La amenaza de Mariano Rajoy al futuro gobierno catalán: "No vuelvan a poner a prueba la calidad de nuestra democracia"

El mandatario español hizo un balance del año y afirmó que su conflicto con la Generalitat fue "extraordinariamente difícil". Aseguró que su Gobierno no aceptará "ningún chantaje, medidas de fuerza ni políticas de hechos consumados"

Infobae
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, advirtió este viernes al futuro Gabinete de la región de Cataluña de que no vuelva "a poner a prueba" la "calidad de la democracia" y ofreció su voluntad de diálogo para favorecer la recuperación económica y la tranquilidad social.


Rajoy compareció ante la prensa para hacer balance del año y explicar sus perspectivas para 2018, y se mostró convencido de que el ejercicio a punto de acabar "ha sido extraordinariamente difícil", en especial por la "desestabilizadora" declaración ilegal de independencia que el Parlamento catalán aprobó el 27 de octubre.

Ese mismo día, y previa autorización del Senado, Rajoy ordenó el cese de todo el Gabinete catalán, disolvió el Parlamento regional y convocó comicios autonómicos, que se celebraron el 21 de diciembre.

Las elecciones fueron ganadas por Ciudadanos, un partido defensor de la Constitución y la unidad de España, pero las formaciones secesionistas – JxCat, ERC y CUP – suman setenta escaños, dos por encima de la mayoría absoluta en el Parlamento regional.

Los independentistas dialogan ya acerca de cómo controlar las instituciones autonómicas, pero todavía no hay un candidato claro a la presidencia, ya que ex presidente Carles Puigdemont no ha aclarado si volverá de Bruselas para una eventual investidura y su ex vicepresidente, Oriol Junqueras, está en prisión preventiva.

Ambos están acusados de rebelión y sedición por impulsar el proceso secesionista, de modo que Puigdemont se ha instalado en la capital belga para eludir la orden de detención de la Justicia española y Junqueras no sabrá hasta el 4 de enero si el Tribunal Supremo le deja en libertad provisional.

Este viernes, Rajoy ofreció un diálogo "constructivo, abierto y realista" siempre que sea "dentro de la ley" para resolver los problemas de los catalanes y conseguir la vuelta a la senda de la recuperación económica.

La crisis catalana ha tenido un impacto social, con una profunda división entre los ciudadanos, pero también económica, con bajones de la actividad empresarial y turística, hasta el punto de que el Gobierno español ha rebajado su previsión de crecimiento para 2018 por los efectos de ese contencioso.

Más de 3.100 empresas radicadas en Cataluña se han instalado en otras regiones españolas desde finales de septiembre.

Según Rajoy, las medidas aplicadas el 27 de octubre demuestran la "calidad de la democracia" y la independencia de los poderes del Estado.

Avisó de que no podrá aceptarse de nuevo "ningún chantaje, medidas de fuerza ni políticas de hechos consumados" y subrayó que al igual que ocurrió tras la declaración unilateral de independencia, Europa "no concederá ningún tipo de reconocimiento o legitimidad" a quien vuelva a intentarlo.

El jefe del Ejecutivo afirmó que no se plantea convocar elecciones anticipadas – la legislatura acaba en 2020 – ni una remodelación de su Gobierno, pese a la hipótesis de que el ministro de Economía, Luis de Guindos, pueda aspirar a la vicepresidencia del Banco Central Europeo.

Para Rajoy, lo mejor de 2017 ha sido la consolidación de la recuperación económica, como a su juicio lo prueba que España crecerá por encima del 3% por tercer año consecutivo, en tanto que será el cuarto en el que lo haga por encima de la media de la zona del euro.

"Hemos recuperado el nivel de PIB previo a la crisis (2008) y dos terceras partes del empleo perdido", añadió el presidente, que dijo que los motores del crecimiento de la economía y de la creación de empleo son el consumo, la inversión, las exportaciones y la construcción "que vuelve a crecer sin los excesos del pasado".

El primer paso para avanzar hacia ese horizonte, añadió, es aprobar "lo antes posible" los Presupuestos Generales del Estado de 2018, que no tiene fácil, dado que su mayoría en el Congreso es corta y necesita apoyo de otros grupos.

"Pondré todo mi empeño en ello (…) a partir de enero", aseguró Rajoy, que recordó la importancia de renovar los pactos que se lograron el año pasado para sacar adelante las cuentas del Estado.

Si no hay acuerdo parlamentario para aprobar los Presupuestos, Rajoy prorrogará los actuales.

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