Zidane no cambiará de planes: seguirá con las rotaciones
"Yo tomo decisiones y eso no cambiará por un mal partido. Creo en lo que hago”, subrayó el técnico francés nada más acabar el partido ante el Levante.
J.L.Guerrero
As
Zidane no va a variar ni un ápice su hoja de ruta, la que le ha traído siete títulos en 20 meses como entrenador de la primera plantilla (dos Champions, un Mundial, una Liga, dos Supercopas de Europa y una de España). “Yo no voy a cambiar. Cada uno puede opinar. Yo tomo decisiones y eso no cambiará por un mal partido. Creo en lo que hago”, subrayó nada más acabar el segundo partido liguero de la temporada en casa, donde ha perdido ya 4 puntos (dos ante el Levante y dos ante el Valencia).
Zidane, por una parte, no quiere romper la armonía en el vestuario y, por otra, está obsesionado con la condición física de sus futbolistas (el verano pasado, después de ganar su primera Copa de Europa, puso más empeño en que viniera Pintus, actual preparador físico, que Pogba).
En los cuatro parones de selecciones que afrontó la campaña anterior (septiembre, octubre, noviembre y abril) hizo en dos de ellos exactamente lo mismo que decidió ante el Levante: rotar pensando en el partido venidero de Champions (en este caso, frente al Apoel). Fue ante Osasuna (5-2, el 10 de septiembre de 2009), donde dejó directamente fuera de la lista a Marcelo, Casemiro y James (cuando a principio de temporada estaba por delante de Isco en las rotaciones) por decisión técnica; y contra el Alavés (3-0, el 2 de abril), donde Ramos, Marcelo y Keylor también se quedaron fuera de la convocatoria. En el choque ante el Betis (1-6, 12 de octubre) rotó por obligación porque Ramos, Casemiro, Modric y James se encontraban en la enfermería. Y en la única ocasión en la que no alteró la columna vertebral del equipo fue ante el Atlético (0-3, el 15 de noviembre).
Tres de los titulares ante el Levante estuvieron 10 días trabajando en Valdebebas con el Castilla muchos días. Casilla, Theo y Marcos Llorente. Al último, por ejemplo, le dijo a la cara el pasado 1 de septiembre que no le dejaba salir porque iba a tener oportunidades. Zizou entendía que era la ocasión de cumplir con lo prometido.
Así legitima su liderazgo dentro del vestuario, con decisiones en lugar de palabras. Y tampoco ve que hiciera una rotación extrema: Kroos, el que más minutos lleva esta temporada, fue titular después de jugar 180 minutos con Alemania. Pero en el banquillo dejó tres mediocentros con bastantes minutos con sus selecciones en este parón: Ceballos (175’), Kovacic (126’), y Casemiro (90’). Casemiro le sirve de central, como ocurrió ante el Valencia (ante el Levante se encontraba Vallejo en el banquillo), pero en esta ocasión Zizou necesitó un nueve, que dejó él mismo por decisión propia en la grada, Borja Mayoral...
Se ganó al vestuario el 26 de abril en Riazor...
Zidane se llevó muchos elogios la temporada pasada por su política de rotaciones. Favorecieron al equipo y a muchos jugadores en particular. “Las rotaciones son cosas de Zidane y mía”, decía Cristiano sobre el secreto de su soberbio final de temporada, con 16 goles en diez partidos. Zizou hizo lo que no se había atrevido ningún entrenador: dar descanso a Cristiano. Le dejó fuera seis partidos de Liga por decisión técnica: ante Granada (4 de mayo), Deportivo (26 de abril), Sporting (15 de abril), Leganés (5 de abril), Eibar (4 de marzo) y Deportivo (10 de diciembre).
Zizou llevó a cabo una política de rotaciones extrema a partir del mes de abril, donde era habitual ver hasta nueve suplentes respecto al equipo habitual, como en Granada tras jugar la vuelta de semifinales de Champions ante el Atlético. Pero si hubo un partido en el que Zizou se ganó el respeto del vestuario fue en Riazor, el 26 de abril, tres días después de perder el Clásico en el Bernabéu (2-3), en el que Messi enseñó su camiseta al Bernabéu y el Barça se colocaba líder momentáneo de LaLiga. El técnico francés no se arrugó. Metió a nueve suplentes (Casilla, Danilo, Nacho, Kovacic, James, Isco, Lucas, Morata y Asensio). Sólo había dos fijos, Marcelo y Varane. Y ganaron 2-6...
