Maduro pide a Putin en Moscú que le dé oxigeno y reestructure la deuda
Los analistas calculan que Rusia ha prestado a Venezuela 17.000 millones de dólares entre 2006 y 2017
Pilar Bonet
Moscú, El País
Ante el imparable deterioro de la situación económica en Venezuela, su presidente ha acudido a buscar ayuda en uno de sus más fieles aliados. El presidente Nicolás Maduro ha viajado este miércoles a Moscú para reunirse con el líder ruso, Vladímir Putin, y abordar la posibilidad de una nueva reestructuración de la deuda de Caracas. “Vemos que Venezuela pasa por una época complicada, pero da la impresión de que usted, de todos modos, pudo establecer algún contacto con las fuerzas políticas que se le oponen”, le dijo Putin. Según estimaciones de analistas rusos, desde 2006 hasta el verano de 2017, Rusia ha suministrado créditos por 17.000 millones de dólares a Venezuela.
En un foro energético internacional en Moscú, Maduro ha manifestado que quiere mejorar las condiciones de la deuda que su país, sumido en una profunda crisis económica y de enfrentamiento con la oposición, mantiene con Rusia. “Como cualquier compromiso financiero que se pueda tener con algún banco, agente financiero o Estado, es propenso a ser reestructurado”, ha admitido el líder venezolano sobre la deuda. “No tenemos ningún problema en seguir llevando nuestros compromisos con Rusia y cualquier refinanciamiento o reestructuración para pagar en mejores condiciones seguramente será objeto de acuerdo entre los dos países”, ha sentenciado. Maduro ha viajado a Moscú con el vicepresidente de Economía, Ramón Lobo.
Esta semana, el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov, informó de que Rusia y Venezuela trabajan para buscar una fórmula mutuamente aceptable. El ministro confirmó que Caracas había pedido una reestructuración debido a sus dificultades para cumplir con los plazos de pago. La renegociación de la deuda se hace en el marco del club de París, pero también en el plano bilateral, aclaró.
En diciembre de 2011, Rusia abrió una línea de crédito a Venezuela por 4.000 millones de dólares [3.400 millones de euros] para la compra de armas. A fines de 2013, las empresas rusas habían suministrado a Caracas mercancías por 2.650 millones de dólares. En abril de 2015 se supo que Venezuela había recibido 962 millones suplementarios y, en marzo de 2016, Caracas comenzó a renquear en el pago de los vencimientos y se vio obligada a recurrir a sucesivas prórrogas. En septiembre de 2016 Rusia reestructuró parte de la deuda venezolana y aplazó su pago para 2019 y 2021.
Además, el consorcio petrolero estatal Rosneft ha invertido 6.000 millones de dólares en Venezuela como adelanto por los suministros de las explotaciones petroleras comunes, según dijo en agosto un representante de la compañía. Esta cantidad, que debe ser amortizada en 2019, es considerada “muy arriesgada” por los analistas petroleros. Uno de ellos, Mijaíl Krutijin, cree que cabe la posibilidad de que suceda con Venezuela lo mismo que con Irak y que un posible nuevo régimen no reconozca estas obligaciones.
Rosneft es una de las empresas rusas sometidas a sanciones por la política de Moscú en Ucrania y su presidente, Igor Sechin, es un hombre de confianza de Vladímir Putin desde los tiempos en que ambos trabajaron juntos en la alcaldía de San Petersburgo. Sechin, que estableció una estrecha relación con el presidente Hugo Chávez —fallecido en 2013—, trató de involucrar a más empresas rusas en negocios energéticos en Venezuela, pero muchas se han retirado de aquel mercado.
En su intervención, Maduro ensalzó a Putin “por todo lo que ha apoyado a Venezuela y al Caribe”. “Hay que darle gracias a la vida por tener en el mundo a un líder de verdad”, señaló. “El líder del mundo emergente y del mundo en el que queremos vivir es el presidente Vladímir Putin, que lleva la bandera del decoro, de la paz y de la dignidad”, afirmó.
