Las milicias antiyihadistas anuncian la reconquista de Raqa, bastión del ISIS en Siria
La alianza apoyada por EE UU asegura que se ha hecho con el control del 100% de la ciudad
Natalia Sancha
Beirut, El País
Las Fuerzas Sirias Democráticas (FSD), una coalición antiyihadista liderada por milicias kurdas y apoyada por Estados Unidos, han anunciado que se han hecho con el control de buena parte de la ciudad de Raqa, bastión de los yihadistas en el noreste de Siria. “Hemos tomado el 100% de la ciudad de Raqa pero nuestros hombres están realizando las últimas operaciones de limpieza de desminado y localizando a posibles terroristas escondidos”, afirma por teléfono Talal Silo, portavoz de las FSD.
Tras cuatro meses de duros combates, la coalición ha logrado despojar este martes al autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) de la que desde 2014 fuera su capital de facto en Siria. Las negociaciones tripartitas mantenidas entre los líderes tribales de la ciudad, las FSD y un grupo de unos 400 yihadistas que todavía permanecían en la ciudad han permitido alcanzar un acuerdo para su rendición. Y ello, con el fin de prevenir más muertes entre los 4.000 civiles que se estima el ISIS mantenía como escudos humanos.
Las FSD lograron hacerse en la mañana de este martes con el hospital de la ciudad mientras que el ISIS lanzaba sus últimos ataques en el estadio, último punto de la ciudad que tenían bajo su poder. “Unos 32 terroristas han muerto y el resto se han rendido en el estadio”, asegura Silo, sin detallar el número de los que se han entregado. Los yihadistas han resistido al cerco impuesto durante los últimos 20 días en un territorio de 2 kilómetros cuadrados. El Pentágono ha asegurado este martes que calcula que un centenar de yihadistas permanecen dentro de la ciudad.
“Han sido días intensos de negociaciones con el ISIS porque llegados a este punto podían morir muchos civiles”, dice vía Whastapp y desde Raqa el miliciano kurdo Raman S., de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG, por sus siglas en kurdo). “Aunque tienen muchos heridos, acabar con ellos nos hubiera arrastrado a una larga guerra entre callejas debido tanto al reguero de explosivos que han dejado como a la eficacia de sus francotiradores”, asevera. El lunes, impactantes imágenes de un centenar de civiles que, desesperados y entre lágrimas, lograban escapar del ISIS recorrieron las redes sociales.
Desde que el pasado 6 de junio comenzara la fase final de la operación Ira del Éufrates, destinada a expulsar al ISIS de la ciudad, han muerto 1.873 civiles, según el recuento que hacen los activistas de la llamada 'Raqa está Siendo Masacrada Silenciosamente'– que cuenta con una docena de informantes sobre el terreno. Otros 250.000 vecinos se han visto obligado a abandonar sus casas por los virulentos combates y bombardeos hacia zonas más seguras en el norte y noroeste del país, según datos de la ONU. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos estima que el 80% de la ciudad ha sido destruida bajo el intercambio del fuego de artillería y los ataques de los cazas de la coalición internacional.
Con esta derrota, el ISIS pierde toda presencia al norte del Éufrates tras haber sido expulsado esta semana por el Ejército regular sirio de su bastión en Al Mayadin, localidad situada en el sureste del país y región donde los servicios de inteligencia internacionales creen que se oculta parte de la cúpula del ISIS junto a su líder Abubaker al Bagdadi. Ha sido la mediación de los ancianos de Raqa, preocupados por la suerte de los civiles, la que ha forzado una salida negociada. Al menos 275 yihadistas sirios y familiares de éstos fueron evacuados durante el fin de semana hacia un paradero desconocido.
La coalición internacional ha mostrado su descontento ante ese acuerdo, oponiéndose en particular a toda salida de los yihadistas extranjeros. “No apoyamos ningún acuerdo que permita a los terroristas del ISIS escapar de Raqa sin enfrentarse a la justicia para reaparecer más tarde en otro sitio”, ha declarado el General de Brigada Jonathan Braga, jefe de operaciones de la Coalición.
Se calcula que al menos 5.500 combatientes occidentales, entre ellos unos 200 españoles, ingresaron las filas del ISIS desde 2014. Ubicarlos es uno de los objetivos de los más de un millar de fuerzas especiales francesas, británicas y norteamericanas desplegadas en el norte de Siria. “Están decididos a acabar con todo yihadista extranjero aquí antes de que regresen a atentar en sus países de origen”, dice bajo el seudónimo de Abu Samra un combatiente insurrecto apostado en el norte del país. También asegura que varias familias de yihadistas extranjeros han sido evacuados de Raqa en las últimas semanas a través de Turquía.
Conforme el pseudo califato del ISIS se desmorona vertiginosamente en Siria, el frente en este del país queda dividido por la línea que marca el Éufrates. Al norte se encuentran las FSD con el respaldo de las aviaciones de la Coalición. Al sur están apostadas las tropas regulares sirias y sus aliados bajo el amparo de los cazas rusos en su empeño por expulsar al ISIS del desierto y de Deir Ezzor. Al tiempo que el Gobierno de Damasco acumula victorias y el frente insurrecto pierde terreno y cohesión, se teme que los dos bloques, liderados por EE UU y Rusia respectivamente, choquen en el Éufrates.
