Ariel Holan dejó la conducción técnica de Independiente
El técnico campeón se va de Independiente. Lo confirmó mediante una carta que publicó en su cuenta de Twitter. Se aleja por la barrabrava: "Es inconcebible que el DT y su familia tengan que movilizarse con custodia policial por todos lados, día y noche". Adiós al sueño.
Olé
Ya está. Se acabó. Ariel Holan se va de Independiente. Ni siquiera se llegó a concretar la reunión: horas antes de que se juntara con su representante y los dirigentes, el técnico que lo sacó campeón de la Copa Sudamericana confirmó el alejamiento mediante una extensa carta de despedida que publicó en su cuenta personal de Twitter, @arielholan_DT. Y no dio vueltas: dijo que se va por la barrabrava.
"Por primera vez en mi vida, la integridad física de mi familia, de alguno de mis colaboradores y la mía propia estuvo en grave riesgo. Una situación que no estoy dispuesto a tolerar ni a convivir y creo que ningún trabajador del fútbol debería aceptar", explicó el ahora ex entrenador del Rojo, haciendo referencia al apriete que sufrió por parte de Pablo Bebote Alvarez y otros barras a mediados de octubre, cuando salía del predio Santo Domingo de Villa Domínico. La amenaza fue de tal calibre que a partir de ahí tuvo que manejarse con custodia permanente, lo que, en definitiva, hizo que pegara el portazo: "Es inconcebible que el DT y su familia tengan que movilizarse con custodia policial por todos lados, día y noche".
Su salida le pone punto final al exitoso ciclo que comenzó hace un año, más precisamente el 29 de diciembre de 2016, luego de que Gabriel Milito dejara su cargo como entrenador del primer equipo. La Copa Sudamericana que ganó hace una semana parecía ser la primera de muchas alegrías, sin embargo su alejamiento del Rojo pone todo en duda: ¿Y ahora quién irá por él?
LA CARTA DE HOLAN:
QUERIDO PUEBLO ROJO,
Hace casi un año tuve la oportunidad de volver a trabajar en el Club, esta vez no con la escuela formativa de fútbol sino a cargo del Plantel Profesional de Primera División. La Comisión Directiva presidida por el Sr. Hugo Moyano me ofreció el puesto solamente por un año, para el cual yo estaba plenamente convencido de que era capaz de estar a la altura de la responsabilidad y de contar con el equipo y los recursos necesarios para poder ayudar a volver a poner a mi querido Independiente en lo más alto, en el lugar que siempre ocupó.
Tracé un rumbo con objetivos muy claros, plenamente consciente de que tenía que provocar una serie de cambios difíciles, sin renunciar a mis convicciones personales. Los jugadores captaron el mensaje, se alinearon y me entregaron el 110% de trabajo, esfuerzo, compromiso y actitud. Gracias al invalorable soporte de amigos y grandes glorias del club pudimos recuperar nuestra identidad futbolística y convertir el murmullo tenso de la tribuna en aplausos y alegría. Coronamos un nuevo título y al ganar esta Copa Sudamericana, dejamos al Club en inmejorable posición para ganar muchas más y clasificar nuevamente a la Libertadores, sin descuidar el campeonato local. Los cimientos y las bases ya están consolidados, ahora sólo hay que continuar el camino trazado, con el rumbo emprendido.
Paralelamente, indeseables situaciones extra-deportivas se interpusieron. Todas ellas tomaron estado público y están bajo proceso penal; por primera vez en mi vida, la integridad física de mi familia, de alguno de mis colaboradores y la mía propia estuvo en grave riesgo. Una situación que no estoy dispuesto a tolerar ni a convivir y creo que ningún trabajador del fútbol debería aceptar. La esencia del deporte es la pasión con respeto y no para usarlo como pantalla para delinquir.
Es por que que quiero descomprimir al Club de una imagen que no le hace nada bien: es inconcebible que el DT y su familia tengan que movilizarse con custodia policial por todos lados, día y noche. Independiente no se merece eso. Siempre he afirmado que el Club Atlético Independiente está por arriba de las personas, de los nombres propios. A pesar que el Presidente y la CD me han manifestado su apoyo incondicional para renovar su contrato, tratando de brindarme todas las facilidades que están a su alcance, mi prioridad absoluta es mi familia y mi tranquilidad. Eso no es negociable.
En las últimas horas se han tejido diferentes telarañas y elaborado teorías que no dedicaré tiempo a refutar ni contestar; ni tampoco me dedicaré a ensuciar a nadie y mucho menos a desprestigiar a gente que estuvo bajo mi conducción, asumo el liderazgo sin tapujos ni excusas. Es por ello que quiero dejar el camino libre para que el Presidente pueda continuar con la recuperación institucional iniciada y yo dar un paso al costado. Es una decisión muy difícil, que he tomado racionalmente en el seno familiar y es indeclinable. Mi amor por Independiente, que ustedes conocen es genuino, y dejar este puesto que tanto soñé durante más de 30 años es la decisión más difícil de mi vida. Pero debo hacerlo por el bien de todos.
Siempre dije que el Club contrató a un entrenador y no un hincha. El tiempo, será fiel testigo, que ha sido la decisión correcta aunque hoy no la entendamos.
A los jugadores les entrego mi respeto, admiración y reconocimiento por su entrega; son unos gladiadores, unos leones a los cuales les pido que los apoyen incondicionalmente, al cuerpo técnico y médico mi agradecimiento, al personal del Club y a los dirigentes de bien mi gratitud por su trabajo y a los millones de hinchas un lugar muy importante en mi corazón.
