El PDeCAT apoya que se declare la independencia si se aplica el 155
La jefa de filas, Marta Pascal, niega que haya un escenario de adelanto electoral
Camilo S. Baquero
Barcelona, El País
El PDeCAT, el partido de Carles Puigdemont, transmitió ayer al president que, si se aplica el artículo 155, tendrá su “complicidad para levantar la suspensión de la declaración de independencia y hacer efectivo el mandato” del referéndum ilegal del 1 de octubre, explicó Marta Pascal, la coordinadora del partido, tras su consejo nacional extraordinario en Barcelona. El partido rechaza así la propuesta del Gobierno y el PSOE de adelantar las elecciones catalanas como última oferta para frenar la intervención de la autonomía.
Pascal no especificó en qué momento específico de la tramitación del 155 se podría levantar la suspensión, anunciada por el propio Puigdemont el día 10 en la Cámara a renglón seguido de asumir “el mandato” de la consulta de independencia, anulada por el Tribunal Constitucional. El detalle no es baladí, pues la Constitución no especifica el margen que tiene el Ejecutivo central para decretar medidas de intervención después que el Senado le dé luz verde.
En la reunión solo hablaron el president y Pascal, una situación curiosa teniendo en cuenta la trascendencia del momento político y las corrientes que conviven en la antigua Convergència. La coordinadora lo atribuyó a la unidad en torno a la senda del diálogo con el Gobierno ofrecida por el president.
Pascal recalcó que “no está encima de la mesa” un adelanto electoral, pero en el seno del partido hay voces que piden las elecciones, como el expresident Artur Mas. Sin embargo, los partidarios de esta opción siguen siendo poco visibles. Algunos dirigentes pretendían llevar el asunto a la reunión, pero apenas hubo intercambio de impresiones entre los dirigentes. Era día de mostrar unidad.
Adelanto electoral
La opción de las elecciones planea en el Govern desde mucho antes que la oferta de Rajoy. La intervención de la Generalitat por el Gobierno central permitiría al Ejecutivo convocar unas elecciones autonómicas, una prerrogativa exclusiva del president. En La Moncloa se ve esta fórmula como una manera de desactivar la opción separatista. La lectura desde el universo independentista es que sería un ataque frontal al corazón del autogobierno. El Govern, hasta que Rajoy culmine la activación del artículo 155, se queda en la oferta de “diálogo directo” que hizo el pasado lunes, explican fuentes de la Generalitat.
Las elecciones anticipadas no son la opción de Puigdemont. Entre otras cosas, porque es consciente de la dificultad de explicar a las bases independentistas que tras las cargas policiales del 1 de octubre tienen que volver a ir a votar sobre un mandato que ya consideran claro. La presión que escenifica la multitud de personas que el pasado martes se concentraron en Barcelona para protestar contra el encarcelamiento de los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, y Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, también pesa en contra de esta decisión.
Sin embargo, el president ha asegurado en varias ocasiones que solo ve en el horizonte unas “elecciones constituyentes”. Ayer la propia Pascal aseguró que éstas están en la hoja de ruta de Junts pel Sí, pero no de manera automática. Para que cale esta idea, tendría antes que sacar del refrigerador la proclamación de independencia, cosa que su partido ya le ha autorizado a hacer. O lanzar una nueva con toda solemnidad en el Parlament. Estas son dos de las bazas que tiene para atraer a las otras formaciones independentistas que son escépticas ante el plan.
Tanto la CUP como ERC expresan su desacuerdo sobre un adelanto electoral. Los anticapitalistas las rechazan si se convocan dentro del actual marco autonómico. “El 1-O el pueblo decidió república, no hay margen de maniobra”, aseguró ayer Mar Ampurdanès, portavoz de Arran. “Los apaleados, los amenazados, los perseguidos y los detenidos, se merecen una autodeterminación, no unas elecciones”, tuiteó ayer el diputado Gabriel Rufián. ERC hará reuniones territoriales esta semana para explicar su posición.
