Denuncian que un general ruso supervisó el lanzamiento del misil Buk que derribó el vuelo MH17 de Malaysia Airlines
La identificación de Nikolai Fedorovich Tkachev como el autor de las voces de unas grabaciones de audio marcan un avance importante en la investigación que busca revelar la cadena de mando que derribó en Ucrania al avión que viajaba desde Ámsterdam hacia Kuala Lumpur. Murieron 283
Infobae
Un general ruso de tres estrellas supervisó los movimientos transfronterizos de un lanzacohetes utilizado para derribar el vuelo MH17 de Malaysia Airlines en 2014 sobre el este de Ucrania, matando a todos los pasajeros y tripulantes a bordo, según una investigación realizada por un equipo de reporteros.
El equipo, compuesto por la agencia de noticias McClatchy y los sitios web de investigación Bellingcat (Londres) y The Insider (Moscú), identificó la voz del general Nikolai Fedorovich Tkachev dando órdenes y hablando con oficiales de menor rango sobre equipos asociados con un lanzamisiles y utilizados para trasladarlo.
Su identificación es un gran avance en un caso liderado por holandeses y otros investigadores que ha sido en gran parte frustrado por la dificultad que supone identificar voces en una intercepción telefónica. El desafío fue logrado tras un riguroso análisis de una serie de audios por parte de expertos que, junto con otros indicadores, confirman con gran probabilidad que fue Tkachev quien ordenó el traslado del misil superficie-aire Buk a la controvertida frontera entre Rusia y Ucrania en los días previos a su lanzamiento.
La decodificación marca un hito en la investigación que busca revelar la cadena de mando que terminó con el derribo del vuelo que partió desde Ámsterdam el 17 de julio de 2014 hacia Kuala Lumpur con 283 pasajeros y 15 tripulantes a bordo.
Tchakev, que fue confrontado el jueves por un periodista de The Insider que mantuvo varias conversaciones telefónicas con el general, negó las acusaciones. "No, no, no, yo no estuve allí", sostuvo el general de 68 años que en 2012 recibió un premio de Vladimir Putin tras servir como comandante adjunto del Distrito Militar del Este de Rusia.
Rusia ha sido un gran obstáculo para el Equipo Conjunto de Investigación especial que conforman Holanda, Australia, Bélgica, Malasia y Ucrania. En julio de 2015, bloqueó con éxito los esfuerzos por crear un organismo internacional de las Naciones Unidas que hubiera obligado al Kremlin a entregar a los acusados por el incidente.
"Ellos claramente han frustrado la investigación desde un principio", dijo Thomas Schansman, padre de la única víctima estadounidense a bordo del vuelo, quien asegura que ha sido contactado en varias ocasiones por personas que afirman tener información de que Ucrania, y no Rusia, derribó el vuelo que viajaba por encima de los 9.000 metros de altitud. "Cómo un miembro responsable de la comunidad mundial permitiría que esto ocurriera y luego intentaría encubrirlo es simplemente sorprendente", agregó.
En una breve declaración, el Equipo Conjunto de Investigación dijo que "ha tomado nota de la información" publicada por el equipo de periodistas y añadió que los nuevos hallazgos "serán examinados a fondo e incluidos en la investigación".
Las conversaciones telefónicas de los periodistas con Tchakev fueron clave para descifrar su identidad como el autor de la voz de las grabaciones de audio. El 28 de septiembre de 2016, el Equipo Conjunto de Investigación publicó grabaciones de dos oficiales rusos, incluyendo a un comandante, para que el público pudiera colaborar en la identificación de las voces.
Entonces, los investigadores de McClatchy compararon el audio con las grabaciones telefónicas que tenían con Tchakev. Como las voces eran similares, entregaron la evidencia al Centro Nacional de Medios de Comunicación Forenses de la Universidad de Colorado para corroborar su análisis.
Catalin Grigorias, director del Centro, dijo que sin dos grabaciones de una misma voz diciendo la misma cosa, es imposible concluir con certeza al locutor. No obstante, usando algoritmos para determinar patrones de voz y desplegando un software complejo que se comparó con muestras de voces masculinas rusoparlantes, el análisis concluyó que las voces parecen pertenecer al mismo hombre.
El resultado del análisis en Colorado fue corroborado por el Centro de Ciencias Forenses de Lituania, una institución gubernamental de la capital, Vilnius, que se especializa en trabajos forenses, incluido el análisis de audio y voz. Sus expertos concluyeron que tres de las cinco grabaciones del audio original coincidían estrechamente con las llamadas grabadas recientemente, una de ellas casi con certeza. Las grabaciones que no coincidían tenían mala calidad de audio.
En las grabaciones, Tchakev nunca es identificado por su nombre oficial sino por su alias, "Delfin".
Pero una de las grabaciones contiene una anomalía. "Delfin" es referido como "Fedor Nikoaevich", una aparente distorsión de su verdadero nombre, Nikolay Fedorovich.
Además, los militares en la conversación se dirigen a "Delfin" en el cortés ruso plural, sugiriendo que se trata de un oficial de alto rango. Su poco conocimiento de ciertos detalles geográficos del aeropuerto de Lugansk dan la impresión de que "Delfin" no es de la zona y el análisis de su voz puede confirmar con certeza que su edad oscila entre los 50 y 70 años. Su acento, por último, parece provenir de las regiones del sur de Rusia. Todos detalles que, considerados en su conjunto, parecen confirmar que "Delfin" es el apodo militar del general Tchakev.