Deseando que en estas fiestas encuentren paz, dicha y felicidad, les mando un fuerte abrazo.
Con afecto eterno,
Ariel Holan.
Olé
Ya está. Se acabó. Ariel Holan se va de Independiente. Ni siquiera se llegó a concretar la reunión: horas antes de que se juntara con su representante y los dirigentes, el técnico que lo sacó campeón de la Copa Sudamericana confirmó el alejamiento mediante una extensa carta de despedida que publicó en su cuenta personal de Twitter, @arielholan_DT. Y no dio vueltas: dijo que se va por la barrabrava.
"Por primera vez en mi vida, la integridad física de mi familia, de alguno de mis colaboradores y la mía propia estuvo en grave riesgo. Una situación que no estoy dispuesto a tolerar ni a convivir y creo que ningún trabajador del fútbol debería aceptar", explicó el ahora ex entrenador del Rojo, haciendo referencia al apriete que sufrió por parte de Pablo Bebote Alvarez y otros barras a mediados de octubre, cuando salía del predio Santo Domingo de Villa Domínico. La amenaza fue de tal calibre que a partir de ahí tuvo que manejarse con custodia permanente, lo que, en definitiva, hizo que pegara el portazo: "Es inconcebible que el DT y su familia tengan que movilizarse con custodia policial por todos lados, día y noche".
Su salida le pone punto final al exitoso ciclo que comenzó hace un año, más precisamente el 29 de diciembre de 2016, luego de que Gabriel Milito dejara su cargo como entrenador del primer equipo. La Copa Sudamericana que ganó hace una semana parecía ser la primera de muchas alegrías, sin embargo su alejamiento del Rojo pone todo en duda: ¿Y ahora quién irá por él?
LA CARTA DE HOLAN:
QUERIDO PUEBLO ROJO,
Hace casi un año tuve la oportunidad de volver a trabajar en el Club, esta vez no con la escuela formativa de fútbol sino a cargo del Plantel Profesional de Primera División. La Comisión Directiva presidida por el Sr. Hugo Moyano me ofreció el puesto solamente por un año, para el cual yo estaba plenamente convencido de que era capaz de estar a la altura de la responsabilidad y de contar con el equipo y los recursos necesarios para poder ayudar a volver a poner a mi querido Independiente en lo más alto, en el lugar que siempre ocupó.
Tracé un rumbo con objetivos muy claros, plenamente consciente de que tenía que provocar una serie de cambios difíciles, sin renunciar a mis convicciones personales. Los jugadores captaron el mensaje, se alinearon y me entregaron el 110% de trabajo, esfuerzo, compromiso y actitud. Gracias al invalorable soporte de amigos y grandes glorias del club pudimos recuperar nuestra identidad futbolística y convertir el murmullo tenso de la tribuna en aplausos y alegría. Coronamos un nuevo título y al ganar esta Copa Sudamericana, dejamos al Club en inmejorable posición para ganar muchas más y clasificar nuevamente a la Libertadores, sin descuidar el campeonato local. Los cimientos y las bases ya están consolidados, ahora sólo hay que continuar el camino trazado, con el rumbo emprendido.
Paralelamente, indeseables situaciones extra-deportivas se interpusieron. Todas ellas tomaron estado público y están bajo proceso penal; por primera vez en mi vida, la integridad física de mi familia, de alguno de mis colaboradores y la mía propia estuvo en grave riesgo. Una situación que no estoy dispuesto a tolerar ni a convivir y creo que ningún trabajador del fútbol debería aceptar. La esencia del deporte es la pasión con respeto y no para usarlo como pantalla para delinquir.
Es por que que quiero descomprimir al Club de una imagen que no le hace nada bien: es inconcebible que el DT y su familia tengan que movilizarse con custodia policial por todos lados, día y noche. Independiente no se merece eso. Siempre he afirmado que el Club Atlético Independiente está por arriba de las personas, de los nombres propios. A pesar que el Presidente y la CD me han manifestado su apoyo incondicional para renovar su contrato, tratando de brindarme todas las facilidades que están a su alcance, mi prioridad absoluta es mi familia y mi tranquilidad. Eso no es negociable.
En las últimas horas se han tejido diferentes telarañas y elaborado teorías que no dedicaré tiempo a refutar ni contestar; ni tampoco me dedicaré a ensuciar a nadie y mucho menos a desprestigiar a gente que estuvo bajo mi conducción, asumo el liderazgo sin tapujos ni excusas. Es por ello que quiero dejar el camino libre para que el Presidente pueda continuar con la recuperación institucional iniciada y yo dar un paso al costado. Es una decisión muy difícil, que he tomado racionalmente en el seno familiar y es indeclinable. Mi amor por Independiente, que ustedes conocen es genuino, y dejar este puesto que tanto soñé durante más de 30 años es la decisión más difícil de mi vida. Pero debo hacerlo por el bien de todos.
Siempre dije que el Club contrató a un entrenador y no un hincha. El tiempo, será fiel testigo, que ha sido la decisión correcta aunque hoy no la entendamos.
A los jugadores les entrego mi respeto, admiración y reconocimiento por su entrega; son unos gladiadores, unos leones a los cuales les pido que los apoyen incondicionalmente, al cuerpo técnico y médico mi agradecimiento, al personal del Club y a los dirigentes de bien mi gratitud por su trabajo y a los millones de hinchas un lugar muy importante en mi corazón.
Deseando que en estas fiestas encuentren paz, dicha y felicidad, les mando un fuerte abrazo.
Con afecto eterno,
Ariel Holan.