El Parlament y la práctica totalidad del Govern acatan la intervención

Solo dos de los exconsejeros que tuvo Carles Puigdemont acudieron ayer a la sede de sus departamentos

Camilo S. Baquero
Pere Ríos
Barcelona, El País
No hubo resistencia a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en el primer día laborable tras la intervención de la Generalitat. Los exconsejeros del Gobierno catalán optaron ayer de forma mayoritaria por no acudir a trabajar a sus despachos oficiales y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, dio por disuelta la Cámara al desconvocar la reunión de la Mesa prevista para hoy. Los Mossos no tuvieron que intervenir en ningún momento.


Solo dos de los exconsejeros que tuvo Carles Puigdemont acudieron ayer a la sede de sus departamentos a recoger sus enseres personales. Josep Rull, exconsejero de Territorio y Sostenibilidad y uno de los pocos activos electorales que le quedan al PDeCAT, optó por una entrada discreta pero con el golpe de efecto de una foto en las redes sociales.

Rull abandonó el despacho al cabo de unos minutos para acudir a la reunión de su partido después de que dos agentes de los Mossos d’Esquadra entrasen para advertirle de que no podía permanecer en su despacho. A la salida fue jaleado por un grupo de funcionarios al grito de “conseller, conseller”.

El otro exmiembro del Gobierno que acudió, aunque brevemente, al que había sido su despacho oficial, fue Oriol Junqueras, hasta el viernes vicepresidente de la Generalitat y titular de Economía. Según fuentes del departamento, Junqueras se limitó a saludar a los funcionarios y se marchó. Previamente había participado en la reunión de la permanente de Esquerra Republicana, el partido que preside.

El resto de los consejeros que tuvo Puigdemont no se dejaron ver por sus despachos, aunque después se supo que algunos de ellos habían viajado hasta Bruselas, siguiendo el mismo camino que el expresidente catalán.

El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, ya adelantó a primera hora de la mañana que los Mossos d’Esquadra permitirían a los antiguos miembros del Gobierno catalán entrar a los que fueron sus despachos para recoger sus pertenencias, como finalmente ocurrió. La policía autonómica tenía instrucciones de permitir el acceso y levantar un atestado solo en el caso de que los que fueron miembros del Govern se negaran a abandonarlo, cosa que finalmente no ocurrió.

La normalidad reinó en todos los despachos de la Administración catalana en el primer día de aplicación del artículo 155 que supone la intervención del autogobierno. Otros cargos de menor rango pero que, teóricamente, también han sido destituidos, acudieron a sus puestos de trabajo. Es el caso del número dos de vicepresidencia, Lluís Juncà, que llegó a la sede de Economía, en la rambla de Catalunya de Barcelona. También lo hizo Pere Aragonés, secretario de Economía. Y el secretario general de Interior, Cèsar Puig, que entró, se despidió de un conserje y volvió a salir. Puig aseguró que no se dará por cesado porque no le ha destituido el Govern, que fue quien le nombró.

Al Palau de la Generalitat también acudió Elsa Artadi, directora de la Coordinación Interdepartamental y una pieza clave de la Administración catalana.

En el otro edificio simbólico del autogobierno catalán, el Parlament, tampoco se produjo ninguna acción contraria a la nueva legalidad. La presidenta de la Cámara catalana, Carme Forcadell, acudió a primera hora de la mañana a su despacho y escribió en Twitter un escueto mensaje: “Continuamos trabajando”. Del mismo modo, la secretaria primera de la Cámara catalana, la republicana Anna Simó, declaró a TV3 que acudía al Parlament a “preparar” la reunión de la Mesa habitual de cada martes y “analizar” la situación creada con la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Sin embargo, nada de eso ocurrió y finalmente se constató que, dado que el Parlament “está disuelto” por decisión del Gobierno de Rajoy, la reunión de la Mesa prevista para hoy había quedado “sin efectos”.

Fuentes de la presidencia de la Cámara aseguraron ayer que Forcadell “siempre ha dejado claro que nunca pondrá en riesgo a los funcionarios y trabajadores” del Parlament y que esto seguirá siendo prioritario, por lo que toda medida que tome cumplirá con esta premisa.
Diputación Permanente

Forcadell seguirá siendo formalmente la presidenta de la Cámara hasta que se constituya la que surja de las nuevas elecciones del 21 de diciembre. Mientras, sigue activa la Diputación Permanente del Parlament, presidida por Forcadell y compuesta por 23 diputados. Este órgano mantiene unas competencias limitadas, como tramitar propuestas de resolución en relación con hechos de importancia especial sucedidos después de la disolución del Parlament.

El reglamento de la Cámara también concede a la Diputación Permanente funciones relacionadas con el Govern, como acordar la comparecencia de un consejero, aunque después de las destituciones acordadas por Rajoy estas funciones quedan anuladas.

En otras Administraciones como el Ayuntamiento de Tarragona, el alcalde, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), ordenó retirar ayer a los retratos oficiales de Carles Puigdemont que había en el salón de plenos y el despacho de alcaldía. En el Ayuntamiento de Reus, sin embargo, decidieron mantenerlos, informa Marc Rovira.

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