Valverde exige refuerzos ya para poder consolidar su proyecto
El plan era un medio, pero también puede llegar un central. Ya hay organizada una reunión de área técnica para decidir los fichajes.
Moisés Llorens
As
Ernesto Valverde quiere reforzar la plantilla, mientras que la directiva, para ello, le ha encomendado a la dirección deportiva que adelgace el grupo que ahora dirige el técnico extremeño. La ecuación tiene un fin común: hacer aún más competitivo al equipo para tratar de abordar con solvencia el tramo decisivo de la temporada a partir de enero.
El entrenador azulgrana pretendía dos medios versátiles, a la espera de la reaparición de Ousmane Dembélé, cada vez más próxima. Pero, entre la lesión de Samuel Umtiti (ocho semanas por una grave dolencia en el bíceps femoral de la pierna derecha) y las intenciones de Javier Mascherano de querer irse del club en enero, pueden hacer cambiar los planes. En el club aseguran tener “músculo económico” para hacer frente a cualquier operación, aunque antes deberían adelgazar el gasto de nóminas, la masa salarial, demasiado elevada, según los entendidos.
Con Robert Fernández de viaje por Sudamérica en los últimos días, para su regreso está organizada una reunión del área deportiva. La idea es poner en orden los objetivos y comenzar a cerrar operaciones abiertas, con el fin de que Valverde tenga cuanto antes los refuerzos deseados. El nombre de Philippe Coutinho sigue destacando bajo el foco de luces de neón, aunque el Liverpool, como ya hizo el pasado verano, no atiende a negociar, y menos con el Barcelona. Desde Anfield insisten en que el brasileño no se moverá y el jugador ya se mojó en exceso el pasado verano como para arriesgarse a ser castigado por Jürgen Klopp y que éste le deje sin participar, cosa que podría perjudicarle con vistas al Mundial.
Valverde entiende que en las próximas semanas acabarán poniéndose bien Dembélé y Rafinha Alcántara, dos futbolistas que le pueden venir bien. Pero quiere más. Teniendo en cuenta el panorama con Coutinho, en el club manejan con interés la opción de Arthur, medio de creación del Gremio, aunque la cosa se vio enturbiada con la publicación de unas fotos del jugador con Robert y André Cury, representante del Barcelona en Sudamérica. Si los culés le acaban echando el lazo, el precio puede llegar a los 50 millones de euros, precio de su cláusula, aunque, claro, Bartomeu y sus ejecutivos pretenden negociar un precio pese al enfado de los dirigentes del club brasileño.
Otro nombre que sigue estando presente es el de Mesut Özil, del Arsenal, por el que se tendrían que abonar 20 millones de euros. Desde Inglaterra se filtró que el alemán solicitaría 19 millones brutos, ficha que echaría atrás al Barça, que también mirará el mercado de centrales a la espera de que se confirme la salida de Mascherano. Yerri MIna sigue esperando que le llamen, aunque genera dudas. Iñigo Martínez (Real Sociedad) y De Ligt (Ajax) tienen sus opciones.
Moisés Llorens
As
Ernesto Valverde quiere reforzar la plantilla, mientras que la directiva, para ello, le ha encomendado a la dirección deportiva que adelgace el grupo que ahora dirige el técnico extremeño. La ecuación tiene un fin común: hacer aún más competitivo al equipo para tratar de abordar con solvencia el tramo decisivo de la temporada a partir de enero.
El entrenador azulgrana pretendía dos medios versátiles, a la espera de la reaparición de Ousmane Dembélé, cada vez más próxima. Pero, entre la lesión de Samuel Umtiti (ocho semanas por una grave dolencia en el bíceps femoral de la pierna derecha) y las intenciones de Javier Mascherano de querer irse del club en enero, pueden hacer cambiar los planes. En el club aseguran tener “músculo económico” para hacer frente a cualquier operación, aunque antes deberían adelgazar el gasto de nóminas, la masa salarial, demasiado elevada, según los entendidos.
Con Robert Fernández de viaje por Sudamérica en los últimos días, para su regreso está organizada una reunión del área deportiva. La idea es poner en orden los objetivos y comenzar a cerrar operaciones abiertas, con el fin de que Valverde tenga cuanto antes los refuerzos deseados. El nombre de Philippe Coutinho sigue destacando bajo el foco de luces de neón, aunque el Liverpool, como ya hizo el pasado verano, no atiende a negociar, y menos con el Barcelona. Desde Anfield insisten en que el brasileño no se moverá y el jugador ya se mojó en exceso el pasado verano como para arriesgarse a ser castigado por Jürgen Klopp y que éste le deje sin participar, cosa que podría perjudicarle con vistas al Mundial.
Valverde entiende que en las próximas semanas acabarán poniéndose bien Dembélé y Rafinha Alcántara, dos futbolistas que le pueden venir bien. Pero quiere más. Teniendo en cuenta el panorama con Coutinho, en el club manejan con interés la opción de Arthur, medio de creación del Gremio, aunque la cosa se vio enturbiada con la publicación de unas fotos del jugador con Robert y André Cury, representante del Barcelona en Sudamérica. Si los culés le acaban echando el lazo, el precio puede llegar a los 50 millones de euros, precio de su cláusula, aunque, claro, Bartomeu y sus ejecutivos pretenden negociar un precio pese al enfado de los dirigentes del club brasileño.
Otro nombre que sigue estando presente es el de Mesut Özil, del Arsenal, por el que se tendrían que abonar 20 millones de euros. Desde Inglaterra se filtró que el alemán solicitaría 19 millones brutos, ficha que echaría atrás al Barça, que también mirará el mercado de centrales a la espera de que se confirme la salida de Mascherano. Yerri MIna sigue esperando que le llamen, aunque genera dudas. Iñigo Martínez (Real Sociedad) y De Ligt (Ajax) tienen sus opciones.