Encuentran un grave fallo de seguridad en las redes WiFi de todo el mundo

Se trataría de una vulnerabilidad del protocolo WPA2

José Mendiola Zuriarrain
El País
El mundo de la tecnología vive un nuevo sobresalto al haberse hecho público un informe elaborado por un equipo de expertos de la universidad de Lovaina y que pone en evidencia que las conexiones WIFI de hogares y empresas pueden ser fácilmente hackeadas, accediendo las manos ajenas a información sensible que por ellas circula. Los investigadores llevaban semanas trabajando en lo que se ha bautizado como ataque KRACKS y que logra que el conocido protocolo de seguridad para redes inalámbricas WPA2 (el más seguro hasta la fecha y el más extendido) pueda ser engañado de forma que se permita el acceso a equipos no autorizados.


“Este método puede emplearse para robar información sensible del usuario, como números de tarjetas de crédito, correos electrónicos, contraseñas, conversaciones de chat… “, sostiene Frank Piessens, uno de los autores del estudio, que explica además el alcance masivo del problema, dada la extensión del protocolo WPA2. ¿Cómo se lleva a cabo el ataque? Los expertos sostienen que el eslabón vulnerable de la cadena es el proceso de negociación four-way handshake mediante el cual cada dispositivo que se conecta a una determinada red (cifrada mediante WPA2) emplean una nueva clave que cifra el tráfico interno. El ataque tiene lugar cuando se engaña a la red empleando una clave ya utilizada, algo que el protocolo WPA2 no impide, siendo especialmente vulnerables las plataformas Android y Linux, aunque el problema se extiende a cualquier ordenador o dispositivo móvil que se conecte al router.

¿Qué puede hacer un atacante una vez engañado el sistema? El hacker que logre acceder a la red inalámbrica podrá registrar toda la información que circule en la conexión, siempre y cuando esta no esté cifrada (en URLs del tipo HTTPS) e incluso en determinadas situaciones, podrá acceder al sistema haciendo que este sea vulnerable a un ataque del tipo ransomware, con consecuencias todavía más graves.

“La gravedad es enorme porque el WPA2 es un protocolo que se presuponía seguro”, explica a EL PAÍS Fernando Suárez, vicepresidente el Colegio Oficial de Ingeniería Informática, aunque por fortuna, el usuario puede adoptar algunas medidas para protegerse. “Lo primero es intentar conectarse únicamente mediante redes móviles (3G, 4G)”, no afectadas por el ataque, “e intentar hacerlo en webs cifradas mediante HTTPS, y siempre que sea posible, a través de VPN”.

Estos parches solo protegen parcialmente antes de que llegue la solución en forma de actualización del firmware de los fabricantes de router, aunque también las plataformas cliente se están apresurando para asegurar sus dispositivos, como es el caso de Microsoft, que cuenta ya con un parche que lo soluciona. Así las cosas, el mejor consejo es mantener las plataformas actualizadas a la última versión en la confianza de que los fabricantes adopten soluciones de manera urgente.

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