El Barcelona-Las Palmas se disputó a puerta cerrada
Barcelona, AS
El club tomó esta decisión después de que la Federación no accediera a su aplazamiento. Los Mossos dijeron que la seguridad estaba garantizada.
El partido Barcelona-Las Palmas se disputó a puerta cerrada después de unas horas de incertidumbre en las que se barajó la suspensión o el aplazamiento del mismo. El Barcelona era partidario de la suspensión, pero la Federación sólo la hubiera autorizado si no hubiese estado garantizada la seguridad del choque. Los Mossos no emitieron ese informe desfavorable y, finalmente, se decidió que se jugara a puerta cerrada. El Barcelona lo anunció en un comunicado apenas 25 minutos antes del comienzo del choque.
La nota del Barcelona dijo lo siguiente: "El FC Barcelona condena las acciones llevadas a cabo hoy en muchas localidades de toda Catalunya para impedir el ejercicio del derecho democrático y la libre expresión de sus ciudadanos.
Ante la excepcionalidad de estos hechos, la Junta Directiva ha decidido que el partido del primer equipo de fútbol de hoy contra el Las Palmas se jugará a puerta cerrada, tras la negativa de la Liga de Fútbol Profesional a decretar su aplazamiento".
El club azulgrana solicitó a la Federación y a LaLiga la suspensión del duelo por la situación que se vive en la ciudad por el referéndum independentista. Tras múltiples reuniones, se descartó. Sin embargo, sectores de la afición azulgrana, como la grada de animación, amenazaron con una invasión del terreno de juego si se disputaba el partido. Así, las puertas del Camp Nou permanecieron cerradas conforme avanzaban las horas y definitivamente no se abrieron.
Al final, la decisión quedó en manos del Barcelona, que si hubiese decidido no jugar, hubiera perdido el partido por 0-3 y se le hubieran descontado, además, tres puntos en la clasificación de la Liga (artículo 77 del Código Disciplinario). El Barcelona, además, hubiera sufrido una multa de entre 3.006 y 12.021 euros y hubiese quedado obligado a indemnizar a Las Palmas. En caso de una segunda incomparecencia, hubiese sido apartado de la competición.
A media mañana, Las Palmas anunció a través de un comunicado que sus jugadores licirían una bandera de España en su camiseta, que ha sido homologada por la Liga.
El club tomó esta decisión después de que la Federación no accediera a su aplazamiento. Los Mossos dijeron que la seguridad estaba garantizada.
El partido Barcelona-Las Palmas se disputó a puerta cerrada después de unas horas de incertidumbre en las que se barajó la suspensión o el aplazamiento del mismo. El Barcelona era partidario de la suspensión, pero la Federación sólo la hubiera autorizado si no hubiese estado garantizada la seguridad del choque. Los Mossos no emitieron ese informe desfavorable y, finalmente, se decidió que se jugara a puerta cerrada. El Barcelona lo anunció en un comunicado apenas 25 minutos antes del comienzo del choque.
La nota del Barcelona dijo lo siguiente: "El FC Barcelona condena las acciones llevadas a cabo hoy en muchas localidades de toda Catalunya para impedir el ejercicio del derecho democrático y la libre expresión de sus ciudadanos.
Ante la excepcionalidad de estos hechos, la Junta Directiva ha decidido que el partido del primer equipo de fútbol de hoy contra el Las Palmas se jugará a puerta cerrada, tras la negativa de la Liga de Fútbol Profesional a decretar su aplazamiento".
El club azulgrana solicitó a la Federación y a LaLiga la suspensión del duelo por la situación que se vive en la ciudad por el referéndum independentista. Tras múltiples reuniones, se descartó. Sin embargo, sectores de la afición azulgrana, como la grada de animación, amenazaron con una invasión del terreno de juego si se disputaba el partido. Así, las puertas del Camp Nou permanecieron cerradas conforme avanzaban las horas y definitivamente no se abrieron.
Al final, la decisión quedó en manos del Barcelona, que si hubiese decidido no jugar, hubiera perdido el partido por 0-3 y se le hubieran descontado, además, tres puntos en la clasificación de la Liga (artículo 77 del Código Disciplinario). El Barcelona, además, hubiera sufrido una multa de entre 3.006 y 12.021 euros y hubiese quedado obligado a indemnizar a Las Palmas. En caso de una segunda incomparecencia, hubiese sido apartado de la competición.
A media mañana, Las Palmas anunció a través de un comunicado que sus jugadores licirían una bandera de España en su camiseta, que ha sido homologada por la Liga.