Los 'noticias desde Járkov' apagan al Nápoles

En un partido condicionado por lo que ocurría en Járkov entre Shakhtar y City, los italianos se diluyeron. Ganaban desde el 2' y acabaron perdiendo en el 91'.

Mirko Calemme
As
El Nápoles se despide de la Champions League con una triste derrota ante el Feyenoord, en un partido extremadamente condicionado por lo que ocurría en Járkov entre Shakhtar y Manchester City, cuyas noticias llegaron al banquillo y a los jugadores azzurri, apagándolos. Y eso que la noche había empezado muy bien para los de Sarri. Después de apenas dos minutos, Zielinski, adaptado en la posición del lesionado Insigne, finalizó una jugada a balón parado tras un lanzamiento de falta servido por Diawara, un cabezazo de Albiol y un intento de despeje de los locales. Los azzurri, que sentían la hazaña posible, siguieron empujando y estuvieron a un paso del 0-2 con Mertens y con Hamsik, que no alcanzó un balón desviado por Vermeer tras un buen intento de Callejón.


Sin embargo, poco antes de la media hora de juego llegó la noticia que ningún napolitano quería escuchar: un gol del Shakhtar ante el City, que venía de veinte triunfos consecutivos. Cuando Bernard batió a Ederson, le sacó al Nápoles la ilusión y las ganas de ganar un partido que ya significaba muy poco. Poco después, y no fue casualidad, los de van Bronckhorst pusieron las tablas: tras un elegante regate, Berghuis centró para Jorgensen, que se coló entre Albiol y Koulibaly y batió a Reina con un cabezazo perfecto.

Antes del descanso llegó también la noticia del 2-0 ucraniano, y ahí los italianos ya perdieron todas las esperanzas. El Nápoles, resignado a su destino, buscaba el 1-2 sin muchas ganas, y Sarri, pensando en la liga, quitó a dos intocables como Callejón y Allan dando su señal de rendición. Los partenopei ni se animaron cuando Vilhena dejó a los holandeses con diez por doble amarilla. Es más, en la última jugada, el Feyenoord hasta logró el gol de la victoria, con un córner que Tapía prolongó para St. Juste, que ni tuvo que saltar para batir a Reina con la cabeza. Ahí se acabó el enfrentamiento y la Champions de los napolitanos: el equipo de van Bronckhorst celebró los primeros tres puntos de su desastrosa fase de grupos mientras Sarri lloraba una eliminación debida sobre todo a la derrota en la primera jornada ante el Shakhtar. Su amigo Pep, esta noche, no le ayudó.

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