Dulce empate en Maribor

Un gol de Ganso le da al Sevilla el punto que necesitaba para estar en octavos por cuarta vez en la última década. Los tres apercibidos, Mercado, Escudero y Banega, no vieron tarjeta.

Juan Jiménez
As
Las inmejorables noticias que llegaron desde Anfield le ahorraron un mal rato al Sevilla, que fue perdiendo 65 minutos y no fue capaz de ganar al Maribor, pero jugará los octavos de final de la Champions por cuarta vez en la última década. El logro, muy meritorio, no debería despistar a un equipo que, pese al punto, no estuvo a la altura de lo que se jugaba en el partido ni de la competición y que, desde luego, no tendrá opciones de avanzar en unos meses si su fútbol no da un salto.


Venía el Sevilla subido en una buena ola, con cuatro victorias seguidas en Liga. Su actuación en Eslovenia, sin embargo, resultó decepcionante. Triste y fría. Su puesta en escena no tuvo la actitud necesaria. Tanto que encajó el gol en una pésima transición defensiva. Escudero descuidó su zona y lo fió todo a que Correa llegase a la cobertura. Tavares, jugador franquicia de los púrpuras, remató el centro de Milec y al Sevilla le tocó remar río arriba.

Lejos de ayudarle, los goles que cayeron en Liverpool le metieron en una apatía insoportable. Sólo Banega fue capaz de generar algo de fútbol. Correa y Sarabia fracasaron en las bandas; Krohn-Dehli ya no tiene piernas para romper líneas; Mercado no se incorporó. Ben Yedder quedó, pues, como un islote.

En mitad de un partido tan pastoso, Ganso era una buena idea. Juego lento pero clarividente para detectar el cerrojo del Maribor. Escudero disparó dos veces con veneno. También Banega. Handanovic hizo tres paradas de mucho mérito. Sin embargo, cometió un error grueso en el disparo del brasileño, que marcó y volvió a reivindicarse aunque su fútbol de salón, lento, deja dudas.

El partido se consumió entre el tratado de impotencia del Sevilla y los cambios de Milanic. Pero, en el fondo, el Sevilla había volado a Eslovenia precisamente a eso. A rescatar un punto que le clasificase. Para el fútbol y las flores habrá días mejores. Probablemente, en algún escenario de campanillas en octavos.

Entradas populares