De promesa del fútbol alemán a soldado de ISIS, la increíble historia de Barak Karan
Tenía una promisoria carrera, tras haber formado parte de selecciones juveniles de Alemania, pero decidió dejar el fútbol para adentrarse en la Guerra Civil Siria. El 11 de octubre de 2013 murió tras un ataque en la frontera con Turquía
Juan Franco Gagliardi
Infobae
Burak Karan podría haber sido el ídolo de los jóvenes, tenía todo para triunfar en el fútbol; pero eso a él nunca le interesó realmente. Su cabeza siempre estuvo focalizada en otro lado.
Nacido el 11 de septiembre de 1987 en Wuppertal, este defensor tuvo una prometedora y fugaz carrera como futbolista. Durante su adolescencia llegó a disputar algunos partidos con la Selección de Alemania Sub 16 y Sub 17, donde compartió plantel con jugadores de la talla de Sami Khedira (Juventus de Italia), Kevin-Prince Boateng (Eintracht Fráncfort) y Dennis Aogo (Stuttgart).
Mientras su carrera iba en ascenso, al dejar las juveniles B del Bayer Leverkusen para pasar al Hertha Berlín y luego al Hamburgo, dentro de él se despertaba una inesperada pasión. Durante sus ratos libres no veía fútbol ni jugaba con la PlayStation como la mayoría de sus amigos, él disfrutaba viendo videos de guerras.
Aunque algunos sostienen que una rotura de ligamento cruzado que lo atrasó en su evolución pudo ser el detonante, su hermano Mustafá Karan, en una entrevista al diario alemán Bild en 2013, dio otro punto de vista
"Burak me dijo que el dinero y su carrera no eran importantes para él. Se transformó y empezó a mirar videos en Internet sobre zonas en guerra. Le parecía muy injusta la manera en la que moría la gente, así que un día dejó todo y se marchó", sostuvo Mustafá.
Karan destinó parte de su dinero a enviar medicamentos y alimentos a la zona de guerra en la frontera entre Siria y Turquía. Hasta que un día sintió que su contribución a la distancia no era suficiente y optó por incrementar su compromiso con los ideales yihadistas.
A mitad del 2008, ya defendiendo los colores del Aachen (antes pasó por el Hannover), decidió retirarse de la actividad a sus 20 años. Pese a que tenía condiciones y chances reales de llegar a triunfar en el mundo del fútbol, Burak optó por marcharse junto a su mujer y sus dos niños rumbo a los países árabes buscando formación militar.
Antes de instalarse definitivamente en Siria, Burak comenzó a leer el Corán, adentrarse al islamismo más radical y a defender la Guerra Santa, formando parte de varios ejércitos rebeldes.
Karan, que antes de marcharse de Alemania llegó a ser investigado por la seguridad teutona por supuestos vínculos con Al Qaeda, murió el 11 de octubre de 2013 en pleno combate contra el régimen de Al-Assad, durante un comando aéreo en la ciudad de Azaz, en la frontera con Turquía.
Juan Franco Gagliardi
Infobae
Burak Karan podría haber sido el ídolo de los jóvenes, tenía todo para triunfar en el fútbol; pero eso a él nunca le interesó realmente. Su cabeza siempre estuvo focalizada en otro lado.
Nacido el 11 de septiembre de 1987 en Wuppertal, este defensor tuvo una prometedora y fugaz carrera como futbolista. Durante su adolescencia llegó a disputar algunos partidos con la Selección de Alemania Sub 16 y Sub 17, donde compartió plantel con jugadores de la talla de Sami Khedira (Juventus de Italia), Kevin-Prince Boateng (Eintracht Fráncfort) y Dennis Aogo (Stuttgart).
Mientras su carrera iba en ascenso, al dejar las juveniles B del Bayer Leverkusen para pasar al Hertha Berlín y luego al Hamburgo, dentro de él se despertaba una inesperada pasión. Durante sus ratos libres no veía fútbol ni jugaba con la PlayStation como la mayoría de sus amigos, él disfrutaba viendo videos de guerras.
Aunque algunos sostienen que una rotura de ligamento cruzado que lo atrasó en su evolución pudo ser el detonante, su hermano Mustafá Karan, en una entrevista al diario alemán Bild en 2013, dio otro punto de vista
"Burak me dijo que el dinero y su carrera no eran importantes para él. Se transformó y empezó a mirar videos en Internet sobre zonas en guerra. Le parecía muy injusta la manera en la que moría la gente, así que un día dejó todo y se marchó", sostuvo Mustafá.
Karan destinó parte de su dinero a enviar medicamentos y alimentos a la zona de guerra en la frontera entre Siria y Turquía. Hasta que un día sintió que su contribución a la distancia no era suficiente y optó por incrementar su compromiso con los ideales yihadistas.
A mitad del 2008, ya defendiendo los colores del Aachen (antes pasó por el Hannover), decidió retirarse de la actividad a sus 20 años. Pese a que tenía condiciones y chances reales de llegar a triunfar en el mundo del fútbol, Burak optó por marcharse junto a su mujer y sus dos niños rumbo a los países árabes buscando formación militar.
Antes de instalarse definitivamente en Siria, Burak comenzó a leer el Corán, adentrarse al islamismo más radical y a defender la Guerra Santa, formando parte de varios ejércitos rebeldes.
Karan, que antes de marcharse de Alemania llegó a ser investigado por la seguridad teutona por supuestos vínculos con Al Qaeda, murió el 11 de octubre de 2013 en pleno combate contra el régimen de Al-Assad, durante un comando aéreo en la ciudad de Azaz, en la frontera con Turquía.