“Un líder de verdad”
“No tenemos que pedirle ayuda a Rusia. Ya la tenemos. Ya Rusia nos apoya”, dijo el presidente venezolano, refiriéndose a la “admiración mutua” entre los dos países. Explicó Maduro que la “sintonía y la química” establecida entre Putin y Chávez abrió el camino de la cooperación militar con Rusia cuando Caracas se vio privada del armamento norteamericano. “Los equipos militares rusos son muy buenos, extraordinarios, y nuestras fuerzas armadas, tienen una capacidad de defensa sólida, tres veces más que hace 15 años”, dijo.
Según Maduro, el “fortalecimiento de la cooperación en el campo técnico-militar con Rusia” ha sido “muy beneficiosa para nuestro país”. Preguntado si iba a pedir más asistencia (militar), Maduro dijo: “Es suficiente la que tenemos, es creciente, porque son acuerdos que se están revisando todo el tiempo”. “Estoy seguro de que sin pedirla nos van a dar más apoyo para la capacidad defensiva de Venezuela”, sentenció.
La relación con Rusia permite a Venezuela “explorar caminos de ganar-ganar en todos los campos”, dijo Maduro, según el cual “en estos últimos tres años” Venezuela ha sido sometida a una “persecución financiera” por parte de EE UU. “Hemos tenido que sufrir la caída de los precios de nuestro petróleo de 100 dólares el barril a 30 y 20 dólares y en el mismo periodo hemos tenido que cumplir compromisos internacionales por más de 60.000 millones de dólares”, manifestó. “Pese a las restricciones de ingresos en dólares y moneda convertible, Venezuela ha cumplido de manera puntual e impecable todos sus compromisos”.
Maduro dijo que todos los bancos occidentales se han negado a refinanciar o prestar un solo dólar a Venezuela a causa de las sanciones estadounidenses. “Estamos preparados. A Venezuela no la va a detener nadie. Hemos tomado las medidas para proteger a nuestro país desde el punto de vista financiero. Afortunadamente tenemos excelentes relaciones económicas, comerciales, financieras y energéticas con los países emergentes”, dijo Maduro que remachó: “Más allá de la banca occidental, de EE UU, del dólar hay otro mundo. Nos tenemos que colocar enfrente del nuevo mundo que está surgiendo”.
Pilar Bonet
Moscú, El País
Ante el imparable deterioro de la situación económica en Venezuela, su presidente ha acudido a buscar ayuda en uno de sus más fieles aliados. El presidente Nicolás Maduro ha viajado este miércoles a Moscú para reunirse con el líder ruso, Vladímir Putin, y abordar la posibilidad de una nueva reestructuración de la deuda de Caracas. “Vemos que Venezuela pasa por una época complicada, pero da la impresión de que usted, de todos modos, pudo establecer algún contacto con las fuerzas políticas que se le oponen”, le dijo Putin. Según estimaciones de analistas rusos, desde 2006 hasta el verano de 2017, Rusia ha suministrado créditos por 17.000 millones de dólares a Venezuela.
En un foro energético internacional en Moscú, Maduro ha manifestado que quiere mejorar las condiciones de la deuda que su país, sumido en una profunda crisis económica y de enfrentamiento con la oposición, mantiene con Rusia. “Como cualquier compromiso financiero que se pueda tener con algún banco, agente financiero o Estado, es propenso a ser reestructurado”, ha admitido el líder venezolano sobre la deuda. “No tenemos ningún problema en seguir llevando nuestros compromisos con Rusia y cualquier refinanciamiento o reestructuración para pagar en mejores condiciones seguramente será objeto de acuerdo entre los dos países”, ha sentenciado. Maduro ha viajado a Moscú con el vicepresidente de Economía, Ramón Lobo.
Esta semana, el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov, informó de que Rusia y Venezuela trabajan para buscar una fórmula mutuamente aceptable. El ministro confirmó que Caracas había pedido una reestructuración debido a sus dificultades para cumplir con los plazos de pago. La renegociación de la deuda se hace en el marco del club de París, pero también en el plano bilateral, aclaró.
