García considera que las últimas movilizaciones revelan el alzamiento de una clase media en decadencia
"El espacio social de recursos, reconocimientos y oportunidades que anteriormente lo disfrutaban 1,1 millones de personas de clase media tradicional, ahora lo tienen que compartir con otros nuevos 2,2 millones de personas que acaban de ascender desde los sectores populares”, afirma el Vicepresidente en Animal Político.
La Razón Digital / Baldwin Montero / La Paz
El año comenzó con una cadena de protestas contra al Código Penal, que estuvo encabezada por los médicos. El origen, según análisis del vicepresidente Álvaro García Linera, se encuentra en una clase media que se encuentra en decadencia debido a que comenzó a perder espacios de privilegio frente a la creciente "clase media popular".
Plantea este análisis en un artículo que titula “Asonada de la clase media decadente” y que se publica este domingo en el suplemento Animal Política, de La Razón.
La autoridad hace una reflexión sobre las clases sociales, en especial sobre la clase media, y concluye que existe tensión porque la clase media tradicional se ve amenazada en sus privilegios por una clase media popular que, además de ocupar espacios que antes no estaban a su alcance, “tiene vínculos más fluidos con el Estado dirigido por los sectores populares”.
Recuerda que en esta última década el crecimiento de la economía acortó la brecha entre ricos y pobre de 128 a 37 veces, lo que permitió que el 20% de los bolivianos pasen a formar parte de la clase media.
“Esto significa que el espacio social de recursos, reconocimientos y oportunidades que anteriormente lo disfrutaban 1,1 millones de personas de clase media tradicional, ahora lo tienen que compartir con otros nuevos 2,2 millones de personas que acaban de ascender desde los sectores populares”, agrega.
En este contexto ubica las últimas movilizaciones, donde afirma que esta clase media tradicional busca defender sus intereses con “discursos viejos en envolturas nuevas”, como su búsqueda de representación en colectivos ciudadanos. “Claramente es una táctica de camuflaje para buscar adherentes con el discurso de la ‘civilidad’ y la ‘ciudadanía’ para posteriormente llevar a los captados a una militancia política”.
"Se trata de una movilización reactiva a un movimiento tectónico de la sociedad que ha comenzado a desplazar a la clase media tradicional del espacio de sus antiguos privilegios y oportunidades por una clase media de origen popular", afirma la autoridad.
La Razón Digital / Baldwin Montero / La Paz
El año comenzó con una cadena de protestas contra al Código Penal, que estuvo encabezada por los médicos. El origen, según análisis del vicepresidente Álvaro García Linera, se encuentra en una clase media que se encuentra en decadencia debido a que comenzó a perder espacios de privilegio frente a la creciente "clase media popular".
Plantea este análisis en un artículo que titula “Asonada de la clase media decadente” y que se publica este domingo en el suplemento Animal Política, de La Razón.
La autoridad hace una reflexión sobre las clases sociales, en especial sobre la clase media, y concluye que existe tensión porque la clase media tradicional se ve amenazada en sus privilegios por una clase media popular que, además de ocupar espacios que antes no estaban a su alcance, “tiene vínculos más fluidos con el Estado dirigido por los sectores populares”.
Recuerda que en esta última década el crecimiento de la economía acortó la brecha entre ricos y pobre de 128 a 37 veces, lo que permitió que el 20% de los bolivianos pasen a formar parte de la clase media.
“Esto significa que el espacio social de recursos, reconocimientos y oportunidades que anteriormente lo disfrutaban 1,1 millones de personas de clase media tradicional, ahora lo tienen que compartir con otros nuevos 2,2 millones de personas que acaban de ascender desde los sectores populares”, agrega.
En este contexto ubica las últimas movilizaciones, donde afirma que esta clase media tradicional busca defender sus intereses con “discursos viejos en envolturas nuevas”, como su búsqueda de representación en colectivos ciudadanos. “Claramente es una táctica de camuflaje para buscar adherentes con el discurso de la ‘civilidad’ y la ‘ciudadanía’ para posteriormente llevar a los captados a una militancia política”.
"Se trata de una movilización reactiva a un movimiento tectónico de la sociedad que ha comenzado a desplazar a la clase media tradicional del espacio de sus antiguos privilegios y oportunidades por una clase media de origen popular", afirma la autoridad.