El Suárez de la Bota de Oro
El uruguayo iguala el récord de siete jornadas seguidas marcando que firmó en la 15-16. Sólo lleva tres goles menos ahora que cuando llegó a 40 goles y conquistó su segunda Bota de Oro.
Juan Jiménez
As
Igual de feroz que siempre, pero peleado con el gol a principio de temporada y algo desubicado en el dibujo de Valverde, era difícil discutir el compromiso de Luis Suárez y también sus virtudes para el Barça. Pero había dudas razonables sobre su producción goleadora. Sin Neymar y, sobre todo, algo escorado en la izquierda en el nuevo dibujo, parecía más lejos del gol que otras veces. Era una evidencia que tenía menos opciones de gol. Si su porcentaje no era alto, iba a sufrir.
Suárez ha roto todos los pronósticos con una racha fantástica. Lleva siete jornadas seguidas marcando, una cifra que en las grandes ligas europeas sólo ha alcanzado Cavani esta temporada. Y, lo que es mejor noticia para el barcelonismo, el uruguayo ha repetido la racha que tuvo entre el 25 de octubre y el 5 de diciembre de 2015 la temporada que ganó la Bota de Oro. Entonces marcó un hat-trick al Rayo y luego convirtió ante Eibar, Getafe, Villarreal, Real Madrid (2), Real Sociedad y Valencia. Más de dos años después, sus víctimas han sido Celta, Villarreal, Deportivo (2), Real Madrid, Levante, Real Sociedad (2) y Betis (2). Ojo porque Luis Suárez lleva 15 goles este curso. La temporada que ganó la Bota de Oro llevaba 18 en esta misma jornada 20 después de un hat-trick ante el Athletic.
Suárez está tremendo. En Sevilla no tuvo la actuación demoledora de San Sebastián, donde fue quien sacudió el partido. Pero mordió a sus rivales, se peleó con el árbitro, Latre, Feddal y quien hizo falta y marcó dos goles. Uno aprovechando al sobresaliente Rakitic y otro regalo de su amigo Messi. Eso sí. Al contrario que Messi, Suárez sí que no tiene el apoyo de todo el gremio. A los jugadores les molestó que después de la discusión con Feddal, el uruguayo enseñase un mechero lanzado desde la grada. Todo lo contrario de lo que hizo, por ejemplo, Rakitic, que tiró fuera del campo más mecheros después de la celebración del 0-3 e incluso pidió al árbitro que no tuviera importancia. Pero ese es Suárez. Con lo bueno, con lo malo, empieza a tener el mismo rostro de aquel depredador que con 40 goles levantó la segunda Bota de Oro de su carrera.
Juan Jiménez
As
Igual de feroz que siempre, pero peleado con el gol a principio de temporada y algo desubicado en el dibujo de Valverde, era difícil discutir el compromiso de Luis Suárez y también sus virtudes para el Barça. Pero había dudas razonables sobre su producción goleadora. Sin Neymar y, sobre todo, algo escorado en la izquierda en el nuevo dibujo, parecía más lejos del gol que otras veces. Era una evidencia que tenía menos opciones de gol. Si su porcentaje no era alto, iba a sufrir.
Suárez ha roto todos los pronósticos con una racha fantástica. Lleva siete jornadas seguidas marcando, una cifra que en las grandes ligas europeas sólo ha alcanzado Cavani esta temporada. Y, lo que es mejor noticia para el barcelonismo, el uruguayo ha repetido la racha que tuvo entre el 25 de octubre y el 5 de diciembre de 2015 la temporada que ganó la Bota de Oro. Entonces marcó un hat-trick al Rayo y luego convirtió ante Eibar, Getafe, Villarreal, Real Madrid (2), Real Sociedad y Valencia. Más de dos años después, sus víctimas han sido Celta, Villarreal, Deportivo (2), Real Madrid, Levante, Real Sociedad (2) y Betis (2). Ojo porque Luis Suárez lleva 15 goles este curso. La temporada que ganó la Bota de Oro llevaba 18 en esta misma jornada 20 después de un hat-trick ante el Athletic.
Suárez está tremendo. En Sevilla no tuvo la actuación demoledora de San Sebastián, donde fue quien sacudió el partido. Pero mordió a sus rivales, se peleó con el árbitro, Latre, Feddal y quien hizo falta y marcó dos goles. Uno aprovechando al sobresaliente Rakitic y otro regalo de su amigo Messi. Eso sí. Al contrario que Messi, Suárez sí que no tiene el apoyo de todo el gremio. A los jugadores les molestó que después de la discusión con Feddal, el uruguayo enseñase un mechero lanzado desde la grada. Todo lo contrario de lo que hizo, por ejemplo, Rakitic, que tiró fuera del campo más mecheros después de la celebración del 0-3 e incluso pidió al árbitro que no tuviera importancia. Pero ese es Suárez. Con lo bueno, con lo malo, empieza a tener el mismo rostro de aquel depredador que con 40 goles levantó la segunda Bota de Oro de su carrera.