Natalia Sancha
Beirut, El País
Las Fuerzas Sirias Democráticas (FSD), una coalición antiyihadista liderada por milicias kurdas y apoyada por Estados Unidos, han anunciado que se han hecho con el control de buena parte de la ciudad de Raqa, bastión de los yihadistas en el noreste de Siria. “Hemos tomado el 100% de la ciudad de Raqa pero nuestros hombres están realizando las últimas operaciones de limpieza de desminado y localizando a posibles terroristas escondidos”, afirma por teléfono Talal Silo, portavoz de las FSD.
Tras cuatro meses de duros combates, la coalición ha logrado despojar este martes al autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) de la que desde 2014 fuera su capital de facto en Siria. Las negociaciones tripartitas mantenidas entre los líderes tribales de la ciudad, las FSD y un grupo de unos 400 yihadistas que todavía permanecían en la ciudad han permitido alcanzar un acuerdo para su rendición. Y ello, con el fin de prevenir más muertes entre los 4.000 civiles que se estima el ISIS mantenía como escudos humanos.
Las FSD lograron hacerse en la mañana de este martes con el hospital de la ciudad mientras que el ISIS lanzaba sus últimos ataques en el estadio, último punto de la ciudad que tenían bajo su poder. “Unos 32 terroristas han muerto y el resto se han rendido en el estadio”, asegura Silo, sin detallar el número de los que se han entregado. Los yihadistas han resistido al cerco impuesto durante los últimos 20 días en un territorio de 2 kilómetros cuadrados. El Pentágono ha asegurado este martes que calcula que un centenar de yihadistas permanecen dentro de la ciudad.
“Han sido días intensos de negociaciones con el ISIS porque llegados a este punto podían morir muchos civiles”, dice vía Whastapp y desde Raqa el miliciano kurdo Raman S., de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG, por sus siglas en kurdo). “Aunque tienen muchos heridos, acabar con ellos nos hubiera arrastrado a una larga guerra entre callejas debido tanto al reguero de explosivos que han dejado como a la eficacia de sus francotiradores”, asevera. El lunes, impactantes imágenes de un centenar de civiles que, desesperados y entre lágrimas, lograban escapar del ISIS recorrieron las redes sociales.
Desde que el pasado 6 de junio comenzara la fase final de la operación Ira del Éufrates, destinada a expulsar al ISIS de la ciudad, han muerto 1.873 civiles, según el recuento que hacen los activistas de la llamada 'Raqa está Siendo Masacrada Silenciosamente'– que cuenta con una docena de informantes sobre el terreno. Otros 250.000 vecinos se han visto obligado a abandonar sus casas por los virulentos combates y bombardeos hacia zonas más seguras en el norte y noroeste del país, según datos de la ONU. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos estima que el 80% de la ciudad ha sido destruida bajo el intercambio del fuego de artillería y los ataques de los cazas de la coalición internacional.
Con esta derrota, el ISIS pierde toda presencia al norte del Éufrates tras haber sido expulsado esta semana por el Ejército regular sirio de su bastión en Al Mayadin, localidad situada en el sureste del país y región donde los servicios de inteligencia internacionales creen que se oculta parte de la cúpula del ISIS junto a su líder Abubaker al Bagdadi. Ha sido la mediación de los ancianos de Raqa, preocupados por la suerte de los civiles, la que ha forzado una salida negociada. Al menos 275 yihadistas sirios y familiares de éstos fueron evacuados durante el fin de semana hacia un paradero desconocido.
La coalición internacional ha mostrado su descontento ante ese acuerdo, oponiéndose en particular a toda salida de los yihadistas extranjeros. “No apoyamos ningún acuerdo que permita a los terroristas del ISIS escapar de Raqa sin enfrentarse a la justicia para reaparecer más tarde en otro sitio”, ha declarado el General de Brigada Jonathan Braga, jefe de operaciones de la Coalición.
Se calcula que al menos 5.500 combatientes occidentales, entre ellos unos 200 españoles, ingresaron las filas del ISIS desde 2014. Ubicarlos es uno de los objetivos de los más de un millar de fuerzas especiales francesas, británicas y norteamericanas desplegadas en el norte de Siria. “Están decididos a acabar con todo yihadista extranjero aquí antes de que regresen a atentar en sus países de origen”, dice bajo el seudónimo de Abu Samra un combatiente insurrecto apostado en el norte del país. También asegura que varias familias de yihadistas extranjeros han sido evacuados de Raqa en las últimas semanas a través de Turquía.
Conforme el pseudo califato del ISIS se desmorona vertiginosamente en Siria, el frente en este del país queda dividido por la línea que marca el Éufrates. Al norte se encuentran las FSD con el respaldo de las aviaciones de la Coalición. Al sur están apostadas las tropas regulares sirias y sus aliados bajo el amparo de los cazas rusos en su empeño por expulsar al ISIS del desierto y de Deir Ezzor. Al tiempo que el Gobierno de Damasco acumula victorias y el frente insurrecto pierde terreno y cohesión, se teme que los dos bloques, liderados por EE UU y Rusia respectivamente, choquen en el Éufrates.