¿Está la Liga imposible?
Madrid, AS
El Madrid a 10 puntos del Barça y nunca le remontó tantos puntos al líder. Marca un gol menos por partido que en la 2016-17, Cristiano bajo mínimos, Benzema ni disparó en el Wanda...
EI Madrid empieza a necesitar prismáticos para ver la estela del Barcelona. Diez puntos de desventaja con 78 por disputarse. Las cuentas son inequívocas: aún ganando los dos Clásicos, los blancos necesitarían dos pinchazos más de los azulgrana. Y ganarlo todo. ¿La Liga es ya imposible?
“Seguro que van a perder puntos”, se animaba Zidane en la flash interview. Quizá porque el Madrid ya tiene ante sí un de perdidos al río. Antes del derbi estaba obligado igualmente a hacer historia, porque nunca había remontado ocho puntos a un líder. Ahora le añade otro mortal a la pirueta.
Rock duro. El Atlético tiró de heavy desde el calentamiento, con el Highway to Hell de AC/DC atronando por la megafonía del Wanda Metropolitano. El Madrid se perdió en los decibelios y se emborronó en la bronca. No pudo superar a Oblak y es la primera vez en 35 partidos de Liga como visitante con Zidane que se queda a cero. “Falta gol...”, se le escapó al francés ante el micrófono. Su equipo ha bajado de 2,78 goles por jornada en el curso pasado a 1,83 en este.
Cristiano y Benzema, en problemas.
Con Bale acumulando días de baja y Benzema de nuevo sustrayéndose de acudir al área (en sus 76 minutos en el Wanda no disparó ni una vez), el sufrimiento de Cristiano arrastra al equipo. Ve la portería minúscula: un gol en Liga después de 55 disparos...
La ansiedad del siete portugués se reflejó ayer en dos acciones que no fueron remates. En la primera mitad no consiguió irse en velocidad de Juanfran en lo que hubiera sido un mano a mano ante Oblak y en el 87’ descafeinó una gran ocasión porque su lento control de la pelota permitió a Lucas llegar a taponar el chut posterior.
Uno de los trucos de Zizou era descolocar al rival con la anarquía ofensiva de Marcelo. Pero el mal momento del brasileño le impide ejercer una de sus virtudes, el salir veloz desde atrás. En el derbi perdió 27 balones y si se contabilizan los tres últimos partidos de Liga a domicilio (Getafe, Girona y Atlético) su promedio es de 21 pérdidas, todo un socavón.
Sin los pesos pesados, la carta que le queda a Zidane es la de la juventud y se la está guardando. A Ceballos no le sirvió su hat-trick a Eslovaquia con la Sub-21 durante el parón FIFA y a Asensio tampoco el golazo a Las Palmas, sólo tuvo 15 minutos. Ese Plan B que ayudó al Madrid la Liga pasada no existe en esta. Y quizá ya sea tarde.
El Madrid a 10 puntos del Barça y nunca le remontó tantos puntos al líder. Marca un gol menos por partido que en la 2016-17, Cristiano bajo mínimos, Benzema ni disparó en el Wanda...
EI Madrid empieza a necesitar prismáticos para ver la estela del Barcelona. Diez puntos de desventaja con 78 por disputarse. Las cuentas son inequívocas: aún ganando los dos Clásicos, los blancos necesitarían dos pinchazos más de los azulgrana. Y ganarlo todo. ¿La Liga es ya imposible?
“Seguro que van a perder puntos”, se animaba Zidane en la flash interview. Quizá porque el Madrid ya tiene ante sí un de perdidos al río. Antes del derbi estaba obligado igualmente a hacer historia, porque nunca había remontado ocho puntos a un líder. Ahora le añade otro mortal a la pirueta.
Rock duro. El Atlético tiró de heavy desde el calentamiento, con el Highway to Hell de AC/DC atronando por la megafonía del Wanda Metropolitano. El Madrid se perdió en los decibelios y se emborronó en la bronca. No pudo superar a Oblak y es la primera vez en 35 partidos de Liga como visitante con Zidane que se queda a cero. “Falta gol...”, se le escapó al francés ante el micrófono. Su equipo ha bajado de 2,78 goles por jornada en el curso pasado a 1,83 en este.
Cristiano y Benzema, en problemas.
Con Bale acumulando días de baja y Benzema de nuevo sustrayéndose de acudir al área (en sus 76 minutos en el Wanda no disparó ni una vez), el sufrimiento de Cristiano arrastra al equipo. Ve la portería minúscula: un gol en Liga después de 55 disparos...
La ansiedad del siete portugués se reflejó ayer en dos acciones que no fueron remates. En la primera mitad no consiguió irse en velocidad de Juanfran en lo que hubiera sido un mano a mano ante Oblak y en el 87’ descafeinó una gran ocasión porque su lento control de la pelota permitió a Lucas llegar a taponar el chut posterior.
Uno de los trucos de Zizou era descolocar al rival con la anarquía ofensiva de Marcelo. Pero el mal momento del brasileño le impide ejercer una de sus virtudes, el salir veloz desde atrás. En el derbi perdió 27 balones y si se contabilizan los tres últimos partidos de Liga a domicilio (Getafe, Girona y Atlético) su promedio es de 21 pérdidas, todo un socavón.
Sin los pesos pesados, la carta que le queda a Zidane es la de la juventud y se la está guardando. A Ceballos no le sirvió su hat-trick a Eslovaquia con la Sub-21 durante el parón FIFA y a Asensio tampoco el golazo a Las Palmas, sólo tuvo 15 minutos. Ese Plan B que ayudó al Madrid la Liga pasada no existe en esta. Y quizá ya sea tarde.