Los pecados capitales que tiene que corregir Simeone
Los cinco goles han sido recibidos de cabeza. Griezmann no encuentra su pareja ideal. Qarabag y Celta se convierten en dos finales en octubre.
Manolete
As
No valen las lamentaciones y es el momento de que el Atlético y Simeone comiencen a analizar y corregir los errores que se vienen observando desde inicio de temporada. Pese a ser cuartos y los 16 puntos que se han conseguido la realidad es que el nivel sobre el campo está generando muchas dudas y el segundo tiempo contra el Barcelona provocó que incluso en la grada quedara un sentimiento de pesimismo. La cita que era esperada con expectación dejó un segundo tiempo que ha sido el peor de la etapas cholista. Y. volvió a exhibir unos problemas serios. Por enésima vez con gol de cabeza que es la gran penitencia de esta campaña. Hace dos años éramos los reyes del fútbol aéreo , tanto en defensa como en ataque, y ahora damos todas las facilidades del mundo. Luego en el apartado de los cambios, mientras los que hizo Valverde sirvieron para aumentar el potencial azulgrana para conseguir el empate, los de Simeone –en especial Gaitán y Fernando Torres- es un misterio que muy pocos llegaron a entender y tampoco se puede olvidar la condición física. Otra vez el profe Ortega y sus métodos de cara a la galería quedaron en evidencia. Los visitante salían como motos y los rojiblancos estaban pidiendo la hora. Otra asignatura que se tiene que tomar en cuenta para corregir y luego no vale hablar de primer tiempo muy completo. Es cierto que en este periodo y si no es por Stegen el partido hubiera quedado decidido, pero tampoco el fútbol que se hizo fue deslumbrante y lo que se supo hacer es aprovechar el modo por el que aposto el líder. Está claro que este Atlético sigue generando muchas dudas y cuando se ha hablado de la mejor plantilla de la historia, ahora los datos sobre el campo son bastante diferentes y falta de manera urgente hacer ese partido que sirva para adquirir moral. Al final las mismas dudas que existen entre los aficionados se han trasladado a la plantilla y en especial al centro del campo que con tantas rotaciones de puesto no termina de saber cómo tienen que jugar.
Lo de la delantera es de hacérselo mirar. Cinco puntas y de los 13 tantos que ha conseguido el equipo solamente Correa con 3 y Griezmann con 2, han tenido algo de acierto realizador. El resto cero y al final la realidad es que los rivales no salen pensando en parar el potencial ofensivo. Sigue sin tener Griezmann una pareja adecuada a sus características y tampoco el francés está teniendo un rendimiento más que notable. Todas las esperanzas siguen depositadas en enero y que aparezca Diego Costa y Vitolo, pero a lo mejor también se tiene que cambiar el dibujo. Ante el cholismo explotaba al máximo el juego por las bandas y ahora se abusa en exceso las combinaciones por el centro. Los puntas se mueven, pero siguen sin tener el que les sepa ver y dar el pase adecuado y hasta el momento solamente Oblak, que está imperial y al que se le tiene que renovar de manera urgente, y Saúl están demostrando el nivel que se le debe pedir a un futbolista de élite del Atlético. Ante este panorama se acabaron las bromas y las citas ante el Qarabag en Champions y la visita al Celta se tienen que tomar como auténticas finales. Se acabaron las pruebas y es el momento para que Simeone tome decisiones drásticas y vuelve a su manera de jugar que tiene enamorados a todos los rojiblancos. Por cierto, matrícula a Cerezo por su mensaje de alejar la política del deporte, y que permitió que en el Wanda Metropolitano las gradas fueran lo más sobresaliente.
Manolete
As
No valen las lamentaciones y es el momento de que el Atlético y Simeone comiencen a analizar y corregir los errores que se vienen observando desde inicio de temporada. Pese a ser cuartos y los 16 puntos que se han conseguido la realidad es que el nivel sobre el campo está generando muchas dudas y el segundo tiempo contra el Barcelona provocó que incluso en la grada quedara un sentimiento de pesimismo. La cita que era esperada con expectación dejó un segundo tiempo que ha sido el peor de la etapas cholista. Y. volvió a exhibir unos problemas serios. Por enésima vez con gol de cabeza que es la gran penitencia de esta campaña. Hace dos años éramos los reyes del fútbol aéreo , tanto en defensa como en ataque, y ahora damos todas las facilidades del mundo. Luego en el apartado de los cambios, mientras los que hizo Valverde sirvieron para aumentar el potencial azulgrana para conseguir el empate, los de Simeone –en especial Gaitán y Fernando Torres- es un misterio que muy pocos llegaron a entender y tampoco se puede olvidar la condición física. Otra vez el profe Ortega y sus métodos de cara a la galería quedaron en evidencia. Los visitante salían como motos y los rojiblancos estaban pidiendo la hora. Otra asignatura que se tiene que tomar en cuenta para corregir y luego no vale hablar de primer tiempo muy completo. Es cierto que en este periodo y si no es por Stegen el partido hubiera quedado decidido, pero tampoco el fútbol que se hizo fue deslumbrante y lo que se supo hacer es aprovechar el modo por el que aposto el líder. Está claro que este Atlético sigue generando muchas dudas y cuando se ha hablado de la mejor plantilla de la historia, ahora los datos sobre el campo son bastante diferentes y falta de manera urgente hacer ese partido que sirva para adquirir moral. Al final las mismas dudas que existen entre los aficionados se han trasladado a la plantilla y en especial al centro del campo que con tantas rotaciones de puesto no termina de saber cómo tienen que jugar.
Lo de la delantera es de hacérselo mirar. Cinco puntas y de los 13 tantos que ha conseguido el equipo solamente Correa con 3 y Griezmann con 2, han tenido algo de acierto realizador. El resto cero y al final la realidad es que los rivales no salen pensando en parar el potencial ofensivo. Sigue sin tener Griezmann una pareja adecuada a sus características y tampoco el francés está teniendo un rendimiento más que notable. Todas las esperanzas siguen depositadas en enero y que aparezca Diego Costa y Vitolo, pero a lo mejor también se tiene que cambiar el dibujo. Ante el cholismo explotaba al máximo el juego por las bandas y ahora se abusa en exceso las combinaciones por el centro. Los puntas se mueven, pero siguen sin tener el que les sepa ver y dar el pase adecuado y hasta el momento solamente Oblak, que está imperial y al que se le tiene que renovar de manera urgente, y Saúl están demostrando el nivel que se le debe pedir a un futbolista de élite del Atlético. Ante este panorama se acabaron las bromas y las citas ante el Qarabag en Champions y la visita al Celta se tienen que tomar como auténticas finales. Se acabaron las pruebas y es el momento para que Simeone tome decisiones drásticas y vuelve a su manera de jugar que tiene enamorados a todos los rojiblancos. Por cierto, matrícula a Cerezo por su mensaje de alejar la política del deporte, y que permitió que en el Wanda Metropolitano las gradas fueran lo más sobresaliente.