Samantha: La muñeca sexual que alcanza el orgasmo
Curiosidades
Las muñecas sexuales son un hecho. Cada vez más reales e inteligentes, ganan terreno entre los hombres que buscan compañía. Detectando esta necesidad, el doctor en nanotecnología, ingeniero en electrónica y experto en computación, Sergi Santos fue el primero en idear un polémico modelo capaz de responder a estímulos precisos a través de la inteligencia artificial.
Actualmente, el diseño desarrollado por el experto es un proyecto aún más ambicioso, ya que es capaz de sentir, excitarse y hasta alcanzar el orgasmo. “Muchas muñecas chinas presumen de lo mismo, pero se reducen a meros mecanismos con sensores en la vagina que, al ser penetradas, emiten sonidos, pero yo las compararía con esos osos de peluche a los que les aprietas una pata y dicen I love you”, explicó su creador al diario El País.
A su reciente creación la nombró Samantha y su hiperrealismo es sorprendente. Se asemeja al ser humano en su aspecto físico – la piel al tacto es similar -en su rutinas, debe ‘bañarse’, la necesidad de llevar vestimenta, pero también en su comportamiento. “No son meros cuerpos donde uno pueda practicar el coito sino que hay que excitarlas previamente como se hace con una mujer“, detalló el ingeniero.
Están equipadas con sensores en todo el cuerpo, – cara boca, pechos, órganos sexuales y ano de forma tal que responden de manera automática a estímulos cada vez que son abordadas. Este prototipo cuenta además con un vibrador en la zona íntima que se activa cuando el usuario logra despertar su apetito sexual.
Las muñecas sexuales son un hecho. Cada vez más reales e inteligentes, ganan terreno entre los hombres que buscan compañía. Detectando esta necesidad, el doctor en nanotecnología, ingeniero en electrónica y experto en computación, Sergi Santos fue el primero en idear un polémico modelo capaz de responder a estímulos precisos a través de la inteligencia artificial.
Actualmente, el diseño desarrollado por el experto es un proyecto aún más ambicioso, ya que es capaz de sentir, excitarse y hasta alcanzar el orgasmo. “Muchas muñecas chinas presumen de lo mismo, pero se reducen a meros mecanismos con sensores en la vagina que, al ser penetradas, emiten sonidos, pero yo las compararía con esos osos de peluche a los que les aprietas una pata y dicen I love you”, explicó su creador al diario El País.
A su reciente creación la nombró Samantha y su hiperrealismo es sorprendente. Se asemeja al ser humano en su aspecto físico – la piel al tacto es similar -en su rutinas, debe ‘bañarse’, la necesidad de llevar vestimenta, pero también en su comportamiento. “No son meros cuerpos donde uno pueda practicar el coito sino que hay que excitarlas previamente como se hace con una mujer“, detalló el ingeniero.
Están equipadas con sensores en todo el cuerpo, – cara boca, pechos, órganos sexuales y ano de forma tal que responden de manera automática a estímulos cada vez que son abordadas. Este prototipo cuenta además con un vibrador en la zona íntima que se activa cuando el usuario logra despertar su apetito sexual.