El Barça aburre, pero no falla
Un gol ilegal de Deulofeu en el minuto 2, tras un fallo del árbitro, y un tanto de Iniesta de rebote dan una aburrida victoria al líder ante el colista de Primera.
Santi Giménez
As
Hay días en los que ser socio del Barça exige un compromiso casi monacal. Cualquier socio que dedicara el sábado a asistir a la una asamblea que empezó a las 11 de la mañana y acabó a las seis de la tarde y luego acudiera al Camp Nou a ver el partido entre el equipo blaugrana y el Málaga tiene ganado el cielo. Ambos acontecimientos acabaron bien para la entidad, pero a costa de comerse más horas que talento. El caso del partido fue palmario.
Ganó el Barcelona tras uno de los peores partidos de la era Valverde por 2-0 ante un Málaga que salió valiente pero se fue desplumado a pesar de merecer alguna cosa más, especialmente, porque el primer tanto blaugrana jamás debió subir al marcador. Seguirá como colista el equipo de Míchel, pero su juego merece algo más. Al menos, el que exhibió en el Camp Nou.
Dentro del océano que supone un campeonato, este partido pasará sin pena ni gloria como un triunfo más del Barça. El líder contra el colista ganó tres puntos que estaban cantados, dirán. Pero nunca sabremos lo que pudiera haber pasado de no mediar el tremendo error del trío arbitral que lideraba el debutante González Fuertes al conceder a los dos minutos de partido un tanto a Deulofeu que mediatizó el duelo.
El extremo catalán remató entre espuela y tacón (a la remanguillé, como diría el añorado Díaz-Miguel) un centro de Digne que claramente había traspasado la línea de fondo. Lo vio todo el mundo menos el que lo tenía que ver y el tanto subió al marcador, por lo que las opciones del Málaga de hacer algo en el Camp Nou se dieron por imposibles.
Pero en contra de lo que era previsible, que no era otra cosa que un triunfo por aplastamiento blaugrana ante un equipo que no había marcado un gol fuera de casa y que estrenaba un portero cuya primera acción en la élite fue recoger un balón de su portería injustamente, el partido dio un giro de guión.
El Barcelona se amodorró, el Málaga, que ya salió valiente con dos puntas y buscando presionar al Barça arriba empezó a combinar y a cerrar las opciones de un equipo local muy torpe en el pase y en la combinación. El partido entró en una fase espesísima que pudo favorecer al Málaga si Chory Castro llega a embocar a portería un cabezazo a centro de Juankar.
Pero cuando uno, como es el caso del Málaga, no tiene su día (ni su trimestre) todo son desgracias. Rolan, uno de los más destacados del equipo se rompió muscularmente antes del descanso y tuvo que ser sustituido a la media parte por Juanpi. Esta lesión y la supuesta reacción de los catalanes, que estaban jugando fatal, hacían prever un segundo tiempo diferente, pero ni por esas.
El Málaga siguió intentándolo con más buena voluntad que acierto y el Barça jugando de pena. Pero hasta en los peores días aparece Messi, que volvió a dejar tres detalles de lujo jugando en primera marcha, y cuando mejor lo hacía el Málaga, el argentino asistió a Iniesta, que con suerte (ya dijimos que no es el trimestre del Málaga) marcó el segundo y decidió el partido. Es el quinto tanto del manchego al Málaga, su víctima preferida.
Ahí se acabó lo que se daba y sólo el cambio de posición de Sergi Roberto, que pasó al centro del campo y la entrada de Paulinho animaron los minutos finales. Los mejores de una jornada que puso a prueba la fe de muchos barcelonistas.
Santi Giménez
As
Hay días en los que ser socio del Barça exige un compromiso casi monacal. Cualquier socio que dedicara el sábado a asistir a la una asamblea que empezó a las 11 de la mañana y acabó a las seis de la tarde y luego acudiera al Camp Nou a ver el partido entre el equipo blaugrana y el Málaga tiene ganado el cielo. Ambos acontecimientos acabaron bien para la entidad, pero a costa de comerse más horas que talento. El caso del partido fue palmario.
Ganó el Barcelona tras uno de los peores partidos de la era Valverde por 2-0 ante un Málaga que salió valiente pero se fue desplumado a pesar de merecer alguna cosa más, especialmente, porque el primer tanto blaugrana jamás debió subir al marcador. Seguirá como colista el equipo de Míchel, pero su juego merece algo más. Al menos, el que exhibió en el Camp Nou.
Dentro del océano que supone un campeonato, este partido pasará sin pena ni gloria como un triunfo más del Barça. El líder contra el colista ganó tres puntos que estaban cantados, dirán. Pero nunca sabremos lo que pudiera haber pasado de no mediar el tremendo error del trío arbitral que lideraba el debutante González Fuertes al conceder a los dos minutos de partido un tanto a Deulofeu que mediatizó el duelo.
El extremo catalán remató entre espuela y tacón (a la remanguillé, como diría el añorado Díaz-Miguel) un centro de Digne que claramente había traspasado la línea de fondo. Lo vio todo el mundo menos el que lo tenía que ver y el tanto subió al marcador, por lo que las opciones del Málaga de hacer algo en el Camp Nou se dieron por imposibles.
Pero en contra de lo que era previsible, que no era otra cosa que un triunfo por aplastamiento blaugrana ante un equipo que no había marcado un gol fuera de casa y que estrenaba un portero cuya primera acción en la élite fue recoger un balón de su portería injustamente, el partido dio un giro de guión.
El Barcelona se amodorró, el Málaga, que ya salió valiente con dos puntas y buscando presionar al Barça arriba empezó a combinar y a cerrar las opciones de un equipo local muy torpe en el pase y en la combinación. El partido entró en una fase espesísima que pudo favorecer al Málaga si Chory Castro llega a embocar a portería un cabezazo a centro de Juankar.
Pero cuando uno, como es el caso del Málaga, no tiene su día (ni su trimestre) todo son desgracias. Rolan, uno de los más destacados del equipo se rompió muscularmente antes del descanso y tuvo que ser sustituido a la media parte por Juanpi. Esta lesión y la supuesta reacción de los catalanes, que estaban jugando fatal, hacían prever un segundo tiempo diferente, pero ni por esas.
El Málaga siguió intentándolo con más buena voluntad que acierto y el Barça jugando de pena. Pero hasta en los peores días aparece Messi, que volvió a dejar tres detalles de lujo jugando en primera marcha, y cuando mejor lo hacía el Málaga, el argentino asistió a Iniesta, que con suerte (ya dijimos que no es el trimestre del Málaga) marcó el segundo y decidió el partido. Es el quinto tanto del manchego al Málaga, su víctima preferida.
Ahí se acabó lo que se daba y sólo el cambio de posición de Sergi Roberto, que pasó al centro del campo y la entrada de Paulinho animaron los minutos finales. Los mejores de una jornada que puso a prueba la fe de muchos barcelonistas.
