El United acecha al City con un De Gea para el recuerdo
El conjunto de José Mourinho venció al Arsenal, que había ganado todo en casa, con goles de Valencia y Lingard por partida doble. De Gea, el mejor del encuentro.
E.F.-Abascal
As
El Manchester United dormirá a sólo cinco puntos del City tras ganar 1-3 al Arsenal gracias a otra actuación para el recuerdo de David De Gea. Antonio Valencia y Lingard, en dos ocasiones, marcaron los goles de los Red Devils pero la victoria de los de José Mourinho habría sido imposible sin las paradas del guardameta español.
El Arsenal no mereció tanto castigo pero tuvo que jugar el partido con una losa demasiado pesada encima tras encajar dos goles de alevines en los 10 primeros minutos del partido. Valencia hizo el primero a los tres minutos y, sólo siete después, Lingard marcó el 2-0 en una jugada tan mal defendida por los locales como bien resuelta por el equipo visitante. Mustafi regaló el balón a Lukaku y entre el delantero belga, Martial y Lingard trenzaron una de esas combinaciones que se convertirá en tendencia en las próximas horas en las redes sociales. El francés se sacó de la chistera una asistencia con un gesto de torero para que Lingard sólo tuviera que empujar el balón a la red. Sublime.
Sólo habían pasado 10 minutos pero alguno ya pensó que ahí se había terminado el partido. Lo lógico era pensar que Mourinho pondría el autobús en los 80 minutos restantes para asegurarse la victoria y meter más presión al City de cara al encuentro del líder ante el West Ham.
La realidad, sin embargo, mostró uno de esos partidos que hacen afición, con el Arsenal volcado a por el 1-2 y el United rezando a San David De Gea. Mustafi ayudó a la causa Gunner al dejar el terreno lesionado y obligar a Wenger a renunciar a su 3-4-3 inicial para meter a Iwobi en el campo.
Así, de ahí hasta el descanso fue tan increíble que el Arsenal no marcara un gol como que un equipo de Mourinho defendiera tan mal semejante tesoro. De Gea fue la explicación a todo.
Iwobi abrió la veda y después los disparos se sucedieron como en una película del oeste. Ramsey, Xhaka, Bellerin, Kolasinac lo intentaron por tierra, mar y aire pero siempre con el mismo resultado. El balón acababa fuera o repelido por un De Gea convertido en muralla humana. Lacazette fue el más insistente pero tres ocasiones de gol cantadas tampoco entraron.
El 0-2 al descanso no contaba la realidad de la historia pero el Arsenal salió de los vestuarios con el mismo ímpetu con el que se había ido. No se rindió pese a que estaba claro que no era su noche y pese a la fama de equipo frágil que le precede.
Mostró tesón, talento y pólvora hasta que tanto esfuerzo encontró su resultado en el minuto 49. El United se durmió en defensa, dejó a Ramsey y Lacazette solos dentro del área pequeña y el delantero francés por fin hizo el 1-2 a bocajarro. Ni De Gea pudo evitarlo.
El 2-2 se mascaba en el Emirates Stadium pero siempre con el riesgo lógico de que el United matara el partido al contragolpe. Petr Cech estuvo entonces atento para despejar un disparo de Lingard hacia el palo y mantener vivas las esperanzas de empate de los Gunners.
El Arsenal volvió a la carga pero De Gea volvió a toparse en su camino. El meta español detuvo un disparo de Lacazette que se daba por gol seguro y también reaccionó a tiempo para evitar el empate de Alexis en el rechazo. Un escándalo.
El equipo de Wenger se sentía superior pese al marcador y se negó a tirar la toalla. Se levantó una y otra vez de la lona hasta que tuvo que darse por vencido a los 63 minutos cuando Lingard aprovechó un buen contragolpe del United para hacer el 1-3.
El partido ya si que acabó pese a que 10 minutos más tarde Paul Pogba dejó a su equipo con un hombre menos por una entrada muy fea sobre Bellerín. De Gea ya se había encargado de que el Arsenal se diera por muerto para entonces y de que el United lograra tres puntos para acercarse al City a la espera de lo que hagan los de Pep contra el West Ham.
