Las 5 diferencias entre el Barça de Valverde y el de hace un año
El Barça ha cambiado mucho en un año. Valverde sustituyó a Luis Enrique, Neymar dejó el club... Estas son las cinco diferencias.
Santi Giménez
As
El Tridente
El Barcelona de hace un año vivía del Tridente Messi-Suárez-Neymar. En esa delantera se encontraba la explicación a todo lo que le pasaba al equipo. La salida de Neymar este verano cambió el paisaje radicalmente. Sobre el campo, esa es la gran diferencia respecto al año pasado. El Barcelona se ha sobrepuesto al shock que supuso la salida de Neymar en base al de siempre: Messi, que si ya desplegaba un fútbol definitivo hace un año, ahora aún sigue influyendo más en el juego tras la marcha del brasileño.
Messi
Hace un año, Messi decidía el derbi barcelonés contra el Espanyol en el Camp Nou (4-1) con dos jugadas estratosféricas que culminaron Suárez y Jordi Alba. En eso, el Barcelona sigue igual para felicidad de sus seguidores. Marque o no marque, el juego de Messi es fundamental para el Barcelona. Difícilmente hay un partido en el que el argentino no sea el mejor de su equipo más allá de su rendimiento goleador. En eso, el Barça sigue igual.
El banquillo
Junto a la salida de Neymar, la diferencia más clara del Barcelona actual respecto al del año pasado está en la figura del entrenador. Valverde ha pacificado el ecosistema barcelonista a base de imponer el sentido común y la normalidad. Donde antes Luis Enrique buscaba el conflicto y se sentía cómodo en la discusión, ahora hay un entrenador que nunca alza la voz en público y rehuye la polémica. En el fondo, tanto Luis Enrique como Valverde aislaron al equipo del ruido exterior. La diferencia está en que uno lo basaba todo en la trinchera de defensa contra un enemigo exterior y el otro lo realiza en base a una cotidianidad que normaliza cualquier situación.
Solidez
En lo que se refiere a los números en la Liga, llama la atención que hace un año el Barcelona había encajado 16 goles en 16 partidos de Liga. En la actualidad, con 16 partidos disputados la cifra se ha reducido a 7, menos de la mitad. La solidez de este equipo nada tiene que ver con la versión de hace doce meses. Ante la pérdida de espectacularidad que conllevaba la salida de Neymar, el Barcelona se ha refugiado en el orden. Pero eso no supone una pérdida de eficacia ofensiva. Los goles marcados a esta altura de la temporada son más (42 ahora por 41 hace un año) mientras que el balance en la cuenta de resultados es incomparable. Hace un año el Barça había ganado 10 partidos, empatado cuatro y perdido dos. A día de hoy el balance es de 13 victorias y tres empates sin ninguna derrota.
Consolidaciones y decepciones
El trabajo de Valverde ha venido a confirmar sensaciones respecto a algunos jugadores que estaban hace un año en un interín de provisionalidad en el que no se sabía demasiado bien hacia donde iban a romper. Por ejemplo, Sergi Roberto hace un año prometía como lateral derecho pero nadie tenía muy claro si iba a consolidarse en esa posición. Un año después se puede asegurar que el de Reus es el mejor lateral derecho del Barcelona a pesar de los intentos por traer a un especialista en esa posición. Además de la consolidación de Sergi Roberto, este año se ha confirmado la autoridad de Umtiti, que ha conquistado la plaza de central titular por encima de un Mascherano que tras renovar hace un año ahora quiere irse a China porque no juega. Entre las decepciones está también Arda Turan, que aunque parezca extraño, hace un año era un jugador fijo en las convocatorias y el primer recambio de Luis Enrique para entrar desde el banquillo. Con Valverde no juega, ni viaja ni se espera otra cosa de él que no sea marcharse del equipo cuanto antes.
Santi Giménez
As
El Tridente
El Barcelona de hace un año vivía del Tridente Messi-Suárez-Neymar. En esa delantera se encontraba la explicación a todo lo que le pasaba al equipo. La salida de Neymar este verano cambió el paisaje radicalmente. Sobre el campo, esa es la gran diferencia respecto al año pasado. El Barcelona se ha sobrepuesto al shock que supuso la salida de Neymar en base al de siempre: Messi, que si ya desplegaba un fútbol definitivo hace un año, ahora aún sigue influyendo más en el juego tras la marcha del brasileño.
Messi
Hace un año, Messi decidía el derbi barcelonés contra el Espanyol en el Camp Nou (4-1) con dos jugadas estratosféricas que culminaron Suárez y Jordi Alba. En eso, el Barcelona sigue igual para felicidad de sus seguidores. Marque o no marque, el juego de Messi es fundamental para el Barcelona. Difícilmente hay un partido en el que el argentino no sea el mejor de su equipo más allá de su rendimiento goleador. En eso, el Barça sigue igual.
El banquillo
Junto a la salida de Neymar, la diferencia más clara del Barcelona actual respecto al del año pasado está en la figura del entrenador. Valverde ha pacificado el ecosistema barcelonista a base de imponer el sentido común y la normalidad. Donde antes Luis Enrique buscaba el conflicto y se sentía cómodo en la discusión, ahora hay un entrenador que nunca alza la voz en público y rehuye la polémica. En el fondo, tanto Luis Enrique como Valverde aislaron al equipo del ruido exterior. La diferencia está en que uno lo basaba todo en la trinchera de defensa contra un enemigo exterior y el otro lo realiza en base a una cotidianidad que normaliza cualquier situación.
Solidez
En lo que se refiere a los números en la Liga, llama la atención que hace un año el Barcelona había encajado 16 goles en 16 partidos de Liga. En la actualidad, con 16 partidos disputados la cifra se ha reducido a 7, menos de la mitad. La solidez de este equipo nada tiene que ver con la versión de hace doce meses. Ante la pérdida de espectacularidad que conllevaba la salida de Neymar, el Barcelona se ha refugiado en el orden. Pero eso no supone una pérdida de eficacia ofensiva. Los goles marcados a esta altura de la temporada son más (42 ahora por 41 hace un año) mientras que el balance en la cuenta de resultados es incomparable. Hace un año el Barça había ganado 10 partidos, empatado cuatro y perdido dos. A día de hoy el balance es de 13 victorias y tres empates sin ninguna derrota.
Consolidaciones y decepciones
El trabajo de Valverde ha venido a confirmar sensaciones respecto a algunos jugadores que estaban hace un año en un interín de provisionalidad en el que no se sabía demasiado bien hacia donde iban a romper. Por ejemplo, Sergi Roberto hace un año prometía como lateral derecho pero nadie tenía muy claro si iba a consolidarse en esa posición. Un año después se puede asegurar que el de Reus es el mejor lateral derecho del Barcelona a pesar de los intentos por traer a un especialista en esa posición. Además de la consolidación de Sergi Roberto, este año se ha confirmado la autoridad de Umtiti, que ha conquistado la plaza de central titular por encima de un Mascherano que tras renovar hace un año ahora quiere irse a China porque no juega. Entre las decepciones está también Arda Turan, que aunque parezca extraño, hace un año era un jugador fijo en las convocatorias y el primer recambio de Luis Enrique para entrar desde el banquillo. Con Valverde no juega, ni viaja ni se espera otra cosa de él que no sea marcharse del equipo cuanto antes.