El insólito precio que pagan por por dibujo de Donald Trump
EEUU, El País
Los garabatos que hizo Donald Trump antes de ponerse a firmar decretos presidenciales tienen precio. Este jueves se ofreció en una casa de subastas de Los Ángeles un croquis en blanco y negro del Empire State Building. El dibujo, hecho con pluma, parece haber salido de la mano de un niño, como otro que se subastó en julio que representa el perfil de Manhattan. El martillo cayó en los 16.000 dólares.
El precio final es el doble de lo que esperaban los encargados de la subasta. El bosquejo del icónico rascacielos tiene 30 centímetros de alto por 22 de ancho. La creación ya fue subastada hace dos décadas en un evento benéfico que se celebró su club de golf Mar-a-Lago. Entonces se pagaron 100 dólares por la pieza. Parte del dinero que se recaude ahora irá a los fondos de NPR, la radio pública.
Trump tuvo en el pasado una relación tensa con el rascacielos de King Kong. Como casi todo en la vida del empresario, la batalla por su control estuvo envuelta de problemas legales y peleas airadas con los dueños. Su sueño era haber convertido el edificio en un complejo residencial de lujo. Logró hacerse con la mitad del capital en 1994 y le puso su nombre, del que ya no queda ni rastro tras venderlo en 2002.
Esperaba hacer una fortuna con aquella operación inmobiliaria, que al final le supo a poco. Sus dibujos se aprecian mucho más. Aquel otro croquis del skylinede Manhattan se pagó hace tres meses por 30.000 dólares. El crítico de arte de The New Yorker, Pete Schjeldahl, comentó entonces que el dibujo del presidente “no era ni bueno ni malo”. Pero la firma del hombre más poderoso del planeta vale mucho más.
Los garabatos que hizo Donald Trump antes de ponerse a firmar decretos presidenciales tienen precio. Este jueves se ofreció en una casa de subastas de Los Ángeles un croquis en blanco y negro del Empire State Building. El dibujo, hecho con pluma, parece haber salido de la mano de un niño, como otro que se subastó en julio que representa el perfil de Manhattan. El martillo cayó en los 16.000 dólares.
El precio final es el doble de lo que esperaban los encargados de la subasta. El bosquejo del icónico rascacielos tiene 30 centímetros de alto por 22 de ancho. La creación ya fue subastada hace dos décadas en un evento benéfico que se celebró su club de golf Mar-a-Lago. Entonces se pagaron 100 dólares por la pieza. Parte del dinero que se recaude ahora irá a los fondos de NPR, la radio pública.
Trump tuvo en el pasado una relación tensa con el rascacielos de King Kong. Como casi todo en la vida del empresario, la batalla por su control estuvo envuelta de problemas legales y peleas airadas con los dueños. Su sueño era haber convertido el edificio en un complejo residencial de lujo. Logró hacerse con la mitad del capital en 1994 y le puso su nombre, del que ya no queda ni rastro tras venderlo en 2002.
Esperaba hacer una fortuna con aquella operación inmobiliaria, que al final le supo a poco. Sus dibujos se aprecian mucho más. Aquel otro croquis del skylinede Manhattan se pagó hace tres meses por 30.000 dólares. El crítico de arte de The New Yorker, Pete Schjeldahl, comentó entonces que el dibujo del presidente “no era ni bueno ni malo”. Pero la firma del hombre más poderoso del planeta vale mucho más.