Diez momentos clave de una campaña insólita

La cita de este jueves con las urnas pone fin a dos semanas de mítines, tras una declaración ilegal de independencia y con un cabeza de lista huido de la justicia y otro en prisión

Camilo S. Baquero
Àngels Piñol
Barcelona, El País
La campaña electoral catalana del 21-D pasará a la historia por ser la primera que convoca en una comunidad autónoma el presidente del Gobierno en aplicación del artículo 155 de la Constitución. Polarizada por el agrio enfrentamientre entre el bloque independentista y el constitucionalista, la campaña ha estado marcada por la huida del expresident Carles Puigdemont (cabeza de lista de Junts per Catalunya) y por la permanencia en prisión preventiva de Oriol Junqueras (cabeza de lista de ERC). La campaña se abrió con la excarcelación de seis exconsejeros y el recurso de inconstitucionalidad contra el 155 presentado por Podemos-En Comú Podem. Estos son algunos de los momentos clave de estas dos últimas semanas:


El juez retira la euroorden

La decisión del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena de retirar la euroorden de detención que pesaba sobre Puigdemont y los cuatro exconsejeros que están con él en Bruselas marcó el inicio de la campaña. La justicia belga llevaba un mes tramitando su posible entrega a España. Llarena, ante la posibilidad de que el juez belga pusiese condiciones a la investigación, argumentó su decisión diciendo que el delito de sedición es colectivo y por tanto requiere una única contestación para todos los imputados. Obligó así a Puigdemont a elegir entre volver a España y ser detenido o permanecer en fuga indefinida. El independentismo la interpretó como un signo de debilidad de la justicia española ante Europa.

División por la investidura

El pacto de no agresión entre los independentistas se rompió pronto. Fueron incapaces de acordar una candidatura unitaria pero no se querían hacerse daño. Sin embargo, Junts per Catalunya planteó su campaña como una disyuntiva: no apoyar a Puigdemont es apoyar a Mariano Rajoy. Los sondeos mostraban a ERC como ganador y los republicanos quieren liderar el Govern. Las dos candidaturas se han enfrentado públicamente por quién debería ser investido. ERC incluso tiene a su número dos, Marta Rovira, como posible recambio si Junqueras no sale de prisión. En Junts per Catalunya solo apuestan por el expresident huido.

Iceta y los indultos

Miquel Iceta, candidato del PSC, afirmó que pedirá el indulto de los dirigentes independentistas si son condenados. El anuncio fue censurado por el PP y Ciudadanos y el PSOE se distanció, advirtiendo que se trataba solo de una opinión del candidato. "Es una propuesta prematura, pero prefiero equivocarme que acertar manteniendo heridas abiertas", sustuvo después Iceta. El exministro Josep Borrell se desmarcó, afirmando en un mitin que para cerrar heridas "primero hay que desinfectarlas". La frase generó indignación entre el independentismo y los comunes.

Manifestación en Bruselas

Unas 40.000 personas, según los cálculos de la policía belga, se reunieron en Bruselas el 7 de diciembre como apoyo al independentismo. La manifestación estaba convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium. En la práctica terminó convertida en un acto en apoyo a la candidatura que lidera Puigdemont, para el enfado de los otros partidos independentistas. En los discursos se atacó al Gobierno y a las instituciones europeas. "¡Sois unos franquistas!", llegó a gritar el exconsejero de Sanidad Antoni Comín. La manifestación fue capitalizada por Junts per Catalunya, que subió en las encuestas.

"Liquidación" del separatismo

Alarmado por la caída del PP en los sondeos en favor de Ciudadanos, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó el pasado sábado en Girona que el PP "merece" los votos para seguir "liquidando" el independentismo. La vicepresidenta atribuyó a su partido y al presidente Mariano Rajoy haber "descabezado" a ERC y al PDeCAT. También se jactó de que por primera vez los independentistas pueden dejar de sumar. ERC y Junts per Catalunya usaron el discurso como argumento de que en España no existe la división de poderes.

El diario del 'número dos' de Junqueras

La filtración de las anotaciones del exnúmero dos de Junqueras en la Generalitat, Josep Maria Jové, revolucionó la campaña. Jové escribió entre febrero de 2015 y noviembre de 2016 (las últimas elecciones autonómicas en Cataluña fueron en septiembre de 2015) detalles sobre las reuniones con otros líderes de Convergència, la CUP y ERC para concretar la hoja de ruta del procés y la construcción de las llamadas "estructuras de Estado". La libreta fue hallada por la Guardia Civil en los registros del pasado 20 de septiembre.

Acoso en campaña

Candidatos de todo signo político han recibido amenazas e insultos de alto calibre en las redes y en actos públicos. El último, ayer, cuando la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, fue increpada mientras caminaba con su pareja por Barcelona. Desde el partido naranja también aseguran que el cómico catalán Toni Albà se refería a su líder en un tuit en el que llama "mala puta" a una mujer llamada "Inés". El director del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la Universidad de Barcelona (UB), Jordi Borrell Hernández, se vio obligado a dimitir tras unos mensajes homófobos contra Iceta, del que dijo que tiene "los esfínteres dilatados". La UB condenó las declaraciones del profesor y el rector, Joan Elias, aceptó su dimisión. El PP también ha denunciado ataques a sus sedes y la CUP dice que le han decomisado carteles. Una comitiva de ERC visitó el pasado martes la prisión de Estremera (Madrid) y una veintena de miembros del grupo ultra Hogar Social interrumpió su acto al grito de "¿Dónde está el osito?", en referencia a Junqueras, que se encuentra recluido.

Rovira, ausente de los debates.

Desde la prisión, Junqueras designó a Marta Rovira, la secretaria general del partido, como candidata in pectore a la Generalitat. Dentro de los republicanos nadie duda del liderazgo de Rovira y le atribuyen la cohesión de una formación cainita. Pero ser cabeza de cartel electoral es otra cosa. Aunque en el debate a siete de TV-3 se le vio más suelta, la campaña comenzó con el gusto agridulce que dejó su cara a cara con Arrimadas en La Sexta. Sus asesores trataron de protegerla al máximo de espacios donde no estaba cómoda.

El PDeCAT, desaparecido

El Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), heredero de la extinta Convergència, ha tenido un papel residual en Junts per Catalunya. Sus siglas ni aparecen en los carteles de la campaña, que paga, ni su cúpula ha participado en los actos principales de la llamada lista del president. La coordinadora general, Marta Pascal, ha limitado su actividad a mítines en pequeñas poblaciones. Puigdemont aceptó ser el candidato de su partido pero a cambio de diseñar una lista llena de independientes y alejada del control del partido. Desde el PDeCAT aseguran que la formación tendrá el control del grupo parlamentario.

El lazo amarillo, prohibido

La Junta Electoral ha tenido un protagonismo destacado en campaña, al dictar varias resoluciones a instancias de los partidos constitucionalistas que consideraban que las instituciones catalanas estaban pecando de falta de neutralidad al exihibir desde sus balcones pancartas y lazos amarillos en favor de los "presos políticos", la expresión con la que el separatismo se refiere a los exmiembros del Govern y los exlíderes independentistas encarcelados por los jueces. La Junta Electoral obligó al Ayuntamiento de Barcelona a descolgar una pancarta con esa expresión y a suprimir la campaña, anunciada por la alcaldesa Ada Colau, de teñir de amarillo el agua de las fuentes públicas para pedir la excarcelación de los exconsejeros. Los lazos amarillos han sido igualmente retirados de un árbol de Navidad en unas dependencias de la Generalitat en Girona.

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