Los independentistas califican a los dirigentes de la ANC y de Òmnium de “presos políticos”
Las entidades independentistas convocan las primeras protestas y el PSC considera "desproporcionada" la decisión judicial
Àngels Piñol
Pere Ríos
El País
El independentismo reaccionó ayer en tromba al encarcelamiento de Jordi Sànchez, líder de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), y Jordi Cuixart, de Òmnium Cultural, dictado por la Audiencia Nacional. La Generalitat interpretó que la medida es la respuesta del Gobierno del PP a su propuesta de negociación. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tildó el encarcelamiento de “barbaridad”. La ANC organizó anoche caceroladas y ha convocado para hoy paros ante los centros de trabajo y una concentración con velas encendidas en la confluencia entre el Passeig de Gràcia y la avenida de la Diagonal en Barcelona.
La juez dictó prisión incondicional sin fianza para Sànchez y Cuixart por un presunto delito de sedición por los incidentes ocurridos el 20 de septiembre ante el Departamento de Economía de la Generalitat durante la operación de la Guardia Civil contra la organización del referéndum de independencia del 1 de octubre. La mayoría de dirigentes independentistas y de Catalunya en Comú, partidarios del referéndum pero no de la secesión, coincidieron en lamentar que pueda haber “presos políticos” en España en el siglo XXI. La decisión desencadenó caceroladas y concentraciones en diversas ciudades como Vic, Girona —2.000 personas se manifestaron en silencio y con velas hasta comisaría— y en Barcelona — 200—. Las movilizaciones proseguirán hoy.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, criticó el encarcelamiento de Sánchez y Cuixart, así como el proceso judicial abierto contra ellos. “La decisión de la juez nos parece desproporcionada. El 23 de septiembre ya criticamos que se les acusara de sedición”, dijo en Twitter. La mayoría de alcaldes socialistas coincidieron en calificar la medida de “desproporcionada”. Fue el caso de Josep Fèlix Ballesteros (Tarragona); Àngel Ros (Lleida) o Nuria Marín (L'Hospitalet del Llobregat). Ninguno de ellos colaboró con el referéndum. Fue más allá Nuria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet. “Los conflictos políticos no se resuelven enviando a la cárcel a personas que organizan manifestaciones. ¡Todo este despropósito se tiene que parar ya!”, dijo.
En un vídeo grabado antes de conocer la decisión judicial y ante la previsión de su encarcelamiento, Sànchez denunció que su entrada en prisión “es un acto que no responde a ningún principio de justicia”. “Intenta atemorizarnos, castigarnos por haber defendido la libertad y por haber salido a la calle como hace tanto tiempo que hacemos”, sostuvo. En términos parecidos se expresó Cuixart, quien llamó a “seguir trabajando de manera organizada” y vaticinó que “la represión del Estado no tendrá límites para intentar parar la oleada democrática que vive Cataluña”.
El independentismo empezó a temer el ingreso en prisión después de las medidas cautelares aplicadas contra el jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero. El comisario es una figura muy popular en Cataluña tras la actuación del cuerpo policial a raíz de atentado yihadista en Barcelona y Cambrils por no cargar contra los electores en aplicación del principio del derecho penal de intervención mínima. Varios diputados de Junts pel Sí acogieron con irritación la decisión judicial, que tacharon de “vergüenza”.
“Tristemente, en España vuelve a haber presos políticos”, escribió en inglés el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en su cuenta de Twitter. Por su parte, el vicepresidente Oriol Junqueras añadió: “Pedimos hablar, sentarnos y dialogar y el PP, vía fiscalía, responde con prisión incondicional”. El consejero de Presidencia, Jordi Turull, consideró la decisión judicial una “vergüenza democrática” y añadió: “El mundo tiene que ver cómo se las gasta el Estado español”.
Dos dirigentes del PDeCAT, alineados en el sector moderado, fueron taxativos: Santi Vila, consejero de Cultura, apuntó: “Nuevo golpe al diálogo y a la distensión. Con amenazas, represión policial y cárcel no se ahogará el deseo catalán de libertad”. Marta Pascal, coordinadora del partido, escribió: “No entienden nada. ¿Creen que la fuerza de la sociedad civil se para privándoles de libertad? Con vosotros, amigos”.
