Nuevo escándalo para Teo Gutiérrez: lo acusaron de haber seducido a la esposa de otro compañero de Junior
Tras el conflicto con Roberto Ovelar y su mujer Gladys Ortega, los medios colombianos señalan que también habría buscado un affaire con Karina Cruz, pareja del mediocampista James Sánchez
Infobae
Como si hubiese tenido poco con el caso Roberto Ovelar–Gladys Ortega, Teófilo Gutiérrez no se toma vacaciones de los escándalos. El colombiano, de 32 años, había sido acusado de intentar seducir a la esposa de su compañero de Junior de Barranquilla vía redes sociales. El delantero paraguayo, ante la coyuntura y la repercusión mediática que tuvo, decidió emigrar a Millonarios de Bogotá junto a su familia, no sin antes aclarar que "el conflicto existió".
Como si hubiese tenido poco con el caso Roberto Ovelar–Gladys Ortega, Teófilo Gutiérrez no se toma vacaciones de los escándalos. El colombiano, de 32 años, había sido acusado de intentar seducir a la esposa de su compañero de Junior de Barranquilla vía redes sociales. El delantero paraguayo, ante la coyuntura y la repercusión mediática que tuvo, decidió emigrar a Millonarios de Bogotá junto a su familia, no sin antes aclarar que "el conflicto existió".
Pues bien, habiendo partido una de las partes involucradas, se suponía que la calma iba a volver a reinar en el vestuario de Junior. Sin embargo, estalló un nuevo escándalo, similar al anterior. Y otra vez tiene a Teo como protagonista. Ahora, los medios del corazón de Colombia señalan que el atacante de la selección, que tuvo pasos por Racing y por River, también buscó seducir a Karina Cruz Barros, la esposa del mediocampista James Sánchez. La escalada del conflicto llegó al punto de que el periodista Hugo Illeros, en una columna de opinión en Diario Deportes, escribió que Gutiérrez no sólo desestabilizó el matrimonio de Ovelar, sino que además fue el causante de la separación de Sánchez y Karina Cruz.
"Quiero aclararles que ninguna de las personas mencionadas en estos medios están involucradas ni merecen ser maltratadas por lo dicho de terceras personas porque el tema es totalmente falso", escribió Sánchez en su cuenta de Instagram, intentando quitarle relevancia a la información, que además intentó buscar sustento en los hechos: a partir de que comenzaron los rumores sobre los intentos de seducción de Teo, tanto Ovelar como Sánchez habrían disminuido su incidencia en el equipo.
Pero la vitrina mediática le subió la temperatura a la controvertida situación. Los programas de espectáculos señalaron que la propia Karina Cruz, en conversaciones privadas, les había confiado a los periodistas que Teo la había chantajeado con fotos privadas de ella para que tuvieran sexo. Incluso, le adjudicaron a la esposa de Sánchez la siguiente frase: "Teo es un patán inmaduro, sí salimos no lo niego, me acosté con él porque me chantajeó con una fotos íntimas". Sin embargo, dicha conversación vía chat no fue mostrada ante las cámaras ni publicada por parte de los que la difundieron.
En consecuencia, Karina Cruz Barros decidió ayer brindarle su versión al diario El Heraldo, acompañando sus palabras con una osada producción de fotos. "Hace unos tres meses me dijeron que había un audio circulando que me involucraban a mí y a la esposa de (Roberto) Ovelar con Teófilo Gutiérrez. Fue ese audio, nada más. No tuve ninguna relación con ese señor, no conozco ni a su esposa y tampoco me he cruzado ni con sus hijos ni con él ni en el estadio", señaló la dama implicada. Respecto de la supuesta versión del chantaje, Cruz planteó que "hubo otra persona que dio declaraciones falsas" y advirtió que le inició acciones legales a los medios que las difundieron. "Mi matrimonio con James está bien, como toda pareja tenemos problemas, dificultades, altos, bajos, risas, lágrimas, porque es difícil tener un esposo de esta profesión", detalló, sobre los rumores de separación del futbolista colombiano nacionalizado panameño.
Mientras tanto, ajeno a los vaivenes mediáticos por sus supuestos dotes de seductor, Teo está de vacaciones. Y postea en continuado fotos con su familia. Como imponiendo el contraste de la imagen que los conflictos dibujan del delantero.