El chavismo se atribuyó un gran triunfo y la oposición sospecha de fraude

El régimen de Maduro ganó los comicios para gobernador en 17 estados y la oposición triunfó en 5. La alianza antichavista dijo tener sospechas y dudas sobre el resultado.

Clarín
Venezuela quedó sumida en una total incertidumbre esta noche cuando el oficialismo se atribuyó una abrumadora mayoría en los comicios para gobernador, contrariando lo que anunciaban todas las encuestas, mientras la oposición -antes del polémico anuncio oficial del Tribunal Electoral- denunció la posibilidad de un fraude.


La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, anunció los resultados “con tendencia irreversible” de 22 estados, en los que el partido chavista ganaba en 17. Según el conteo oficial, la oposición apenas se alzaba con el triunfo en cinco estados. En el distrito de Bolivar aun no había tendencia irreversible. El resultado anunciado le permite al oficialismo mantener el control de la mayoría de las gobernaciones en Venezuela, tal y como ha sido durante casi dos décadas.

El anuncio contrasta absolutamente con la mayoría de los sondeos previos, incluso con muchos del gobierno, y con las encuestas a boca de urna realizadas anoche, en una elección que tuvo una participación del 61% del padrón de 18 millones de habilitados para votar. Esos sondeos le atribuían a los candidatos antichavistas la victoria en entre 12 y 18 estados. En la actualidad, el gobierno controla el poder en 20 Estados y la oposición en los tres restantes, incluido el de Miranda, gobernado por el ex candidato presidencial, Henrique Capriles, que -según el Tribunal Electoral- pasará desde anoche a manos de la oposición.

Antes de que se difundieran los datos oficiales por el Consejo Nacional Electoral, la oposición venezolana, reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), dijo que tienen “serias sospechas” y “dudas” sobre los resultados y aseguró que manejaban una información distinta a lo que daría a conocer el gobierno. “Todo el nivel de participación que se vivió hoy es muy distinto a esos resultados que van a ser anunciados, ya hemos alertado a la comunidad internacional”, dijo el jefe de campaña de la MUD, Gerardo Blyde, en rueda de prensa. “Tenemos serias sospechas y dudas sobre los resultados”, agregó el dirigente opositor, quien adelantó que la MUD no reconocería los guarismos hasta que no se hayan contado el 100 por ciento de los votos en cada mesa cuestionada.

Tras el anuncio de los resultados oficiales, el presidente, Nicolás Maduro, proclamó una “victoria tajante” en las elecciones de gobernadores. “El chavismo arrasó en las elecciones, 17 gobernaciones por el pecho. La oposición lleva cinco”, declaró Maduro, quien aseguró que también podrían ganar Bolívar, el único estado que aún está en disputa, según el informe del poder electoral.

El sorpresivo episodio agrega un elemento incandescente más a la grave política y económica-social que atraviesa Venezauela. Una proyección realizada por la empresa de opinión pública Ratio Ucab, vinculada a la Universidad Católica Andrés Bello y que es cercana a la MUD, atribuía 16 estados a la oposición y siete al chavismo.

Encuestas previas de intención de voto, como la efectuada por el banco de inversión estadounidense Torino Capital, pronosticaron el triunfo de la oposición en 18 estados y el del chavismo en solo cinco.

Los comicios transcurrieron en general con tranquilidad, aunque con algunos incidentes aislados y numerosas denuncias de irregularidades por parte de la oposición. Varios dirigentes opositores denunciaron el cierre de mesas de votación, cortes de electricidad que afectaron el dispositivo electrónico con el que se cumplen los comicios -principalmente en el estado andino Táchira-, retrasos deliberados en el funcionamiento del sistema y la presencia de grupos de simpatizantes chavistas armados con la finalidad de amedrentar a los votantes opositores en varias zonas de Caracas.

Los analistas habían previsto que una alta participación favorecería a la oposición, cansada por más de cuatro meses de marchas de protestas callejeras en reclamo de elecciones presidenciales. Los comicios se celebraron con un año de retraso y luego de dos meses de tregua tras las marchas convocadas entre abril y julio por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para exigir la salida de Maduro, que terminaron con 125 muertos y más de 400 presos políticos. Además de la frustración de su gente tras las protestas, la MUD enfrentó complicaciones como la reubicación a última hora de casi 300 centros, lo que denunció como “abusos” del CNE para favorecer al gobierno. Desde que se eligió la Constituyente el 30 de julio, las protestas cesaron, pero el país sigue siendo una olla en ebullición: está al borde de la hiperinflación, con una severa escasez de alimentos y medicinas y una caída del PIB que el FMI calcula será de 12% este año.

Este fue el primer duelo electoral de la oposición desde su aplastante victoria en las parlamentarias de 2015, cuando rompió una hegemonía chavista de 18 años.

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