Camilo S. Baquero
Barcelona, El País
El PDeCAT, el partido de Carles Puigdemont, transmitió ayer al president que, si se aplica el artículo 155, tendrá su “complicidad para levantar la suspensión de la declaración de independencia y hacer efectivo el mandato” del referéndum ilegal del 1 de octubre, explicó Marta Pascal, la coordinadora del partido, tras su consejo nacional extraordinario en Barcelona. El partido rechaza así la propuesta del Gobierno y el PSOE de adelantar las elecciones catalanas como última oferta para frenar la intervención de la autonomía.
Pascal no especificó en qué momento específico de la tramitación del 155 se podría levantar la suspensión, anunciada por el propio Puigdemont el día 10 en la Cámara a renglón seguido de asumir “el mandato” de la consulta de independencia, anulada por el Tribunal Constitucional. El detalle no es baladí, pues la Constitución no especifica el margen que tiene el Ejecutivo central para decretar medidas de intervención después que el Senado le dé luz verde.
En la reunión solo hablaron el president y Pascal, una situación curiosa teniendo en cuenta la trascendencia del momento político y las corrientes que conviven en la antigua Convergència. La coordinadora lo atribuyó a la unidad en torno a la senda del diálogo con el Gobierno ofrecida por el president.
Pascal recalcó que “no está encima de la mesa” un adelanto electoral, pero en el seno del partido hay voces que piden las elecciones, como el expresident Artur Mas. Sin embargo, los partidarios de esta opción siguen siendo poco visibles. Algunos dirigentes pretendían llevar el asunto a la reunión, pero apenas hubo intercambio de impresiones entre los dirigentes. Era día de mostrar unidad.
Adelanto electoral
La opción de las elecciones planea en el Govern desde mucho antes que la oferta de Rajoy. La intervención de la Generalitat por el Gobierno central permitiría al Ejecutivo convocar unas elecciones autonómicas, una prerrogativa exclusiva del president. En La Moncloa se ve esta fórmula como una manera de desactivar la opción separatista. La lectura desde el universo independentista es que sería un ataque frontal al corazón del autogobierno. El Govern, hasta que Rajoy culmine la activación del artículo 155, se queda en la oferta de “diálogo directo” que hizo el pasado lunes, explican fuentes de la Generalitat.
Las elecciones anticipadas no son la opción de Puigdemont. Entre otras cosas, porque es consciente de la dificultad de explicar a las bases independentistas que tras las cargas policiales del 1 de octubre tienen que volver a ir a votar sobre un mandato que ya consideran claro. La presión que escenifica la multitud de personas que el pasado martes se concentraron en Barcelona para protestar contra el encarcelamiento de los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, y Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, también pesa en contra de esta decisión.
Sin embargo, el president ha asegurado en varias ocasiones que solo ve en el horizonte unas “elecciones constituyentes”. Ayer la propia Pascal aseguró que éstas están en la hoja de ruta de Junts pel Sí, pero no de manera automática. Para que cale esta idea, tendría antes que sacar del refrigerador la proclamación de independencia, cosa que su partido ya le ha autorizado a hacer. O lanzar una nueva con toda solemnidad en el Parlament. Estas son dos de las bazas que tiene para atraer a las otras formaciones independentistas que son escépticas ante el plan.
Tanto la CUP como ERC expresan su desacuerdo sobre un adelanto electoral. Los anticapitalistas las rechazan si se convocan dentro del actual marco autonómico. “El 1-O el pueblo decidió república, no hay margen de maniobra”, aseguró ayer Mar Ampurdanès, portavoz de Arran. “Los apaleados, los amenazados, los perseguidos y los detenidos, se merecen una autodeterminación, no unas elecciones”, tuiteó ayer el diputado Gabriel Rufián. ERC hará reuniones territoriales esta semana para explicar su posición.