Fernández aseguró que acusación en su contra por lavado de dinero es insólita
Buenos aires, EFE
A través de un escrito presentado ante la justicia argentina, la ex presidenta Cristina Fernández afirmó que los presuntos delitos de los que es acusada suponen una acusación arbitraria, insólita y sin fundamento alguno.
“Resulta imposible saber cuál es el hecho puntual, concreto y específico de carácter delictivo que se me atribuye, más allá de la reedición del relato que la prensa oficialista se encarga de machacar incesantemente”, denunció en el texto, que publicó en la red social Facebook tras entregárselo al juez Julián Ercolini.
La exmandataria se presentó en los tribunales federales de Buenos Aires una hora antes de la que había sido citada y permaneció apenas diez minutos ante el magistrado, que investiga supuestos pagos a la familia Kirchner por parte de empresarios de obra pública a través de la contratación de instalaciones de un hotel administrado por la firma Hotesur, participada por la expresidenta y sus dos hijos.
“Es tan arbitraria la intimación que ni siquiera se precisa cuáles son las conductas que conforman la supuesta maniobra de blanqueo de capitales, cuándo se habría consumado ni el modo en qué se habría afectado el bien jurídico tutelado por la norma”, aseguró Fernández en el escrito, antes de criticar lo “sumamente difícil” que es ejercer su derecho de defensa en este contexto.
Además, en su opinión, a esto se le suma “un escenario de absoluta privación de justicia” que ha estado “padeciendo” desde diciembre de 2015, cuando Mauricio Macri llegó a la presidencia argentina.
Así, hizo hincapié en “la absoluta falta de fundamento” que tiene esta “insólita acusación”, que consideró un “verdadero disparate jurídico y lógico”.
Según la expresidenta, los hechos de asociación ilícita y lavado de dinero de los que se le acusa están siendo “re-denunciados” porque ya fueron auditados por la Justicia en anteriores causas.
“Todos fueron analizados en, por lo menos, cuatro expedientes judiciales que concluyeron con el dictado de sendos sobreseimientos o el archivo de las actuaciones por inexistencia de delito”, aseveró.
Esta vez, y al contrario de lo que ha ocurrido en otras citaciones a la exmandataria, en las afueras de los juzgados no hubo militantes apoyándola, ya que ella misma pidió que no lo hicieran para no “entrar” en el “juego” mediático que, a su juicio, realiza el Gobierno de Macri.
Ercolini también llamó a prestar declaración indagatoria a Máximo y a Florencia Kirchner -hijos de Fernández y del fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007)-, al empresario Lázaro Báez -detenido desde hace un año y medio por otro caso de lavado de dinero- y a otros 20 imputados.
La comparecencia de la expresidenta se produce exactamente dos semanas después de que tuviese que presentarse en tribunales para comparecer como investigada en una causa por supuesto encubrimiento de los iraníes acusados de atentar contra una mutua judía en 1994.
Fernández tiene abiertos tres procesamientos judiciales por hechos ocurridos durante su mandato.
El primero se debió a supuestas irregularidades en contratos de futuros de dólar por parte del Banco Central y los otros dos por presunta asociación ilícita en la concesión de obra pública.
A través de un escrito presentado ante la justicia argentina, la ex presidenta Cristina Fernández afirmó que los presuntos delitos de los que es acusada suponen una acusación arbitraria, insólita y sin fundamento alguno.
“Resulta imposible saber cuál es el hecho puntual, concreto y específico de carácter delictivo que se me atribuye, más allá de la reedición del relato que la prensa oficialista se encarga de machacar incesantemente”, denunció en el texto, que publicó en la red social Facebook tras entregárselo al juez Julián Ercolini.
La exmandataria se presentó en los tribunales federales de Buenos Aires una hora antes de la que había sido citada y permaneció apenas diez minutos ante el magistrado, que investiga supuestos pagos a la familia Kirchner por parte de empresarios de obra pública a través de la contratación de instalaciones de un hotel administrado por la firma Hotesur, participada por la expresidenta y sus dos hijos.
“Es tan arbitraria la intimación que ni siquiera se precisa cuáles son las conductas que conforman la supuesta maniobra de blanqueo de capitales, cuándo se habría consumado ni el modo en qué se habría afectado el bien jurídico tutelado por la norma”, aseguró Fernández en el escrito, antes de criticar lo “sumamente difícil” que es ejercer su derecho de defensa en este contexto.
Además, en su opinión, a esto se le suma “un escenario de absoluta privación de justicia” que ha estado “padeciendo” desde diciembre de 2015, cuando Mauricio Macri llegó a la presidencia argentina.
Así, hizo hincapié en “la absoluta falta de fundamento” que tiene esta “insólita acusación”, que consideró un “verdadero disparate jurídico y lógico”.
Según la expresidenta, los hechos de asociación ilícita y lavado de dinero de los que se le acusa están siendo “re-denunciados” porque ya fueron auditados por la Justicia en anteriores causas.
“Todos fueron analizados en, por lo menos, cuatro expedientes judiciales que concluyeron con el dictado de sendos sobreseimientos o el archivo de las actuaciones por inexistencia de delito”, aseveró.
Esta vez, y al contrario de lo que ha ocurrido en otras citaciones a la exmandataria, en las afueras de los juzgados no hubo militantes apoyándola, ya que ella misma pidió que no lo hicieran para no “entrar” en el “juego” mediático que, a su juicio, realiza el Gobierno de Macri.
Ercolini también llamó a prestar declaración indagatoria a Máximo y a Florencia Kirchner -hijos de Fernández y del fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007)-, al empresario Lázaro Báez -detenido desde hace un año y medio por otro caso de lavado de dinero- y a otros 20 imputados.
La comparecencia de la expresidenta se produce exactamente dos semanas después de que tuviese que presentarse en tribunales para comparecer como investigada en una causa por supuesto encubrimiento de los iraníes acusados de atentar contra una mutua judía en 1994.
Fernández tiene abiertos tres procesamientos judiciales por hechos ocurridos durante su mandato.
El primero se debió a supuestas irregularidades en contratos de futuros de dólar por parte del Banco Central y los otros dos por presunta asociación ilícita en la concesión de obra pública.