Italia vuelve a pinchar y aplaza la clasificación al play-off

El combinado italiano empató en Turín y se jugará el pase a Rusia en la repesca. Chiellini anotó el gol local, pero Trajkovski igualó el marcador.

Mirko Calemme
As
“Otro desastre”. El titular de la edición digital de la Gazzetta dello Sport resume bien la actuación de Italia ante Macedonia: los italianos, que tras el partido del Bernabéu no levantan cabeza, no pasaron del empate jugando en casa ante los de Angelovski, e hicieron más complicado que nunca el camino para conquistar el Mundial 2018. Al final Ventura, obligado también por las bajas (faltaban Verratti, De Rossi, Pellegrini y Belotti), si cambió de dibujo, pasando del desequilibrado 4-2-4 a un 3-4-3 con el tridente Insigne-Immobile-Verdi y la pareja Parolo-Gagliardini en el mediocampo.


La falta de calidad en la medular se notaba bastante, y en el primer tramo del partido crear juego le costó mucho a la Azzurra (hoy de blanco, con Buffon por primera vez en la historia de la Nazionale vistiendo la nueva camiseta azul para promocionarla), y el público del estadio Grande Torino empezó a silbarla varias veces. Lo mejor llegaba de las jugadas de Insigne e Immobile, viejos compañeros en el Pescara de Zeman: el napolitano, tras una bonita pared con el punta, estuvo a un paso del gol y, en el 40', empezó la jugada que llevó al tanto de Chiellini, que recibió un pase del delantero del Lazio.

La reanudación empezó con una mala noticia para los italianos, que perdieron a un trozo de su BBC, Barzagli, por un problema muscular. No fue la única: la Azzurra, básicamente, perdió lo poco de bueno que había hecho en la primera mitad y no logró chutar nunca a puerta. Es más: los italianos, con su actitud, le dieron coraje a los visitantes, que increíblemente lograron un histórico empate gracias a un gran pase en profundidad de Pandev que aprovechó Trajikovski con un derechazo cruzado que sorprendió a Buffon.

Ni el golpe del 1-1 despertó a los azzurri, que se lanzaron al ataque histéricamente sin acercarse nunca al 2-1. El marcador no se movió y el pitido final llegó acompañado por los pitos de los tifosi: el empate le asegura a Italia el segundo puesto de su liguilla, pero no la clasificación a los play-off (hará falta batir a Albania en la última jornada) y, además, empeora la situación del ranking FIFA alejando la posibilidad de ser cabeza de serie en los desempates. Un momento durísimo.

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