ERC cargó con dureza. El diputado en el Congreso Gabriel Rufián afirmó: “Bienvenidos a Turquía”. Y su compañero Joan Tardà señaló al PSOE: “Presos políticos de nuevo! Apúntate parte del éxito Pedro Sánchez Castejón”. Y su compañero Joan Tardà señaló al PSOE: “Presos políticos de nuevo! Apúntate parte del éxito Pedro Sánchez”. La CUP sostuvo que el encarcelamiento implica que en España “no hay un futuro democrático” y acusó al Gobierno de actuar con “ánimo de venganza y odio”. Quim Arrufat, portavoz de la CUP, habló de “sadismo”. “Pura crueldad. Basta”, apuntó. Arran, las juventudes de la CUP, exigieron la libertad y “sobre todo la inmediata declaración de independencia. No hay tiempo que perder”. La diputada Mireia Vehí defendió que ante la enésima bofetada república y adelante. Es la única forma de salir de callejón sin salida"
Junts pel Sí y la CUP aplazaron ayer el Pleno del Parlament para la próxima semana pero la decisión judicial puede precipitar los acontecimientos. No solo el independentismo destiló indignación. Xavier Domènech, portavoz de En Comú Podem en el Congreso, zanjó: “No se puede caer más bajo. Libertad inmediata, libertad presos políticos”. Joan Coscubiela rechazó darles ese trato aunque apuntó: “La prisión es excepcional. Merece nuestro rechazo por arbitraria”. Albano Dante Fachin, líder de Podem, afirmó: “No, así no. Presos políticos. España 2017. No pasarán”.
El popular Xavier García Albiol señaló: “El Estado de Derecho acaba poniendo a cada uno en su sitio”. Fuentes de Ciudadanos señalaron: "Respetamos las decisiones de los tribunales. Todos somos iguales ante la ley. Ojalá no estuvieran dando un golpe a la democracia pero lo están dando y cada uno debe asumir sus decisiones". El diputado Fernando del Páramo señaló en las redes sociales: “La ley, por suerte, es igual para todos aunque algunos como los del 3% quieran su legislación a medida”. Inés Arrimadas, líder de la oposición, que había pedido con antelación la dimisión de Carme Forcadell, fue la única dirigente política de un grupo en el Parlament que no emitió en las redes sociales ninguna reacción al ingreso en prisión.
Àngels Piñol
Pere Ríos
El País
El independentismo reaccionó ayer en tromba al encarcelamiento de Jordi Sànchez, líder de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), y Jordi Cuixart, de Òmnium Cultural, dictado por la Audiencia Nacional. La Generalitat interpretó que la medida es la respuesta del Gobierno del PP a su propuesta de negociación. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tildó el encarcelamiento de “barbaridad”. La ANC organizó anoche caceroladas y ha convocado para hoy paros ante los centros de trabajo y una concentración con velas encendidas en la confluencia entre el Passeig de Gràcia y la avenida de la Diagonal en Barcelona.
La juez dictó prisión incondicional sin fianza para Sànchez y Cuixart por un presunto delito de sedición por los incidentes ocurridos el 20 de septiembre ante el Departamento de Economía de la Generalitat durante la operación de la Guardia Civil contra la organización del referéndum de independencia del 1 de octubre. La mayoría de dirigentes independentistas y de Catalunya en Comú, partidarios del referéndum pero no de la secesión, coincidieron en lamentar que pueda haber “presos políticos” en España en el siglo XXI. La decisión desencadenó caceroladas y concentraciones en diversas ciudades como Vic, Girona —2.000 personas se manifestaron en silencio y con velas hasta comisaría— y en Barcelona — 200—. Las movilizaciones proseguirán hoy.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, criticó el encarcelamiento de Sánchez y Cuixart, así como el proceso judicial abierto contra ellos. “La decisión de la juez nos parece desproporcionada. El 23 de septiembre ya criticamos que se les acusara de sedición”, dijo en Twitter. La mayoría de alcaldes socialistas coincidieron en calificar la medida de “desproporcionada”. Fue el caso de Josep Fèlix Ballesteros (Tarragona); Àngel Ros (Lleida) o Nuria Marín (L'Hospitalet del Llobregat). Ninguno de ellos colaboró con el referéndum. Fue más allá Nuria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet. “Los conflictos políticos no se resuelven enviando a la cárcel a personas que organizan manifestaciones. ¡Todo este despropósito se tiene que parar ya!”, dijo.
