Boca obligado a cambiar para el clásico con River
Por las bajas de los colombianos, la lesión de Pablo Pérez y la carga de minutos de los demás jugadores, el Melli podría modificar hasta el esquema para enfrentar a River y volcarse al 4-3-1-2. Igual, el viernes lo define.
Juan Szeinfeld @juanszeinfeld
jszeinfeld@ole.com.ar
El superclásico del domingo próximo, a las 22.00 en Mar del Plata, le llega en un mal momento a Boca. Guillermo Barros Schelotto quería insistir con el esquema 4-2-3-1 que utilizó en los amistosos ante Godoy Cruz, en Mendoza, y Aldosivi, en la Feliz, pero las bajas por lesión de Pablo Pérez y por la situación judicial de los colombianos Fabra, Barrios y Cardona (más la acumulación de minutos de los otros jugadores), complican sus planes. Por eso, contra River podría cambiar hasta de esquema. Y utilizar el 4-3-1-2. Aunque la práctica de este jueves en Alvarado no transmitió una certeza.
El Melli sabe que debe dosificar esfuerzos para no exponer a sus futbolistas a más lesiones. Por ejemplo, Nández y Espinoza y Mas jugaron los dos amistosos. Seba Pérez, que venía de nueve meses de inactividad por una rotura de ligamentos, jugó un partido y medio. Y la prioridad es que lleguen bien al sábado 27, ante Colón, en la Bombonera, en el reinicio de la Superliga.
Una posibilidad es que Maroni juegue de enganche, con Tevez y Pavón adelante. Wanchope Abila fue titular contra el Tiburón, incluso metió un gol, pero viene de recuperarse de un desgarro y Guillermo lo quiere entero contra el Sabalero. Y hay que ver qué pasa con Bou, a quienes los mellizos le tienen confianza. Igual, todo está abierto. Hasta Espinoza puede tener una chance más.
Tampoco hay que descartar que Julián Chicco, volante central, juegue frente a River. El juvenil viajó por las bajas de los colombianos. Y es una alternativa para reforzar el mediocampo, sobre todo a partir del desgaste que arrastran Nández y Seba Pérez.
Todo para resolver: el Melli tiene dos días más de práctica para probar antes del Súper. Pero por más que el rival sea River, no piensa arriesgar más jugadores.
jszeinfeld@ole.com.ar
El superclásico del domingo próximo, a las 22.00 en Mar del Plata, le llega en un mal momento a Boca. Guillermo Barros Schelotto quería insistir con el esquema 4-2-3-1 que utilizó en los amistosos ante Godoy Cruz, en Mendoza, y Aldosivi, en la Feliz, pero las bajas por lesión de Pablo Pérez y por la situación judicial de los colombianos Fabra, Barrios y Cardona (más la acumulación de minutos de los otros jugadores), complican sus planes. Por eso, contra River podría cambiar hasta de esquema. Y utilizar el 4-3-1-2. Aunque la práctica de este jueves en Alvarado no transmitió una certeza.
El Melli sabe que debe dosificar esfuerzos para no exponer a sus futbolistas a más lesiones. Por ejemplo, Nández y Espinoza y Mas jugaron los dos amistosos. Seba Pérez, que venía de nueve meses de inactividad por una rotura de ligamentos, jugó un partido y medio. Y la prioridad es que lleguen bien al sábado 27, ante Colón, en la Bombonera, en el reinicio de la Superliga.
Una posibilidad es que Maroni juegue de enganche, con Tevez y Pavón adelante. Wanchope Abila fue titular contra el Tiburón, incluso metió un gol, pero viene de recuperarse de un desgarro y Guillermo lo quiere entero contra el Sabalero. Y hay que ver qué pasa con Bou, a quienes los mellizos le tienen confianza. Igual, todo está abierto. Hasta Espinoza puede tener una chance más.
Tampoco hay que descartar que Julián Chicco, volante central, juegue frente a River. El juvenil viajó por las bajas de los colombianos. Y es una alternativa para reforzar el mediocampo, sobre todo a partir del desgaste que arrastran Nández y Seba Pérez.
Todo para resolver: el Melli tiene dos días más de práctica para probar antes del Súper. Pero por más que el rival sea River, no piensa arriesgar más jugadores.