E.F.-Abascal
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El Manchester United dormirá a sólo cinco puntos del City tras ganar 1-3 al Arsenal gracias a otra actuación para el recuerdo de David De Gea. Antonio Valencia y Lingard, en dos ocasiones, marcaron los goles de los Red Devils pero la victoria de los de José Mourinho habría sido imposible sin las paradas del guardameta español.
El Arsenal no mereció tanto castigo pero tuvo que jugar el partido con una losa demasiado pesada encima tras encajar dos goles de alevines en los 10 primeros minutos del partido. Valencia hizo el primero a los tres minutos y, sólo siete después, Lingard marcó el 2-0 en una jugada tan mal defendida por los locales como bien resuelta por el equipo visitante. Mustafi regaló el balón a Lukaku y entre el delantero belga, Martial y Lingard trenzaron una de esas combinaciones que se convertirá en tendencia en las próximas horas en las redes sociales. El francés se sacó de la chistera una asistencia con un gesto de torero para que Lingard sólo tuviera que empujar el balón a la red. Sublime.
Sólo habían pasado 10 minutos pero alguno ya pensó que ahí se había terminado el partido. Lo lógico era pensar que Mourinho pondría el autobús en los 80 minutos restantes para asegurarse la victoria y meter más presión al City de cara al encuentro del líder ante el West Ham.
La realidad, sin embargo, mostró uno de esos partidos que hacen afición, con el Arsenal volcado a por el 1-2 y el United rezando a San David De Gea. Mustafi ayudó a la causa Gunner al dejar el terreno lesionado y obligar a Wenger a renunciar a su 3-4-3 inicial para meter a Iwobi en el campo.
Así, de ahí hasta el descanso fue tan increíble que el Arsenal no marcara un gol como que un equipo de Mourinho defendiera tan mal semejante tesoro. De Gea fue la explicación a todo.
Iwobi abrió la veda y después los disparos se sucedieron como en una película del oeste. Ramsey, Xhaka, Bellerin, Kolasinac lo intentaron por tierra, mar y aire pero siempre con el mismo resultado. El balón acababa fuera o repelido por un De Gea convertido en muralla humana. Lacazette fue el más insistente pero tres ocasiones de gol cantadas tampoco entraron.
El 0-2 al descanso no contaba la realidad de la historia pero el Arsenal salió de los vestuarios con el mismo ímpetu con el que se había ido. No se rindió pese a que estaba claro que no era su noche y pese a la fama de equipo frágil que le precede.
Mostró tesón, talento y pólvora hasta que tanto esfuerzo encontró su resultado en el minuto 49. El United se durmió en defensa, dejó a Ramsey y Lacazette solos dentro del área pequeña y el delantero francés por fin hizo el 1-2 a bocajarro. Ni De Gea pudo evitarlo.
El 2-2 se mascaba en el Emirates Stadium pero siempre con el riesgo lógico de que el United matara el partido al contragolpe. Petr Cech estuvo entonces atento para despejar un disparo de Lingard hacia el palo y mantener vivas las esperanzas de empate de los Gunners.
El Arsenal volvió a la carga pero De Gea volvió a toparse en su camino. El meta español detuvo un disparo de Lacazette que se daba por gol seguro y también reaccionó a tiempo para evitar el empate de Alexis en el rechazo. Un escándalo.
El equipo de Wenger se sentía superior pese al marcador y se negó a tirar la toalla. Se levantó una y otra vez de la lona hasta que tuvo que darse por vencido a los 63 minutos cuando Lingard aprovechó un buen contragolpe del United para hacer el 1-3.
El partido ya si que acabó pese a que 10 minutos más tarde Paul Pogba dejó a su equipo con un hombre menos por una entrada muy fea sobre Bellerín. De Gea ya se había encargado de que el Arsenal se diera por muerto para entonces y de que el United lograra tres puntos para acercarse al City a la espera de lo que hagan los de Pep contra el West Ham.