El Bayern firma una venganza sin épica y termina segundo
El conjunto alemán venció con contundencia al PSG pero no logró la diferencia de goles necesaria para alcanzar el liderato. Tolisso anotó un
José Carlos Menzel
As
No hubo milagro en Múnich, pero al menos venganza. El Bayern cerró la fase de grupos imponiéndose por 3-1 al PSG, un resultado que no fue suficiente para arrebatarle la primera plaza del grupo a los de Emery. No importó. Dos meses después del cese de Ancelotti, el Bayern sí puso a prueba que vuelve a ser el de siempre. No tuvo nada que ver con el cuadro que naufragó en París. Heynckes dejó fuera a pilares como Javi Martinez, Müller o Vidal, pero su equipo saltó al césped enchufadísimo y firmó un inicio de ensueño.
A los ocho minutos de juego, James colgó un centro que pasó por la testa de Alaba y terminó en las botas de Lewandowski. No perdonó. Los de rojo empezaron a creer en el milagro y Neymar alucinaba. La receta muniquesa: atacar con paciencia y defender en bloque. Si se perdía el cuero arriba, los locales replegaban como balas, robándole a los parisinos profundidad para contraatacar. Se sentía cómodo el Bayern. Tanto que Tolisso remató otro centro del inspiradísimo James para subir el segundo.Temblaba la Torre Eiffel y Mbappé acudió al rescate.
Nada más salir de vestuarios, el galo se aprovechó del primer desajuste en la zaga local para recortar diferencias. La primera plaza ya no estaba en peligro y el PSG empezó a gustarse. Draxler y Mbappé tuvieron el empate, pero el Bayern fue eficacia pura en el día de ayer. Tolisso subió el tercero, dos menos de los que hicieron falta para la épica.
José Carlos Menzel
As
No hubo milagro en Múnich, pero al menos venganza. El Bayern cerró la fase de grupos imponiéndose por 3-1 al PSG, un resultado que no fue suficiente para arrebatarle la primera plaza del grupo a los de Emery. No importó. Dos meses después del cese de Ancelotti, el Bayern sí puso a prueba que vuelve a ser el de siempre. No tuvo nada que ver con el cuadro que naufragó en París. Heynckes dejó fuera a pilares como Javi Martinez, Müller o Vidal, pero su equipo saltó al césped enchufadísimo y firmó un inicio de ensueño.
A los ocho minutos de juego, James colgó un centro que pasó por la testa de Alaba y terminó en las botas de Lewandowski. No perdonó. Los de rojo empezaron a creer en el milagro y Neymar alucinaba. La receta muniquesa: atacar con paciencia y defender en bloque. Si se perdía el cuero arriba, los locales replegaban como balas, robándole a los parisinos profundidad para contraatacar. Se sentía cómodo el Bayern. Tanto que Tolisso remató otro centro del inspiradísimo James para subir el segundo.Temblaba la Torre Eiffel y Mbappé acudió al rescate.
Nada más salir de vestuarios, el galo se aprovechó del primer desajuste en la zaga local para recortar diferencias. La primera plaza ya no estaba en peligro y el PSG empezó a gustarse. Draxler y Mbappé tuvieron el empate, pero el Bayern fue eficacia pura en el día de ayer. Tolisso subió el tercero, dos menos de los que hicieron falta para la épica.