J.L.Guerrero
As
Zidane no va a variar ni un ápice su hoja de ruta, la que le ha traído siete títulos en 20 meses como entrenador de la primera plantilla (dos Champions, un Mundial, una Liga, dos Supercopas de Europa y una de España). “Yo no voy a cambiar. Cada uno puede opinar. Yo tomo decisiones y eso no cambiará por un mal partido. Creo en lo que hago”, subrayó nada más acabar el segundo partido liguero de la temporada en casa, donde ha perdido ya 4 puntos (dos ante el Levante y dos ante el Valencia).
Zidane, por una parte, no quiere romper la armonía en el vestuario y, por otra, está obsesionado con la condición física de sus futbolistas (el verano pasado, después de ganar su primera Copa de Europa, puso más empeño en que viniera Pintus, actual preparador físico, que Pogba).
En los cuatro parones de selecciones que afrontó la campaña anterior (septiembre, octubre, noviembre y abril) hizo en dos de ellos exactamente lo mismo que decidió ante el Levante: rotar pensando en el partido venidero de Champions (en este caso, frente al Apoel). Fue ante Osasuna (5-2, el 10 de septiembre de 2009), donde dejó directamente fuera de la lista a Marcelo, Casemiro y James (cuando a principio de temporada estaba por delante de Isco en las rotaciones) por decisión técnica; y contra el Alavés (3-0, el 2 de abril), donde Ramos, Marcelo y Keylor también se quedaron fuera de la convocatoria. En el choque ante el Betis (1-6, 12 de octubre) rotó por obligación porque Ramos, Casemiro, Modric y James se encontraban en la enfermería. Y en la única ocasión en la que no alteró la columna vertebral del equipo fue ante el Atlético (0-3, el 15 de noviembre).
Tres de los titulares ante el Levante estuvieron 10 días trabajando en Valdebebas con el Castilla muchos días. Casilla, Theo y Marcos Llorente. Al último, por ejemplo, le dijo a la cara el pasado 1 de septiembre que no le dejaba salir porque iba a tener oportunidades. Zizou entendía que era la ocasión de cumplir con lo prometido.
Así legitima su liderazgo dentro del vestuario, con decisiones en lugar de palabras. Y tampoco ve que hiciera una rotación extrema: Kroos, el que más minutos lleva esta temporada, fue titular después de jugar 180 minutos con Alemania. Pero en el banquillo dejó tres mediocentros con bastantes minutos con sus selecciones en este parón: Ceballos (175’), Kovacic (126’), y Casemiro (90’). Casemiro le sirve de central, como ocurrió ante el Valencia (ante el Levante se encontraba Vallejo en el banquillo), pero en esta ocasión Zizou necesitó un nueve, que dejó él mismo por decisión propia en la grada, Borja Mayoral...
Se ganó al vestuario el 26 de abril en Riazor...
Zidane se llevó muchos elogios la temporada pasada por su política de rotaciones. Favorecieron al equipo y a muchos jugadores en particular. “Las rotaciones son cosas de Zidane y mía”, decía Cristiano sobre el secreto de su soberbio final de temporada, con 16 goles en diez partidos. Zizou hizo lo que no se había atrevido ningún entrenador: dar descanso a Cristiano. Le dejó fuera seis partidos de Liga por decisión técnica: ante Granada (4 de mayo), Deportivo (26 de abril), Sporting (15 de abril), Leganés (5 de abril), Eibar (4 de marzo) y Deportivo (10 de diciembre).
Zizou llevó a cabo una política de rotaciones extrema a partir del mes de abril, donde era habitual ver hasta nueve suplentes respecto al equipo habitual, como en Granada tras jugar la vuelta de semifinales de Champions ante el Atlético. Pero si hubo un partido en el que Zizou se ganó el respeto del vestuario fue en Riazor, el 26 de abril, tres días después de perder el Clásico en el Bernabéu (2-3), en el que Messi enseñó su camiseta al Bernabéu y el Barça se colocaba líder momentáneo de LaLiga. El técnico francés no se arrugó. Metió a nueve suplentes (Casilla, Danilo, Nacho, Kovacic, James, Isco, Lucas, Morata y Asensio). Sólo había dos fijos, Marcelo y Varane. Y ganaron 2-6...