El independentismo catalán actúa en bloque para controlar la Mesa del Parlament

Ciudadanos se postula para presidir la Cámara aunque no cuenta con los apoyos suficientes

Camilo S. Baquero
Àngels Piñol
Barcelona, El País
Junts per Catalunya y Esquerra Republicana, las dos fuerzas independentistas en disposición de formar Gobierno, quieren seguir controlando la Mesa del Parlament, compuesta por siete miembros. Las negociaciones entre todos los partidos están en fase inicial pero la hipótesis más plausible es que la lista de Carles Puigdemont y la liderada por Oriol Junqueras asuman cada una dos representantes. Otros dos serían para Ciudadanos y uno para el PSC. Carlos Carrizosa, portavoz de Ciudadanos, postuló ayer a su partido para asumir la presidencia de la Cámara por ser la fuerza más votada el 21-D.


Las conversaciones son preliminares, al estar sujetas al proceso judicial que afecta tanto a la decisión que tome Puigdemont de regresar o no de Bélgica, como a la situación de Junqueras, encarcelado en Estremera y a quien el Tribunal Supremo ha citado a declarar el próximo jueves. Las relaciones entre los neoconvergentes y ERC no pasan por su mejor momento pero ambas formaciones tienen la voluntad de seguir manteniendo el control de la Mesa del Parlament, que les corresponde al sumar sus resultados. Los republicanos quieren que Puigdemont aclare qué piensa hacer. El exconsejero de Justicia Carles Mundó, de ERC, recordó la semana pasada con insistencia que el expresident prometió en campaña que volvería si ganaba. Nadie duda de que en cuanto ponga un pie en España irá a prisión.

ERC juega sus cartas. Le queda la baza de que el Supremo libere a Junqueras, que así quedaría en disposición de asumir el cargo de president. El interrogante es si Junts per Catalunya estaría dispuesto a ceder la presidencia o si propondrá otro candidato si Puigdemont no regresa. La llamada “lista del president” está presa de su discurso de “restitución del Govern legítimo” y, en coherencia con esa línea, sin Puigdemont debería ser Junqueras quien asumiera el cargo.

Miembros de Junts per Catalunya insinuaron que estarían dispuestos a que Joan Josep Nuet, de Catalunya en Comú, también repitiera en la Mesa, según informó ayer La Vanguardia, aunque eso implicaría perder la mayoría claramente independentista. Los comunes, sin embargo, dicen que aún no han recibido esa propuesta. La presidencia de la Mesa tiene un papel clave en la dinámica parlamentaria y los partidos constitucionalistas siempre criticaron que Forcadell lo usara en favor del independentismo. Ciudadanos, sin embargo, opuso resistencia a que Catalunya en Comú forme parte de la Mesa del Parlament. Carlos Carrizosa, portavoz del partido de Inés Arrimadas, recordó que la formación naranja no tuvo representación cuando obtuvieron nueve escaños (los comunes suman ocho).

En declaraciones a Catalunya Ràdio, el portavoz de Ciudadanos propuso a su partido para asumir la presidencia de la Cámara en consonancia con los resultados del 21-D que les convirtieron en la primera fuerza tanto en escaños (36) como en votos. “Lo primero que hay que plantear es que si por aritmética parlamentaria no podemos formar Gobierno, quizá lo más democrático sería que el presidente sea de Ciudadanos”, dijo citando a su compañero José Luis Espejo-Saavedra, actual vicepresidente segundo del Parlament. El problema es que necesita en primera votación mayoría absoluta y después, simple. O sea, necesitaría votos de diputados independentistas. José María Villegas, secretario general del partido, puso como ejemplo el caso del socialista Patxi López, que presidió el Congreso cuando Rajoy estaba llamado a formar gobierno. Los partidos constitucionalistas suman 57 escaños. Los tres independentistas, 70. Estos, sin embargo, tienen ocho votos comprometidos por los diputados electos que están en prisión o en Bruselas.

Junts per Catalunya ya ha propuesto que Puigdemont sea investido por vía telemática para evitar así la detención. “Es un invento que no pueder ser. No es legal y no tiene ni pies ni cabeza”, dijo ayer Carrizosa. “No sería la mejor forma de empezar el mandato. Recordaría demasiado a cómo acabó”, afirmaron miembros de los comunes que apuntan que las negociaciones sobre la Mesa irán en el mismo paquete que la intención del Govern de desistir o no de la vía unilateral. Queda el interrogante de si Carme Forcadell, en libertad provisional y con una causa abierta en el Supremo, estaría dispuesta a asumir de nuevo la presidencia del Parlament.

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