En un vídeo grabado antes de conocer la decisión judicial y ante la previsión de su encarcelamiento, Sànchez denunció que su entrada en prisión “es un acto que no responde a ningún principio de justicia”. “Intenta atemorizarnos, castigarnos por haber defendido la libertad y por haber salido a la calle como hace tanto tiempo que hacemos”, sostuvo. En términos parecidos se expresó Cuixart, quien llamó a “seguir trabajando de manera organizada” y vaticinó que “la represión del Estado no tendrá límites para intentar parar la oleada democrática que vive Cataluña”.
El independentismo empezó a temer el ingreso en prisión después de las medidas cautelares aplicadas contra el jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero. El comisario es una figura muy popular en Cataluña tras la actuación del cuerpo policial a raíz de atentado yihadista en Barcelona y Cambrils por no cargar contra los electores en aplicación del principio del derecho penal de intervención mínima. Varios diputados de Junts pel Sí acogieron con irritación la decisión judicial, que tacharon de “vergüenza”.
“Tristemente, en España vuelve a haber presos políticos”, escribió en inglés el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en su cuenta de Twitter. Por su parte, el vicepresidente Oriol Junqueras añadió: “Pedimos hablar, sentarnos y dialogar y el PP, vía fiscalía, responde con prisión incondicional”. El consejero de Presidencia, Jordi Turull, consideró la decisión judicial una “vergüenza democrática” y añadió: “El mundo tiene que ver cómo se las gasta el Estado español”.
Dos dirigentes del PDeCAT, alineados en el sector moderado, fueron taxativos: Santi Vila, consejero de Cultura, apuntó: “Nuevo golpe al diálogo y a la distensión. Con amenazas, represión policial y cárcel no se ahogará el deseo catalán de libertad”. Marta Pascal, coordinadora del partido, escribió: “No entienden nada. ¿Creen que la fuerza de la sociedad civil se para privándoles de libertad? Con vosotros, amigos”.
ERC cargó con dureza. El diputado en el Congreso Gabriel Rufián afirmó: “Bienvenidos a Turquía”. Y su compañero Joan Tardà señaló al PSOE: “Presos políticos de nuevo! Apúntate parte del éxito Pedro Sánchez Castejón”. Y su compañero Joan Tardà señaló al PSOE: “Presos políticos de nuevo! Apúntate parte del éxito Pedro Sánchez”. La CUP sostuvo que el encarcelamiento implica que en España “no hay un futuro democrático” y acusó al Gobierno de actuar con “ánimo de venganza y odio”. Quim Arrufat, portavoz de la CUP, habló de “sadismo”. “Pura crueldad. Basta”, apuntó. Arran, las juventudes de la CUP, exigieron la libertad y “sobre todo la inmediata declaración de independencia. No hay tiempo que perder”. La diputada Mireia Vehí defendió que ante la enésima bofetada república y adelante. Es la única forma de salir de callejón sin salida"
Junts pel Sí y la CUP aplazaron ayer el Pleno del Parlament para la próxima semana pero la decisión judicial puede precipitar los acontecimientos. No solo el independentismo destiló indignación. Xavier Domènech, portavoz de En Comú Podem en el Congreso, zanjó: “No se puede caer más bajo. Libertad inmediata, libertad presos políticos”. Joan Coscubiela rechazó darles ese trato aunque apuntó: “La prisión es excepcional. Merece nuestro rechazo por arbitraria”. Albano Dante Fachin, líder de Podem, afirmó: “No, así no. Presos políticos. España 2017. No pasarán”.
El popular Xavier García Albiol señaló: “El Estado de Derecho acaba poniendo a cada uno en su sitio”. Fuentes de Ciudadanos señalaron: "Respetamos las decisiones de los tribunales. Todos somos iguales ante la ley. Ojalá no estuvieran dando un golpe a la democracia pero lo están dando y cada uno debe asumir sus decisiones". El diputado Fernando del Páramo señaló en las redes sociales: “La ley, por suerte, es igual para todos aunque algunos como los del 3% quieran su legislación a medida”. Inés Arrimadas, líder de la oposición, que había pedido con antelación la dimisión de Carme Forcadell, fue la única dirigente política de un grupo en el Parlament que no emitió en las redes sociales ninguna reacción al ingreso en prisión.