En diciembre de 2011, Rusia abrió una línea de crédito a Venezuela por 4.000 millones de dólares [3.400 millones de euros] para la compra de armas. A fines de 2013, las empresas rusas habían suministrado a Caracas mercancías por 2.650 millones de dólares. En abril de 2015 se supo que Venezuela había recibido 962 millones suplementarios y, en marzo de 2016, Caracas comenzó a renquear en el pago de los vencimientos y se vio obligada a recurrir a sucesivas prórrogas. En septiembre de 2016 Rusia reestructuró parte de la deuda venezolana y aplazó su pago para 2019 y 2021.
Además, el consorcio petrolero estatal Rosneft ha invertido 6.000 millones de dólares en Venezuela como adelanto por los suministros de las explotaciones petroleras comunes, según dijo en agosto un representante de la compañía. Esta cantidad, que debe ser amortizada en 2019, es considerada “muy arriesgada” por los analistas petroleros. Uno de ellos, Mijaíl Krutijin, cree que cabe la posibilidad de que suceda con Venezuela lo mismo que con Irak y que un posible nuevo régimen no reconozca estas obligaciones.
Rosneft es una de las empresas rusas sometidas a sanciones por la política de Moscú en Ucrania y su presidente, Igor Sechin, es un hombre de confianza de Vladímir Putin desde los tiempos en que ambos trabajaron juntos en la alcaldía de San Petersburgo. Sechin, que estableció una estrecha relación con el presidente Hugo Chávez —fallecido en 2013—, trató de involucrar a más empresas rusas en negocios energéticos en Venezuela, pero muchas se han retirado de aquel mercado.
En su intervención, Maduro ensalzó a Putin “por todo lo que ha apoyado a Venezuela y al Caribe”. “Hay que darle gracias a la vida por tener en el mundo a un líder de verdad”, señaló. “El líder del mundo emergente y del mundo en el que queremos vivir es el presidente Vladímir Putin, que lleva la bandera del decoro, de la paz y de la dignidad”, afirmó.
“Un líder de verdad”
“No tenemos que pedirle ayuda a Rusia. Ya la tenemos. Ya Rusia nos apoya”, dijo el presidente venezolano, refiriéndose a la “admiración mutua” entre los dos países. Explicó Maduro que la “sintonía y la química” establecida entre Putin y Chávez abrió el camino de la cooperación militar con Rusia cuando Caracas se vio privada del armamento norteamericano. “Los equipos militares rusos son muy buenos, extraordinarios, y nuestras fuerzas armadas, tienen una capacidad de defensa sólida, tres veces más que hace 15 años”, dijo.
Según Maduro, el “fortalecimiento de la cooperación en el campo técnico-militar con Rusia” ha sido “muy beneficiosa para nuestro país”. Preguntado si iba a pedir más asistencia (militar), Maduro dijo: “Es suficiente la que tenemos, es creciente, porque son acuerdos que se están revisando todo el tiempo”. “Estoy seguro de que sin pedirla nos van a dar más apoyo para la capacidad defensiva de Venezuela”, sentenció.
La relación con Rusia permite a Venezuela “explorar caminos de ganar-ganar en todos los campos”, dijo Maduro, según el cual “en estos últimos tres años” Venezuela ha sido sometida a una “persecución financiera” por parte de EE UU. “Hemos tenido que sufrir la caída de los precios de nuestro petróleo de 100 dólares el barril a 30 y 20 dólares y en el mismo periodo hemos tenido que cumplir compromisos internacionales por más de 60.000 millones de dólares”, manifestó. “Pese a las restricciones de ingresos en dólares y moneda convertible, Venezuela ha cumplido de manera puntual e impecable todos sus compromisos”.
Maduro dijo que todos los bancos occidentales se han negado a refinanciar o prestar un solo dólar a Venezuela a causa de las sanciones estadounidenses. “Estamos preparados. A Venezuela no la va a detener nadie. Hemos tomado las medidas para proteger a nuestro país desde el punto de vista financiero. Afortunadamente tenemos excelentes relaciones económicas, comerciales, financieras y energéticas con los países emergentes”, dijo Maduro que remachó: “Más allá de la banca occidental, de EE UU, del dólar hay otro mundo. Nos tenemos que colocar enfrente del nuevo mundo que está surgiendo”.