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Un general ruso de tres estrellas supervisó los movimientos transfronterizos de un lanzacohetes utilizado para derribar el vuelo MH17 de Malaysia Airlines en 2014 sobre el este de Ucrania, matando a todos los pasajeros y tripulantes a bordo, según una investigación realizada por un equipo de reporteros.
El equipo, compuesto por la agencia de noticias McClatchy y los sitios web de investigación Bellingcat (Londres) y The Insider (Moscú), identificó la voz del general Nikolai Fedorovich Tkachev dando órdenes y hablando con oficiales de menor rango sobre equipos asociados con un lanzamisiles y utilizados para trasladarlo.
Su identificación es un gran avance en un caso liderado por holandeses y otros investigadores que ha sido en gran parte frustrado por la dificultad que supone identificar voces en una intercepción telefónica. El desafío fue logrado tras un riguroso análisis de una serie de audios por parte de expertos que, junto con otros indicadores, confirman con gran probabilidad que fue Tkachev quien ordenó el traslado del misil superficie-aire Buk a la controvertida frontera entre Rusia y Ucrania en los días previos a su lanzamiento.
La decodificación marca un hito en la investigación que busca revelar la cadena de mando que terminó con el derribo del vuelo que partió desde Ámsterdam el 17 de julio de 2014 hacia Kuala Lumpur con 283 pasajeros y 15 tripulantes a bordo.
Tchakev, que fue confrontado el jueves por un periodista de The Insider que mantuvo varias conversaciones telefónicas con el general, negó las acusaciones. "No, no, no, yo no estuve allí", sostuvo el general de 68 años que en 2012 recibió un premio de Vladimir Putin tras servir como comandante adjunto del Distrito Militar del Este de Rusia.
Rusia ha sido un gran obstáculo para el Equipo Conjunto de Investigación especial que conforman Holanda, Australia, Bélgica, Malasia y Ucrania. En julio de 2015, bloqueó con éxito los esfuerzos por crear un organismo internacional de las Naciones Unidas que hubiera obligado al Kremlin a entregar a los acusados por el incidente.
"Ellos claramente han frustrado la investigación desde un principio", dijo Thomas Schansman, padre de la única víctima estadounidense a bordo del vuelo, quien asegura que ha sido contactado en varias ocasiones por personas que afirman tener información de que Ucrania, y no Rusia, derribó el vuelo que viajaba por encima de los 9.000 metros de altitud. "Cómo un miembro responsable de la comunidad mundial permitiría que esto ocurriera y luego intentaría encubrirlo es simplemente sorprendente", agregó.
En una breve declaración, el Equipo Conjunto de Investigación dijo que "ha tomado nota de la información" publicada por el equipo de periodistas y añadió que los nuevos hallazgos "serán examinados a fondo e incluidos en la investigación".
Las conversaciones telefónicas de los periodistas con Tchakev fueron clave para descifrar su identidad como el autor de la voz de las grabaciones de audio. El 28 de septiembre de 2016, el Equipo Conjunto de Investigación publicó grabaciones de dos oficiales rusos, incluyendo a un comandante, para que el público pudiera colaborar en la identificación de las voces.
Entonces, los investigadores de McClatchy compararon el audio con las grabaciones telefónicas que tenían con Tchakev. Como las voces eran similares, entregaron la evidencia al Centro Nacional de Medios de Comunicación Forenses de la Universidad de Colorado para corroborar su análisis.
Catalin Grigorias, director del Centro, dijo que sin dos grabaciones de una misma voz diciendo la misma cosa, es imposible concluir con certeza al locutor. No obstante, usando algoritmos para determinar patrones de voz y desplegando un software complejo que se comparó con muestras de voces masculinas rusoparlantes, el análisis concluyó que las voces parecen pertenecer al mismo hombre.
El resultado del análisis en Colorado fue corroborado por el Centro de Ciencias Forenses de Lituania, una institución gubernamental de la capital, Vilnius, que se especializa en trabajos forenses, incluido el análisis de audio y voz. Sus expertos concluyeron que tres de las cinco grabaciones del audio original coincidían estrechamente con las llamadas grabadas recientemente, una de ellas casi con certeza. Las grabaciones que no coincidían tenían mala calidad de audio.
En las grabaciones, Tchakev nunca es identificado por su nombre oficial sino por su alias, "Delfin".
Pero una de las grabaciones contiene una anomalía. "Delfin" es referido como "Fedor Nikoaevich", una aparente distorsión de su verdadero nombre, Nikolay Fedorovich.
Además, los militares en la conversación se dirigen a "Delfin" en el cortés ruso plural, sugiriendo que se trata de un oficial de alto rango. Su poco conocimiento de ciertos detalles geográficos del aeropuerto de Lugansk dan la impresión de que "Delfin" no es de la zona y el análisis de su voz puede confirmar con certeza que su edad oscila entre los 50 y 70 años. Su acento, por último, parece provenir de las regiones del sur de Rusia. Todos detalles que, considerados en su conjunto, parecen confirmar que "Delfin" es el apodo militar del general Tchakev.