Denuncian irregularidades para ocupar la cúpula del Ejército
Miembros de las Fuerzas Armadas señalaron que al nombrar al comandante general de esta fuerza se saltaron los primeros puestos de la promoción 1985.
Sergio Mendoza / La Paz
Miembros de las Fuerzas Armadas denunciaron presuntas irregularidades en la designación de la cúpula del Ejército en el último año. A través de una carta indicaron que no se respetó la jerarquía al momento de posesionar al comando general.
“No hay un mínimo de respeto por la antigüedad ni la jerarquía militar, de nada ya sirven los méritos profesionales. El Presidente señaló reiteradamente que la designación de los comandantes en la época neoliberal era decidida desde la embajada norteamericana. Ahora no ha cambiado nada, pues las designaciones provienen de las organizaciones sociales, los sindicatos cocaleros”, señala parte del pronunciamiento. Quienes escribieron la misiva prefieren el anonimato.
Las irregularidades supuestamente comenzaron a principios de este año, cuando se designó como inspector general de Ejército al general Williams Kaliman, cuando -según la denuncia- este cargo correspondía a uno de los primeros oficiales de la promoción de 1985 (Kaliman ocupaba el tercer puesto).
Por lo tanto, a fines de esta gestión, en vez de que el primero de la promoción 1985 fuera nombrado como comandante del Ejército, a quien se designó fue a Kaliman.
El 11 de diciembre el presidente Evo Morales designó al Alto Mando Militar conforme a lo establecido en la Constitución Política del Estado y la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (LOFA). Ambas normas le dan a la primera autoridad del Estado la completa atribución para tomar la última palabra en cuanto a estos cargos se refiere, así lo establecen las leyes y bajo estos parámetros se emitió el decreto presidencial 3421.
“Es atribución del presidente del Estado designar al Comandante en Jefe de las FFAA y a los comandante del Ejército, Fuerza Aérea y Armada”, señala el artículo 172 de la Constitución Política del Estado. Mientras que el artículo 64 de la LOFA añade: “Los comandantes de Fuerza son designados por el Presidente”.
No obstante, la denuncia refiere que no se respetó “la institucionalidad” y la jerarquía interna. “Esta ruptura de la institucionalidad dentro del Ejército ha generado una profunda crisis. ¿Cómo es posible que el tercero de su promoción sea designado como comandante por encima de los dos primeros? Se ve un manoseo político descarado. ¿Será que encabezar la Fuerza de Tarea Conjunta es el nuevo requisito para ser comandante?”. Desde el Ejército no se tuvo respuesta del asunto.
Las dudas
Posesión El 11 de diciembre, el presidente Evo Morales designó al nuevo Alto mando Militar de las Fuerzas Armadas, en uso de sus atribuciones conferidas por la Constitución y la LOFA.
Duda Miembros de la institución castrense se preguntan por qué no se eligió al primero de la promoción 85 para ocupar el primer puesto en el Ejército.
Formación En 2007, Williams Kaliman fue comandante del Regimiento Ingavi. En 2011 el presidente Morales lo puso a la cabeza de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) para la erradicación de cocales. A inicios de 2017 se lo nombró inspector general del Ejército.
Miembros de las Fuerzas Armadas denunciaron presuntas irregularidades en la designación de la cúpula del Ejército en el último año. A través de una carta indicaron que no se respetó la jerarquía al momento de posesionar al comando general.
“No hay un mínimo de respeto por la antigüedad ni la jerarquía militar, de nada ya sirven los méritos profesionales. El Presidente señaló reiteradamente que la designación de los comandantes en la época neoliberal era decidida desde la embajada norteamericana. Ahora no ha cambiado nada, pues las designaciones provienen de las organizaciones sociales, los sindicatos cocaleros”, señala parte del pronunciamiento. Quienes escribieron la misiva prefieren el anonimato.
Las irregularidades supuestamente comenzaron a principios de este año, cuando se designó como inspector general de Ejército al general Williams Kaliman, cuando -según la denuncia- este cargo correspondía a uno de los primeros oficiales de la promoción de 1985 (Kaliman ocupaba el tercer puesto).
Por lo tanto, a fines de esta gestión, en vez de que el primero de la promoción 1985 fuera nombrado como comandante del Ejército, a quien se designó fue a Kaliman.
El 11 de diciembre el presidente Evo Morales designó al Alto Mando Militar conforme a lo establecido en la Constitución Política del Estado y la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (LOFA). Ambas normas le dan a la primera autoridad del Estado la completa atribución para tomar la última palabra en cuanto a estos cargos se refiere, así lo establecen las leyes y bajo estos parámetros se emitió el decreto presidencial 3421.
“Es atribución del presidente del Estado designar al Comandante en Jefe de las FFAA y a los comandante del Ejército, Fuerza Aérea y Armada”, señala el artículo 172 de la Constitución Política del Estado. Mientras que el artículo 64 de la LOFA añade: “Los comandantes de Fuerza son designados por el Presidente”.
No obstante, la denuncia refiere que no se respetó “la institucionalidad” y la jerarquía interna. “Esta ruptura de la institucionalidad dentro del Ejército ha generado una profunda crisis. ¿Cómo es posible que el tercero de su promoción sea designado como comandante por encima de los dos primeros? Se ve un manoseo político descarado. ¿Será que encabezar la Fuerza de Tarea Conjunta es el nuevo requisito para ser comandante?”. Desde el Ejército no se tuvo respuesta del asunto.
Las dudas
Posesión El 11 de diciembre, el presidente Evo Morales designó al nuevo Alto mando Militar de las Fuerzas Armadas, en uso de sus atribuciones conferidas por la Constitución y la LOFA.
Duda Miembros de la institución castrense se preguntan por qué no se eligió al primero de la promoción 85 para ocupar el primer puesto en el Ejército.
Formación En 2007, Williams Kaliman fue comandante del Regimiento Ingavi. En 2011 el presidente Morales lo puso a la cabeza de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) para la erradicación de cocales. A inicios de 2017 se lo nombró inspector general del Ejército.
