Macri responde a las críticas con la promesa de una investigación a fondo sobre el submarino
El presidente espera encontrar el casco "en los próximos días" con ayuda internacional
Carlos E. Cué
Buenos Aires, El País
La emergencia en la búsqueda del submarino perdido dejó en segundo plano la crisis política que se vivía en Argentina entre el Gobierno y la cúpula militar. Pero la práctica certeza de que la nave explotó ha devuelto el protagonismo a esa crisis. La Armada argentina se defiende ante las críticas, y asegura que el submarino estaba en perfectas condiciones para navegar. Mauricio Macri prometió una investigación “a fondo” para saber por qué explotó, y se mostró confiado en que lograrán encontrar el casco "en los próximos días". Los analistas argentinos apuntan que en cuanto remita la crisis, el presidente destituirá a la cúpula de la Armada, a la que en el Gobierno acusan de mala gestión y de ocultarles información. Pero de momento la prioridad está en buscar el casco y frenar el malestar de las víctimas.
Las familias han empezado a mostrar su ira después de que se confirmara que el submarino estalló, y acusan a la Armada de enviar a sus maridos, a sus hijos, a sus hermanos a viajar en un buque que no estaba en condiciones, que se compró en 1985 a un fabricante alemán y se puso de nuevo en marcha en 2014 después de una larga renovación realizada en Argentina. Las Fuerzas Armadas de este país, que durante años tuvieron muy mala imagen después de una terrible dictadura (1976-1983), llevan años con presupuestos muy inferiores a los de otros vecinos de Latinoamérica —gastan en Defensa el 0,8% del PIB y el 85% lo destinan a salarios de militares— por lo que casi todos sus buques tienen muchos años.
Esa queja desgarrada de las familias, expuesta en directo en televisión con gran dramatismo, desató una gran crisis política. Macri acudió a la sede de la Armada, el Edificio Libertad, y lanzó un mensaje claro a todos los que dudan de que el submarino no fuera una trampa mortal. “Esto que sucedió requiere una investigación seria y profunda que arroje certezas. Significa entender cómo un submarino que se había llevado a reparación de media vida y estaba en perfectas condiciones para navegar, sufrió aparentemente esta explosión. No tenemos que aventurarnos a buscar culpables, tenemos que tener certidumbre sobre lo que pasó. Y por qué. Mi compromiso es con la verdad, la Armada también está sufriendo con mucho dolor. Vamos a saber la verdad”, clamó el presidente.
A su lado estaba el ministro de Defensa, Oscar Aguad, que aún no ha hablado en toda la crisis, y el jefe de la Armada, el almirante Horacio Srur. Ambos han protagonizado en los últimos días una enorme tensión que según fuentes del Gobierno concluirá en los próximos días con la renovación completa de la cúpula de la Armada. Pero primero, Macri quiere concentrarse en la búsqueda del submarino, cada vez más difícil. Para ello cuenta con el apoyo de una decena de países, incluido un histórico enemigo como el Reino Unido. Vamos a continuar con la búsqueda, ahora que contamos con el apoyo de toda la comunidad internacional. Agradezco semejante muestra de apoyo de tantos países amigos. Esperamos encontrarlo en los próximos días”, aseguró el presidente.
Pero la crisis no quedará aquí. "Una vez que concluya esta operación y que la Armada informe el resultado, se iniciarán todas las investigaciones pertinentes en todos los ámbitos, en la Armada, en lo judicial, en lo administrativo y parlamentario, para ir a fondo para saber las condiciones de la misión, del buque y qué pasó", aseguró el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Mientras, la Armada trata de apagar todos los incendios que se le han declarado desde que se confirmó la explosión. Los gritos de las familias contra la cúpula militar y el estado del submarino han conmovido a todo el país. “El presidente sigue con mucha angustia esto, las escenas de ayer nos llegaron a todos”, resumió Peña. Enrique Balbi, portavoz de la Armada, insiste en desmentir todas las acusaciones, e incluso las teorías que apuntaban a que el origen de la explosión pudo ser ataque. "No tenemos ningún indicio de ataque. La armada posee toda la información de esta operación totalmente documentada. Ninguna unidad de la Armada zarpa si no está en condiciones operativas de volar o navegar con toda seguridad. La antigüedad de este submarino no implica su obsolescencia. El estado operativo solo puede ser evaluado por profesionales".
También desmintió, como aseguraban los familiares, que la Armada supiera desde el principio que el submarino había estallado. Las víctimas están lanzando acusaciones muy graves, se sienten engañados. Y los argentinos están conmovidos con las historias de esos 43 hombres y una mujer. "Si la Armada hubiese contado con esta información hace una semana se hubiese dedicado todo el esfuerzo de la búsqueda desde el primer momento. La información de la explosión se recibió el miércoles 22. Entendemos a los familiares, los acompañamos, estamos haciendo lo humanamente posible", se justificó Balbi. Pero con su comparecencia, Macri dio un mensaje muy diferente. De momento, la Armada tiene todo el apoyo para buscar el submarino. Pero cuando lo encuentren o lo den por perdido, la crisis estallará definitivamente y se tomarán decisiones políticas.
