Veintidós heridos en atentado con bomba casera en el metro de Londres

El Reino Unido ha sufrido cinco atentados desde el 22 de marzo, cuatro de signo islamista y uno ultraderechista, y vive en estado de alerta.

AFP / Londres
Veintidós personas resultaron heridas este viernes por la mañana, ninguna de gravedad, por una bomba casera colocada en el metro de Londres en plena hora punta, el quinto atentado este año en el Reino Unido.


Los hechos se produjeron poco después de las 08H00 de la mañana en un tren detenido en la estación de Parsons Green, cuando no cabe un alfiler en los vagones.

"Estimamos ahora que fue la detonación de un artefacto explosivo casero" que provocó sobre todo "quemaduras por un fogonazo", dijo a la prensa Mark Rowley, sin proporcionar información sobre el/los autores del atentado.

Según Sky, la policía privilegia la hipótesis de un artefacto que no estalló completamente, pero cuyo fogonazo habría bastado para herir a los pasajeros.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que "los autores estaban bajo el radar de Scotland Yard", provocando la reaccióin airada de la primera ministra Theresa May.

"No creo que sea de ninguna ayuda para nadie especular sobre una investigación en curso", dijo May, que aclaró además que la bomba estaba fabricada "con la intención de causar daños significativos".

Un cubo con cables

Según una periodista de Metro.co.uk que estaba en el lugar, hay gente que resultó "muy quemada" y había perdido el pelo.

En un video y fotos publicadas testigos en las redes sociales se podía ver un cubo de plástico acabando de arder. El cubo, como los que se usan tradicionalmente para pintura, estaba dentro de una bolsa de plástico y de él salían unos cables, pero el conjunto no parecía muy dañado.

Ello "sugiere que 'la explosión' se produjo sólo en parte", dijo Hans Michels, profesor de ingeniería química del Imperial College de Londres.

"Quizás la mezcla no tuvo la composición correcta o el sistema de ignición era inadecuado o estaba mal colocado", añadió.

La estación de Parsons Green está en el sudoeste de Londres, en el barrio de Fulham, una zona de clase media-alta.

Los testigos narraron a la AFP como una bola de fuego recorrió el tren tras la explosión, tras lo cual se produjo una estampida.

"Lo primero que vi" tras el estallido "fue una especie de bola de fuego naranja abarcando todo el metro y avanzando hacia nosotros", explicó a la AFP Charles Craven, un empleado de la City que viajaba con su novia.

"Lo que uno ve en la serie de televisión '24' o en una película", añadió Craven, que logró huir del metro.

Lauren Hubbard describió una escena parecida. "Oí un 'bang' (...), miré a mi alrededor y vi un muro de fuego que avanzaba hacia nosotros".

"Es difícil de explicar, porque pasa en un instante y luego corres. Había gente dentro (de la bola de fuego), pero te pasa por encima de la cabeza, todo el mundo corre y tu sales lo más rápido que puedes", dijo Hubbard.

Olaniyi Shokundi vio asombrado como la gente saltaba desde el andén por el hueco de las escaleras, "no importándoles si se rompían los huesos", explicó. "Saltaban sobre otra gente", añadió.

Quinto atentado este año

El Reino Unido ha sufrido cinco atentados desde el 22 de marzo, cuatro de signo islamista y uno ultraderechista, y vive en estado de alerta. En la escala de amenaza terrorista de las autoridades, el nivel es el segundo más alto, "severo", que significa que un atentado es "altamente probable".

La primera ministra Theresa May presidirá en las próximas horas una reunión de urgencia de su gabinete de seguridad, y antes expresó su solidaridad con los heridos.

"Tengo presente en mis pensamientos a los heridos de Parsons Green y a los servicios de emergencia que, una vez más, están respondiendo rápida y valientemente a este presunto suceso terrorista", dijo May, mientras el alcalde de Londres, Sadiq Khan, aseguraba que la ciudad "nunca se dejará intimidar o derrotar por el terrorismo".

En marzo, un hombre embistió con su coche a los transeúntes que paseaban cerca del Parlamento, antes de matar a un policía que custodiaba el edificio, dejando en total cinco muertos, además del agresor, que fue finalmente abatido.

En mayo, un atentado con bomba a la salida de un concierto de Ariana Grande en Mánchester dejó 22 muertos y 116 heridos.

Un mes después, tres agresores atropellaron a los peatones en el puente de Londres antes de emprendarla a cuchilladas contra los clientes de bares y restaurantes de Borough Market, matando a 8 personas, más ellos.

Finalmente, también en junio, un hombre atropelló a un grupo de musulmanes que salían de una mezquita del norte de Londres, matando a una personas e hiriendo a varias antes de ser detenido.

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