Pacto de San José no permite reelección como un DDHH
La Paz, Erbol
El presidente del Instituto del Derecho Internacional y Relaciones Internacionales del Perú, Miguel Ángel Rodríguez Mackay afirmó que el Pacto de San José de Costa Rica, no permite la reelección indefinida como un derecho humano de los Jefes de Estado, porque se contrapone al derecho del otro de elegir y ser elegido.
Dijo que cuando se menciona la Convención de Derechos Humanos y el Pacto de San José de Costa Rica, se refiere a uno de los mayores instrumentos jurídicos panamericanos y la Carta Constitutiva de la propia Organización de Estados Americanos (OEA) que es el cuerpo visceral de esta parte del planeta.
“No existe de manera directa, ni indirecta, de manera tacita, sobreentendida o expresa, ninguna mención en la normativa del Pacto de San José de Costa Rica, que avale la pretensión política de que los jefes de Estado y de Gobierno puedan obtener como derecho preeminente la reelección indefinida y esto porque subyace inmediatamente, una contraposición y antagonismo con el verdadero derecho de elegir y ser elegido”, dijo en una entrevista con Erbol.
Dijo que lamentablemente en América Latina, las interpretaciones normativas por la acción dinámica de la ideología y la política, han entendido de una manera ociosa, sesgada y muy interesada el “sensu stricto” de lo que dice la Convención Interamericana de Derechos Humanos y cualquier otro instrumento.
Sostuvo que no es compatible con la Convención, establecer una Ratio Legis (razón legal) para que el Presidente pueda decir, vía este mecanismo, el camino a una reelección indefinida. Observó sin embargo que en América Latina el caudillismo ha penetrado en el poder político, utilizando la norma jurídica como pertrecho y de manera antojadiza para quedarse en el poder.
Indicó que las fuentes del derecho internacional americano no permiten justamente esta visión de que la reelección indefinida es un derecho humano de los Jefes de Estado, pero además son creativas para darse un espacio supranacional que es la propia Corte Interamericana y la Comisión de Derechos Humanos, que tienen “una montaña de resoluciones jurídicas, no subjetivas, que prohíben este aval de carácter político e ideológico que pretenden los Jefes de Estado”.
“Nada ni nadie puede arrogarse un acto interpretativo de lo que dice un texto, es la hermenéutica panamericana y tiene lo que se llama en el derecho internacional, una tradición jurídica muy pétrea pero que lamentablemente, que no ha respetado en la región cuando hemos tenido a presidentes exdictadores que se han querido mantener en el poder”, manifestó.
El prestigioso jurista internacional peruano afirmó que América Latina no es el mejor ejemplo de lo que se significa la alternancia en el poder, que ha sido subordinada por el poder avasallante de los caudillos que han interpretado a su manera y eso no corresponde a la ley, y “por eso terminan siendo los dictadores que han terminado muy mal en la experiencia gubernamental en sus países”.
El presidente del Instituto del Derecho Internacional y Relaciones Internacionales del Perú, Miguel Ángel Rodríguez Mackay afirmó que el Pacto de San José de Costa Rica, no permite la reelección indefinida como un derecho humano de los Jefes de Estado, porque se contrapone al derecho del otro de elegir y ser elegido.
Dijo que cuando se menciona la Convención de Derechos Humanos y el Pacto de San José de Costa Rica, se refiere a uno de los mayores instrumentos jurídicos panamericanos y la Carta Constitutiva de la propia Organización de Estados Americanos (OEA) que es el cuerpo visceral de esta parte del planeta.
“No existe de manera directa, ni indirecta, de manera tacita, sobreentendida o expresa, ninguna mención en la normativa del Pacto de San José de Costa Rica, que avale la pretensión política de que los jefes de Estado y de Gobierno puedan obtener como derecho preeminente la reelección indefinida y esto porque subyace inmediatamente, una contraposición y antagonismo con el verdadero derecho de elegir y ser elegido”, dijo en una entrevista con Erbol.
Dijo que lamentablemente en América Latina, las interpretaciones normativas por la acción dinámica de la ideología y la política, han entendido de una manera ociosa, sesgada y muy interesada el “sensu stricto” de lo que dice la Convención Interamericana de Derechos Humanos y cualquier otro instrumento.
Sostuvo que no es compatible con la Convención, establecer una Ratio Legis (razón legal) para que el Presidente pueda decir, vía este mecanismo, el camino a una reelección indefinida. Observó sin embargo que en América Latina el caudillismo ha penetrado en el poder político, utilizando la norma jurídica como pertrecho y de manera antojadiza para quedarse en el poder.
Indicó que las fuentes del derecho internacional americano no permiten justamente esta visión de que la reelección indefinida es un derecho humano de los Jefes de Estado, pero además son creativas para darse un espacio supranacional que es la propia Corte Interamericana y la Comisión de Derechos Humanos, que tienen “una montaña de resoluciones jurídicas, no subjetivas, que prohíben este aval de carácter político e ideológico que pretenden los Jefes de Estado”.
“Nada ni nadie puede arrogarse un acto interpretativo de lo que dice un texto, es la hermenéutica panamericana y tiene lo que se llama en el derecho internacional, una tradición jurídica muy pétrea pero que lamentablemente, que no ha respetado en la región cuando hemos tenido a presidentes exdictadores que se han querido mantener en el poder”, manifestó.
El prestigioso jurista internacional peruano afirmó que América Latina no es el mejor ejemplo de lo que se significa la alternancia en el poder, que ha sido subordinada por el poder avasallante de los caudillos que han interpretado a su manera y eso no corresponde a la ley, y “por eso terminan siendo los dictadores que han terminado muy mal en la experiencia gubernamental en sus países”.