Carlos E. Cué
Buenos Aires, El País
La emergencia en la búsqueda del submarino perdido dejó en segundo plano la crisis política que se vivía en Argentina entre el Gobierno y la cúpula militar. Pero la práctica certeza de que la nave explotó ha devuelto el protagonismo a esa crisis. La Armada argentina se defiende ante las críticas, y asegura que el submarino estaba en perfectas condiciones para navegar. Mauricio Macri prometió una investigación “a fondo” para saber por qué explotó, y se mostró confiado en que lograrán encontrar el casco "en los próximos días". Los analistas argentinos apuntan que en cuanto remita la crisis, el presidente destituirá a la cúpula de la Armada, a la que en el Gobierno acusan de mala gestión y de ocultarles información. Pero de momento la prioridad está en buscar el casco y frenar el malestar de las víctimas.
Las familias han empezado a mostrar su ira después de que se confirmara que el submarino estalló, y acusan a la Armada de enviar a sus maridos, a sus hijos, a sus hermanos a viajar en un buque que no estaba en condiciones, que se compró en 1985 a un fabricante alemán y se puso de nuevo en marcha en 2014 después de una larga renovación realizada en Argentina. Las Fuerzas Armadas de este país, que durante años tuvieron muy mala imagen después de una terrible dictadura (1976-1983), llevan años con presupuestos muy inferiores a los de otros vecinos de Latinoamérica —gastan en Defensa el 0,8% del PIB y el 85% lo destinan a salarios de militares— por lo que casi todos sus buques tienen muchos años.
Esa queja desgarrada de las familias, expuesta en directo en televisión con gran dramatismo, desató una gran crisis política. Macri acudió a la sede de la Armada, el Edificio Libertad, y lanzó un mensaje claro a todos los que dudan de que el submarino no fuera una trampa mortal. “Esto que sucedió requiere una investigación seria y profunda que arroje certezas. Significa entender cómo un submarino que se había llevado a reparación de media vida y estaba en perfectas condiciones para navegar, sufrió aparentemente esta explosión. No tenemos que aventurarnos a buscar culpables, tenemos que tener certidumbre sobre lo que pasó. Y por qué. Mi compromiso es con la verdad, la Armada también está sufriendo con mucho dolor. Vamos a saber la verdad”, clamó el presidente.
A su lado estaba el ministro de Defensa, Oscar Aguad, que aún no ha hablado en toda la crisis, y el jefe de la Armada, el almirante Horacio Srur. Ambos han protagonizado en los últimos días una enorme tensión que según fuentes del Gobierno concluirá en los próximos días con la renovación completa de la cúpula de la Armada. Pero primero, Macri quiere concentrarse en la búsqueda del submarino, cada vez más difícil. Para ello cuenta con el apoyo de una decena de países, incluido un histórico enemigo como el Reino Unido. Vamos a continuar con la búsqueda, ahora que contamos con el apoyo de toda la comunidad internacional. Agradezco semejante muestra de apoyo de tantos países amigos. Esperamos encontrarlo en los próximos días”, aseguró el presidente.
Pero la crisis no quedará aquí. "Una vez que concluya esta operación y que la Armada informe el resultado, se iniciarán todas las investigaciones pertinentes en todos los ámbitos, en la Armada, en lo judicial, en lo administrativo y parlamentario, para ir a fondo para saber las condiciones de la misión, del buque y qué pasó", aseguró el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Mientras, la Armada trata de apagar todos los incendios que se le han declarado desde que se confirmó la explosión. Los gritos de las familias contra la cúpula militar y el estado del submarino han conmovido a todo el país. “El presidente sigue con mucha angustia esto, las escenas de ayer nos llegaron a todos”, resumió Peña. Enrique Balbi, portavoz de la Armada, insiste en desmentir todas las acusaciones, e incluso las teorías que apuntaban a que el origen de la explosión pudo ser ataque. "No tenemos ningún indicio de ataque. La armada posee toda la información de esta operación totalmente documentada. Ninguna unidad de la Armada zarpa si no está en condiciones operativas de volar o navegar con toda seguridad. La antigüedad de este submarino no implica su obsolescencia. El estado operativo solo puede ser evaluado por profesionales".
También desmintió, como aseguraban los familiares, que la Armada supiera desde el principio que el submarino había estallado. Las víctimas están lanzando acusaciones muy graves, se sienten engañados. Y los argentinos están conmovidos con las historias de esos 43 hombres y una mujer. "Si la Armada hubiese contado con esta información hace una semana se hubiese dedicado todo el esfuerzo de la búsqueda desde el primer momento. La información de la explosión se recibió el miércoles 22. Entendemos a los familiares, los acompañamos, estamos haciendo lo humanamente posible", se justificó Balbi. Pero con su comparecencia, Macri dio un mensaje muy diferente. De momento, la Armada tiene todo el apoyo para buscar el submarino. Pero cuando lo encuentren o lo den por perdido, la crisis estallará definitivamente y se tomarán decisiones políticas.