El Barcelona supo ganar sin Messi ni Suárez… a Valverde
Barcelona, AS
Inseparables fuera y dentro del campo, en los últimos años sólo ha habido doce alineaciones del Barça sin Messi y Suárez simultáneamente en el campo. Diez de esos partidos pueden calificarse como ‘intrascendentes’: las eliminatorias ante Huesca, Villanovense, Hércules y Murcia de primera ronda de Copa, una ida de octavos ante un Elche muy disminuido y en plena crisis institucional (0-4) y una vuelta de semifinales después de un 7-0 ante el Valencia. Sólo ha habido dos partidos de verdadero peso en los que Messi y Suárez no eran ‘alineables’ a la vez. En el Camp Nou, el Barça fue incapaz de derrotar la temporada pasada al Málaga. Faltó la magia del argentino y el gol del uruguayo y, pese a contar con Neymar, los azulgrana fueron incapaces de producir suficientes oportunidades como para derrotar al equipo que entonces dirigía Juande Ramos.
Pero sin duda, el partido con más peso que el Barça ha jugado sin Messi y Suárez fue la ida de cuartos de final de la Copa del Rey 2015-16. Fue en San Mamés y con el ambiente caldeado. El Barça había ganado la temporada anterior la final en el Camp Nou con mucha facilidad (3-1) y el final de partido se encendió un poco por una lambretta de Neymar que hirió a los jugadores rojiblancos. Era la oportunidad perfecta de la revancha. El entrenador del Athletic era… Ernesto Valverde. El Barça supo afrontar el partido con una gran dureza mental y Munir y Neymar pusieron en ventaja pronto al Barça. Aduriz dejó abierta la eliminatoria pero fue un buen día para que el vestuario se demostrase que podía competir sin su gran estrella y otro crack. Un buen ejemplo, tal vez, para el partido de esta noche ante el Celta. Aquel día, Sergi Roberto tuvo que jugar de lateral izquierdo por las ausencias de Jordi Alba y Mathieu. La alineación revolucionaria de Luis Enrique salió cara y derrotó a Valverde, que había salido con todo.
Lo cierto es que es extraño ver a Messi y Suárez perdiéndose partidos en el Barcelona. Desde que juegan juntos en la tempotrada 2014-15, el argentino ha jugado 183 partidos sobre 208 posibles, un 87,98 por ciento de los choques. Por su parte, Suárez, que arrastró en su primera temporada la sanción por su mordisco a Chiellini en el Mundial, ha jugado 168 de 199 partidos, también un alto porcentaje del 84,42 por ciento. Hoy también estarán juntos, pero para verlo por televisión. Lo harán después de haberse entrenado por su cuenta en la Ciutat Esportiva.
Inseparables fuera y dentro del campo, en los últimos años sólo ha habido doce alineaciones del Barça sin Messi y Suárez simultáneamente en el campo. Diez de esos partidos pueden calificarse como ‘intrascendentes’: las eliminatorias ante Huesca, Villanovense, Hércules y Murcia de primera ronda de Copa, una ida de octavos ante un Elche muy disminuido y en plena crisis institucional (0-4) y una vuelta de semifinales después de un 7-0 ante el Valencia. Sólo ha habido dos partidos de verdadero peso en los que Messi y Suárez no eran ‘alineables’ a la vez. En el Camp Nou, el Barça fue incapaz de derrotar la temporada pasada al Málaga. Faltó la magia del argentino y el gol del uruguayo y, pese a contar con Neymar, los azulgrana fueron incapaces de producir suficientes oportunidades como para derrotar al equipo que entonces dirigía Juande Ramos.
Pero sin duda, el partido con más peso que el Barça ha jugado sin Messi y Suárez fue la ida de cuartos de final de la Copa del Rey 2015-16. Fue en San Mamés y con el ambiente caldeado. El Barça había ganado la temporada anterior la final en el Camp Nou con mucha facilidad (3-1) y el final de partido se encendió un poco por una lambretta de Neymar que hirió a los jugadores rojiblancos. Era la oportunidad perfecta de la revancha. El entrenador del Athletic era… Ernesto Valverde. El Barça supo afrontar el partido con una gran dureza mental y Munir y Neymar pusieron en ventaja pronto al Barça. Aduriz dejó abierta la eliminatoria pero fue un buen día para que el vestuario se demostrase que podía competir sin su gran estrella y otro crack. Un buen ejemplo, tal vez, para el partido de esta noche ante el Celta. Aquel día, Sergi Roberto tuvo que jugar de lateral izquierdo por las ausencias de Jordi Alba y Mathieu. La alineación revolucionaria de Luis Enrique salió cara y derrotó a Valverde, que había salido con todo.
Lo cierto es que es extraño ver a Messi y Suárez perdiéndose partidos en el Barcelona. Desde que juegan juntos en la tempotrada 2014-15, el argentino ha jugado 183 partidos sobre 208 posibles, un 87,98 por ciento de los choques. Por su parte, Suárez, que arrastró en su primera temporada la sanción por su mordisco a Chiellini en el Mundial, ha jugado 168 de 199 partidos, también un alto porcentaje del 84,42 por ciento. Hoy también estarán juntos, pero para verlo por televisión. Lo harán después de haberse entrenado por su cuenta en la Ciutat Esportiva.