No te vayas Gago
Todos los que rodean a Gago intentan convencerlo de que no se retire. La nueva lesión le llevará 8 meses. ¿Podrá volver por tercera vez?
Olé
Las lágrimas en los ojos y las manos sosteniéndose la cabeza. El vestuario que lo vio crecer y que no sabe ni cómo ni cuándo volverá a pisar -o lo que es peor: si lo volverá a hacer como jugador. La primera reacción de decir “no juego más”, cargada de sentimiento y lejos de la reflexión, pero que simboliza y permite entender la preocupación de los propios que lo acompañan día a día y los extraños que se rinden ante él cada domingo en su Bombonera y sufrieron cada golpe como si fueran él. Fernando Gago, otra vez en la arena movediza de una lesión grave. ¿Saldrá por tercera vez?
La incógnita, lejos de interpretaciones periodísticas, se basa en los antecedentes. En plena recuperación de su segunda ruptura del tendón de Aquiles izquierdo reconoció que estuvo dos meses pensando que se retiraba. Que los cuidados intensivos lo desgastaban, que se replanteaba resignar calidad de vida a cambio de exigencias físicas, que el temor por no volver a ser el que era no le permitía avanzar. Los desafíos le ganaron a los dolores y temores y terminó volviendo un Gago distinto, pero hasta con características mejoradas. En esta nueva lesión, su entorno empezó a trabajar para poder volver inclinar la balanza. Su esposa Gisela Dulko, ex tenista y con conocimiento de las dificultades propias de los deportistas, publicó en su cuenta de Instagram unas palabras que son de Rocky y que invitan a superar el golpe. El mismo que le transmiten todos los que lo valoran tanto como persona como futbolísticamente.
Guillermo Barros Schelotto fue uno de los primeros en acercarse al vestuario para constatar lo que se imaginaba desde el palco. “Lo vi bien de ánimo, no lo vi caído. Tiene una fortaleza especial que le ha permitido recuperarse dos veces de la lesión del tendón”, contó el Melli. Si bien el DT no lo dijo públicamente, en la noche del jueves el 5 estaba destruido, pero el viernes se levantó mejor. Todo el ambiente del fútbol se solidarizó, pero sus compañeros de Selección lo bancaron. Lo despidieron con un aplauso de la cena post empate con Perú y en el entrenamiento del día siguiente se acercaron para apoyarlo, con Messi a la cabeza.
Entre lunes y martes será la operación por la rotura del ligamento cruzado anterior y el lateral interno de su rodilla derecha. Estará en manos del doctor Batista. La recuperación le demandaría entre siete y ocho meses, por lo que en el calendario xeneize se perdería los primeros partidos de la Copa. Si vuelve a jugar, otra vez, depende de él.
Olé
Las lágrimas en los ojos y las manos sosteniéndose la cabeza. El vestuario que lo vio crecer y que no sabe ni cómo ni cuándo volverá a pisar -o lo que es peor: si lo volverá a hacer como jugador. La primera reacción de decir “no juego más”, cargada de sentimiento y lejos de la reflexión, pero que simboliza y permite entender la preocupación de los propios que lo acompañan día a día y los extraños que se rinden ante él cada domingo en su Bombonera y sufrieron cada golpe como si fueran él. Fernando Gago, otra vez en la arena movediza de una lesión grave. ¿Saldrá por tercera vez?
La incógnita, lejos de interpretaciones periodísticas, se basa en los antecedentes. En plena recuperación de su segunda ruptura del tendón de Aquiles izquierdo reconoció que estuvo dos meses pensando que se retiraba. Que los cuidados intensivos lo desgastaban, que se replanteaba resignar calidad de vida a cambio de exigencias físicas, que el temor por no volver a ser el que era no le permitía avanzar. Los desafíos le ganaron a los dolores y temores y terminó volviendo un Gago distinto, pero hasta con características mejoradas. En esta nueva lesión, su entorno empezó a trabajar para poder volver inclinar la balanza. Su esposa Gisela Dulko, ex tenista y con conocimiento de las dificultades propias de los deportistas, publicó en su cuenta de Instagram unas palabras que son de Rocky y que invitan a superar el golpe. El mismo que le transmiten todos los que lo valoran tanto como persona como futbolísticamente.
Guillermo Barros Schelotto fue uno de los primeros en acercarse al vestuario para constatar lo que se imaginaba desde el palco. “Lo vi bien de ánimo, no lo vi caído. Tiene una fortaleza especial que le ha permitido recuperarse dos veces de la lesión del tendón”, contó el Melli. Si bien el DT no lo dijo públicamente, en la noche del jueves el 5 estaba destruido, pero el viernes se levantó mejor. Todo el ambiente del fútbol se solidarizó, pero sus compañeros de Selección lo bancaron. Lo despidieron con un aplauso de la cena post empate con Perú y en el entrenamiento del día siguiente se acercaron para apoyarlo, con Messi a la cabeza.
Entre lunes y martes será la operación por la rotura del ligamento cruzado anterior y el lateral interno de su rodilla derecha. Estará en manos del doctor Batista. La recuperación le demandaría entre siete y ocho meses, por lo que en el calendario xeneize se perdería los primeros partidos de la Copa. Si vuelve a jugar, otra vez, depende de él.