Junqueras disputará la presidencia si Puigdemont mantiene su fuga

El Tribunal Supremo decide este jueves si mantiene al líder de Esquerra en prisión o lo deja en libertad

Pere Ríos
Barcelona, El País
A la espera de que Carles Puigdemont decida si regresa de Bruselas e intenta ser investido presidente de la Generalitat, Oriol Junqueras ha empezado a preparar el camino para presentar su candidatura si fallara la primera opción. El Tribunal Supremo revisará este jueves la decisión de mantenerle en prisión, en una vista a la que asistirá el exvicepresidente y en la que pedirá a los tres magistrados de la Sala de Apelaciones un turno de palabra para exponer sus argumentos a favor de la liberación y para normalizar la situación política catalana. Si no fuese excarcelado, volverá a reclamarlo al juez Pablo Llarena.


Las estrategias de Puigdemont y Junqueras empezaron a ir por caminos divergentes desde la proclamación de la independencia el 27 de octubre y no parece que vayan a coincidir, más allá de la actuación política conjunta que pacten Junts per Catalunya y Esquerra Republicana cuando arranque la legislatura. Así, mientras se antoja cada vez más improbable el regreso de Puigdemont, que prometió en campaña su vuelta si ganaba su candidatura, Oriol Junqueras intenta desbrozar el camino para convertirse en candidato si fracasa la alternativa del expresidente.

La Sala de Apelaciones del Tribunal Supremo verá este jueves el recurso de Andreu Van den Eynde, abogado del exvicepresidente, contra la prisión incondicional que dictó el pasado 2 de noviembre la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela y que posteriormente ratificó el juez del Supremo Pablo Llarena. En declaraciones a EL PAÍS, el letrado no quiso hacer ningún pronóstico sobre la decisión judicial. La fiscalía reclamará que se mantenga la situación de prisión incondicional de Junqueras y el letrado sí anticipó que, decidan lo que decidan los jueces, su cliente seguirá insistiendo para reemprender la actividad política en primera línea.

“Reclamaremos a la justicia que se le reconozca a Junqueras un estatus de acorde a su condición para poder ejercer de diputado o, llegado el caso, de presidente de la Generalitat”, explicó el abogado defensor. En esa línea, si el Tribunal Supremo confirmara la prisión, la defensa planteará la próxima semana una nueva petición de libertad al juez Pablo Llarena para que Junqueras pueda participar en la sesión de constitución del Parlament del día 17. Esa misma reclamación será planteada por el exconsejero de Interior Joaquim Forn, y los líderes de la ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, durante la comparecencia prevista para el día 11 ante el juez Llarena.

Además de eso, la defensa de Junqueras reclamará al magistrado que autorice su traslado a una prisión catalana porque cada vez que se celebre un pleno en la Cámara, el líder de Esquerra Republicana tiene previsto solicitar su excarcelación para acudir a las sesiones como diputado electo. Después de la constitución, el próximo Pleno que ha de celebrar el Parlament es el debate de investidura antes del 31 de enero.

Van den Eynde asegura que el mantenimiento de Junqueras en la cárcel podría suponer una “alteración de la voluntad popular”. Considera el letrado que “los jueces no pueden cargarse el resultado electoral” y que Junqueras “tiene derecho a no perjudicar a su grupo parlamentario” y participar en todas las votaciones que se celebren en la Cámara. Eso significa, dice el defensor, que el líder de Esquerra “ha de poder ejercer como diputado, como cabeza de lista de Esquerra o como presidente de la Generalitat”, llegado el caso.

El abogado no quiso anticipar el contenido del alegato que Junqueras hará este jueves ante el Supremo si finalmente se le concede el turno de palabra al final de la vista de apelación. Van den Eynde se entrevistó en la tarde de ayer en la cárcel de Estremera con su cliente para ultimar el contenido de esa intervención en la que haga compatible el argumentario político con la estrategia jurídica de defensa.

La decisión del Supremo tendrá una influencia decisiva en las negociaciones que llevan a cabo Junts per Catalunya y ERC, junto con la CUP, para investir al presidente de la Generalitat. Cada vez parece menos probable que Puigdemont cumpla su promesa de regresar a Cataluña si triunfaba su candidatura. Al menos eso es lo que piensan sus propios correligionarios del PDeCAT, como el responsable de acción política del partido y diputado en el Congreso, Ferran Bel, quien ayer condicionó la vuelta del expresidente a un “pacto político” previo con el Estado. Ese más que improbable acuerdo debería materializarse en “una respuesta política”, según declaró Bel a Cuatro, de manera que Puigdemont pudiera regresar sin ser detenido.

Bel siguió insistiendo en que no es descartable una “investidura telemática” de Puigdemont, un escenario que no tiene amparo en el Reglamento del Parlament, en el que se asegura que “el candidato propuesto presenta ante el Pleno su programa de gobierno y solicita la confianza de la cámara”.

Si fallara la opción de Puigdemont, Esquerra entiende que estaría legitimada para que Junqueras acudiese a la investidura, en tanto que exvicepresidente del anterior Gobierno y cabeza de lista de una candidatura que logró 32 diputados, frente a los 34 de Junts per Catalunya.

Los movimientos no se paran ahí. Los cuatro exconsejeros de la Generalitat huidos en Bruselas (Toni Comín, Meritxell Serret, Clara Ponsatí y Lluís Puig) podrían renunciar al acta de diputado para asegurar la mayoría absoluta independentista en el Parlament el día 17 y en el debate de investidura. Junts per Catalunya, Esquerra y la CUP estudian esta posibilidad para hacer posible la aritmética parlamentaria, que requeriría también la renuncia del exconsejero Joaquim Forn y de Jordi Sànchez si no pueden ir a votar.

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