Set, partido y liderato del grupo C para Alemania
Festival de Alemania que está a tan solo un punto de estar matemáticamente en el Mundial. Timo Werner y Kimmich fueron las grandes estrellas bávaras.
Agustín Martín
As
Alemania logró su pase al Mundial de Rusia, donde defenderá el título conquistado en Brasil hace tres años, con diez minutos de ensueño. Tras un comienzo dubitativo, estudiando las opciones que iba a manejar Noruega, los alemanes se colocaron en modo apisonadora y en apenas diez minutos sentenciaron el encuentro con goles de Ózil, Draxler y Werner. En esos 600 segundos eternos, Noruega fue un juguete roto al que los germanos zarandeaban cada vez que se acercaban al área nórdica, que se veía impotente para acercarse al área que defendía Ter Stegen. Tras esa tormenta, los alemanes volvieron a relajarse, pero sin dejar de presionar y atacar a los noruegos cada vez que se hacían con el control del esférico. Werner, con un preciso remate, colocaba el cuarto tanto en el marcador a cinco minutos del descanso.
Los noruegos, mientras, pedían árnica a los germanos, que no tuvieron piedad alguna. Goretzka, recién ingresado en el campo, firmaba la manita con un remate de cabeza. pero no sirvió para mitigar el hambre de los germanos. Luego llegó el turno de los cambios-nostalgia: Khedira y Mario Gómez, dos jugadores forjados en el Stuttgart, sede al partido, entraron para completar la gran fiesta teutona. Los noruegos se animaron a buscar la meta de Ter Stegen, pero fue en vano. Los alemanes, que sólo habían recibido dos goles en toda la fase clasificatoria, no les dieron ni el mínimo atisbo de posibilidad. Gómez cerró el marcador, para algarabía de la afición local, que ven cómo los alemanes vuelven a ser uno de los serios candidatos a llevarse el título en Rusia.
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Alemania logró su pase al Mundial de Rusia, donde defenderá el título conquistado en Brasil hace tres años, con diez minutos de ensueño. Tras un comienzo dubitativo, estudiando las opciones que iba a manejar Noruega, los alemanes se colocaron en modo apisonadora y en apenas diez minutos sentenciaron el encuentro con goles de Ózil, Draxler y Werner. En esos 600 segundos eternos, Noruega fue un juguete roto al que los germanos zarandeaban cada vez que se acercaban al área nórdica, que se veía impotente para acercarse al área que defendía Ter Stegen. Tras esa tormenta, los alemanes volvieron a relajarse, pero sin dejar de presionar y atacar a los noruegos cada vez que se hacían con el control del esférico. Werner, con un preciso remate, colocaba el cuarto tanto en el marcador a cinco minutos del descanso.
Los noruegos, mientras, pedían árnica a los germanos, que no tuvieron piedad alguna. Goretzka, recién ingresado en el campo, firmaba la manita con un remate de cabeza. pero no sirvió para mitigar el hambre de los germanos. Luego llegó el turno de los cambios-nostalgia: Khedira y Mario Gómez, dos jugadores forjados en el Stuttgart, sede al partido, entraron para completar la gran fiesta teutona. Los noruegos se animaron a buscar la meta de Ter Stegen, pero fue en vano. Los alemanes, que sólo habían recibido dos goles en toda la fase clasificatoria, no les dieron ni el mínimo atisbo de posibilidad. Gómez cerró el marcador, para algarabía de la afición local, que ven cómo los alemanes vuelven a ser uno de los serios candidatos a llevarse el título en Rusia.
