.
Un día antes de la celebración, muchos creyentes compran ropa a sus niños y reponen las piezas faltantes del pesebre. Ayer, en la iglesia San Francisco, centenares de feligreses se reunieron desde muy temprano para adquirir nuevos atuendos para las imágenes. Cerca del lugar, las vendedoras ofertan trajes hechos de sedas y colchones de una variedad de colores.
Un Niño Jesús elaborado en yeso se expone en el museo.
Otras personas deciden llevar a misa un día antes del 6 de enero a sus niños Jesús. “También le daré un regalo a mi nieta”, comentó Gutiérrez, mientras se alista para salir de la iglesia con dos canastas con sus siete niños.
Pero no todos los feligreses salen de la iglesia con los pequeños santos, otros abandonan a los pequeños porque sufrieron un accidente o simplemente ya no pueden encargarse de éstos.
En la feria navideña del Parque Urbano Central, Gladys Silva espera vender más artesanías. Primero porque es la fiesta de Reyes y representa además el último día de venta.
“Llevan ropita para regalarles a sus niños. A otras personas les regalan niños y vienen a completar el pesebre. Otros llevan niños para regalar, llevan de todo”, recuerda Silva.
Variedad de artículos para pesebres se exponen en la feria.
Fotos: Alexis Demarco /Página Siete
En su puesto de venta se puede observar una variedad de ropas en miniatura en diferentes tonos pasteles, reyes magos o animales que acompañan el pesebre y varios tamaños de niños Jesús.
Silva también tiene niños a su cuidado y cada fin de año está alerta para cumplir cuidadosamente la tradición.
“Tengo dos niños que son muy parecidos. Mi mamá me dio uno de ellos, me los regalaron casi al mismo tiempo. No sé si fue casualidad, pero al siguiente año me embaracé y tuve gemelos”, recuerda Silva.
Un nacimiento construido de forma artesanal.
Foto:Alexis Demarco /Página Siete
Ella se muestra reacia a dar crédito a las creencias, pero fue testigo de cosas que la obligaron a cuidar mucho de sus niños Jesús y protegerlos con mucha fe.
“Una vez se desgastó un dedo de la manito del niño. Ese año mi hijo se quejó de dolor en la mano, era el mismo dedo”, recuerda todavía sorprendida. Agrega que cada vez que su pequeño Jesús se lastima o desgasta, se queja a uno de sus hijos a través de sueños.