Talleres aplastó a un River que solo piensa en la Copa

En el Kempes, el local se impuso 4-0 ante un equipo con muchos juveniles. Gallardo apuesta por la revancha del martes ante Lanús.


Clarín
Marcelo Gallardo apostó fuerte en Córdoba. Buen jugador el Muñeco, esta vez se quedó con los bolsillos vacíos. En el Kempes formó un equipo alternativo y Talleres le metió cuatro goles. El DT tiene la cabeza puesta en la revancha ante Lanús del martes por la semifinal de la Libertadores, el objetivo de River en el semestre, y guardó a todos los habituales titulares. Pero además, la arriesgada jugada de Gallardo incluyó el debut de cuatro jugadores, entre ellos Nahuel, el hijo del entrenador. Para el Millonario -esta vez- la bolilla cayó en el cero.


El primer tiempo fue una paradoja para River. Empezó incómodo y la pasó mal durante la primera media hora; después mejoró y generó las mejores situaciones de gol, pero cuando se iba la primera mitad Augusto Batalla tuvo una floja respuesta ante un remate de Juan David Ramírez y el local se fue 1-0 al vestuario.

Frank Kudelka puso su once de gala. Pablo Guiñazú dominó el medio, Joao Rojas complicó por izquierda a Augusto Aguirre -uno de los debutantes- y Emanuel Bebelo Reynoso intentó ser el eje de un equipo que necesitaba un triunfo para acomodarse dentro del lote de equipos que escoltan al líder, Boca.

Talleres pudo haber abierto el marcador en dos oportunidades, aunque le costó ser claro. La primera fue un remate de Sebastián Palacios que Alexander Barboza desvió al córner con lo justo. Y la segunda, tras una serie de rebotes, que terminó con Ramírez en el piso pidiendo un penal de Barboza que el árbitro Hernán Mastrángelo desestimó.

River no se encontraba con la pelota. Nicolás De la Cruz entraba poco en juego, Rafael Borré quedaba perdido y solo entre los centrales rivales, e Iván Rossi jugaba corto y sin asumir riesgos. La amarilla para Gallardo por una falta en la mitad de la cancha fue un resumen del conjunto visitante.

Sin embargo, River mejoró. De la Cruz se amigó con la pelota y los de Gallardo empezaron a jugar en campo rival. En el último cuarto de hora contaron con las dos mejores chances de gol del partido: un remate desde afuera del área de Barboza que Guido Herrera desvió al córner; y una definición de Auzqui por el segundo a las manos del arquero. En ese momento, cuando el primer tiempo se iba, Ramírez irrumpió en el área y abrió el marcador con un zurdazo al primer palo que Batalla no supo controlar.

En el complemento, River salió con otra actitud y dominó a Talleres en los primeros 15. Pero apenas fue un espejismo, nunca el empate fue una posibilidad real. Y cuando el local se asentó, dio los golpes que necesitaba para noquear.

A los 15, el lateral izquierdo Olaza rompió el travesaño y avisaba. A los 23, llegó el 2-0 tras una gran maniobra colectiva que incluyó diez pases seguidos y un sprint final furioso con una doble pared entre Olaza y Joao Rojas que terminó con una gran definición de Ramírez, que conseguía su doblete.

Después, River se derrumbó. Los pibes de Gallardo se desordenaron y ya no le encontraron la vuelta a un partido que se convertía en pesadilla. A los 32, Talleres llegó al gol con dos toques: un gran pase de Menéndez y una definición efectiva de Marcelo Torres para el 3-0. En una contra, a los 38, Rossi quedó pagando y le cometió penal a Rojas. Olaza se hizo cargo y no falló para sellar el 4-0.

Para Talleres el triunfo significó sumarse al grupo de escoltas: ahora tiene 14 puntos como Huracán y Unión, y quedó a cuatro de Boca, el único líder. River acumula cuatro partidos sin ganar en la Superliga, pero esta fue su primera derrota en el torneo. El martes contará con la chance de volver a clasificarse a una final de Libertadores y el próximo domingo tendrá revancha en el la liga en un nuevo Superclásico.

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